Es uno de los utensilios más comunes en las cocinas. A lo largo de la historia, las cucharas de palo han sido utilizadas para realizar y servir múltiples preparaciones culinarias, mientras que también han adquirido un carácter tradicional que evoca múltiples recuerdos en los comensales.
Si bien, estos útiles de madera incluso tienen un diseño que resulta atractivo para muchas personas, distintos especialistas del mundo de la ciencia han advertido que su uso podría afectar a tu salud.
Por qué recomiendan no usar cucharas de palo para cocinar
La química española y divulgadora científica, Deborah García, dejó bien clara su opinión en un hilo de Twitter que se hizo viral hace unos años.
“Quienes tienen espátulas y cucharas de madera en su cocina, los animo a reciclarlas o a darles un nuevo uso. Como accesorio para el pelo ya ven que quedan fenomenal. Pero para cocinar, mejor que no”, escribió en un tono irónico, junto a una fotografía en la que se le ve con uno de estos utensilios sujetando su pelo.
Tales declaraciones despertaron rápidamente la atención de los cibernautas. Después de todo, las cucharas de palo son comunes y están en la mayoría de los hogares, tanto de España como de Chile.
Después de su publicación en la red social, la experta conversó con La Vanguardia sobre lo que dijo en Twitter, instancia en la que destacó que “deberíamos desterrar de nuestras cocinas todos los materiales porosos”.
Cuáles son los riesgos asociados
En su entrevista con el citado medio, García dijo que “en todos estos utensilios se puede crear biofilm”.
Aquello consiste, según explicó, en “unas colonias de bacterias organizadas por jerarquías que son muy difíciles de eliminar y que tienen riesgo para la salud”.
“Podemos llegar a contraer salmonelosis, listeriosis e incluso botulismo”, advirtió García.
La farmacéutica experta en salud alimentaria, Gemma del Caño, profundizó al citado medio que la madera retiene la humedad, lo que facilita que se origine este ecosistema.
Dicha característica, en sus palabras, “favorece el crecimiento microbiológico”, un fenómeno que también se da en los paños de cocina y las esponjas para lavar platos.
“Tiene una textura gelatinosa, brillante y pegajosa. Es más común de lo que pensamos”, añadió a La Vanguardia.
Cómo enfrentar esta situación
Ambas especialistas concordaron en que la mejor forma de eliminar el biofilm es tirando las cucharas de palo u otros utensilios de madera que lo presenten. Dicha respuesta se debe a que es complejo de desprender.
“Estas bacterias se organizan por jerarquías que facilitan su supervivencia: en la superficie se asientan las que necesitan oxígeno para vivir y, a la vez, protegen y cubren a las que no lo toleran”, precisó García, para luego enfatizar en que “es prácticamente imposible destruirlas”.
Si bien, en internet se pueden encontrar múltiples alternativas que prometen eliminar estos ecosistemas microbianos, recalcaron que estas no suelen ser efectivas.
“Ponerlos en el lavaplatos es aún peor. Además, lo normal es que los dejemos ahí más tiempo, con la puerta abierta, mucha humedad y calor. Es un caldo de cultivo estupendo para las bacterias”, manifestó la divulgadora científica al citado medio.
Por su parte, del Caño subrayó que “es un material que puede astillarse y que además facilita la contaminación cruzada”, el cual según ella es uno de los motivos por el que generalmente no se usan en restaurantes.
Al menos, no para preparar la comida que le ofrecen a sus clientes.
Qué alternativas hay
La opinión de García hacia los utensilios de madera fue tan tajante, que incluso dijo a La Vanguardia que ni siquiera recomienda el uso de tenedores con mangos de este material.
En su lugar, sugirió “optar por la cubertería de metal de una sola pieza”, salvo que se utilicen para decorar en vez de cocinar.
“Para la cocina es mejor escoger silicona o metal, porque resisten muy bien las altas temperaturas. Pero debemos vigilar lo que compramos: algunos plásticos no son termoestables y podrían derretirse con el calor”, sentenció.