Una falla que silenció los aplausos: la trastienda de la difícil noche de Soda Stereo en Santiago

Además de algunas dificultades en los accesos, debido a que se hacen más lentos por los controles de Pase de Movilidad, el show tributo a la banda argentina en el Estadio Monumental tuvo un bochornoso inconveniente técnico que lo obligó a detenerse en tres oportunidades. Los mismos Zeta Bosio y Charly Alberti se ocuparon personalmente del asunto, e incluso se quedaron en el recinto de Macul por largo rato. Desde la productora Lotus, a cargo del evento, señalaron: “Enfrentamos dificultades técnicas ajenas a la banda".


Hasta las primeras canciones del espectáculo Gracias Totales, el tributo a la carrera de Soda Stereo y Gustavo Cerati, el público presente en el Estadio Monumental mostraba una vez más la fuerte conexión de la fanaticada chilena con la obra del trío argentino. Desde el arranque, con Sobredosis de TV, cantada por Cerati en versión video, acompañado por una banda en que estaban su excompañeros Zeta Bosio y Charly Alberti, la gente siguió los temas con total devoción.

La experiencia era novedosa y el público llegó con disposición y curiosidad a conocerla. El show alternaba entre la proyección de invitados que grabaron su interpretación de temas del cancionero de Soda en videos y otros en cuerpo presente en escena, como ocurrió con Álvaro Henríquez y Rubén Albarrán, de Café Tacvba. Habían pasado cinco canciones, cuando ocurrió el primer momento tenso de la noche; mientras se proyectaba la interpretación de Julieta Venegas para Signos, la pantalla se fue a negro, y de pronto, la música dejó de sonar.

Tras una pausa de unos diez minutos, el show continuó. Pero allí vino el tramo más difícil. La banda intentó seguir con una poderosa interpretación de Juegos de Seducción, para reenganchar al público, el que de inmediato comenzó a corear el tema incluido en el álbum Nada Personal (1985). Sin embargo, nuevamente se debió detener el espectáculo en dos oportunidades, durante la misma canción. Una situación que no se había registrado en los shows anteriores de la gira, ni en México, Estados Unidos, Colombia, República Dominicana y Argentina, donde las reseñas de los conciertos, solo dieron cuenta de algunos desfases de audio como mayor problema.

Aunque parte del público comenzó a corear con fuerza canciones de la banda, en señal de apoyo, la tensión se palpitaba en el ambiente. “Todos pensamos que después del tercer apagón ya no volvían -cuenta Melissa Saborga, kinesióloga que asistió al show en la zona de cancha-. Pero la gente en cancha no estaba tan ansiosa como los de galería, que ahí se escuchaban más gritos. Pero todos pensamos que no volvían, si era la tercera seguida y no había mucha explicación, pensamos que nos iban a decir que se acababa. Después volvieron y anduvo todo bien”.

Zeta y Charly al rescate

Con los problemas técnicos sucediéndose, Bosio y Alberti se hicieron cargo del asunto personalmente. Un aplauso bajó entre algunos espectadores de la zona VIP y la cancha, cuando notaron a los dos músicos acercarse a la mesa de sonido, ocasión en que también fue aprovechada para saludar a parte del público, que en esos momentos manifestaba su devoción hacia la banda. En privado, fuentes de la productora señalaron a Culto que pese a la molestia, los dos artistas -quienes habían llegado al Monumental a eso de las 16.30 horas- estuvieron preocupados y pendientes de todos los detalles. Ellos mismos pidieron disculpas al público en cada uno de los cortes.

“Esto nos supera a nosotros, supera a la parte técnica local, vamos a intentarlo”, dijeron, visiblemente contrariados tras el tercer apagón. Incluso el gerente de Producción, Andrés Varnava, subió al escenario para pedir disculpas y explicar que en ese momento se trabajaba en identificar la falla que gatilló el desastre. Hoy, ante la llamada de este medio, Varnava declinó referirse a lo ocurrido.

Tras las consultas de Culto, la productora Lotus, a cargo del show se limitó a explicar: “Enfrentamos dificultades técnicas ajenas a la banda, una vez detectado el origen fueron solucionadas y el show se realizó en su totalidad tal como estaba programado. Lamentamos profundamente las interrupciones. Agradecemos la paciencia y comprensión del público”. No hubo mayores detalles respecto al problema puntual que ocasionó el fallo.

Tras salvar la situación, el show se retomó a eso de las 22.45, y la gente volvió a enganchar, en especial al notar la aparición en video de Benito Cerati, el hijo de Gustavo, quien interpretó Zoom, ante una audiencia que lo aplaudió a rabiar. También con la participación de Mon Laferte, con una aplaudida interpretación de Un millón de años luz.

Tras el show, Alberti y Bosio se quedaron por un largo rato en el recinto de Macul. Los dos músicos, además de su sabido vínculo con Chile como parte de Soda, mantienen una larga relación con la productora, lo que dicen, sirvió para hacer todo más fácil. El bajista ha participado de Lollapalooza Chile, tanto cubriéndolo para su programa Rock Road, sobre festivales, e incluso subiendo al escenario para tocar con su proyecto de música electrónica. Por su lado, Charly Alberti se ha hecho presente en el evento con su fundación Revolución 21, como parte de la experiencia de la Aldea Verde.

En la previa, como se ha visto en otros eventos, las entradas volvieron a ser un problema. Al llegar al recinto de Macul se apreciaban largas filas en Marathon y Departamental, y no pocos estaban confundidos y preguntaban por dónde se hacía el ingreso. Desde su lado, la organización dispuso grupos de orientadores que tenían la misión de ayudar a las personas a ubicarse, lo que facilitó las cosas. Pero la clave, dicen algunos espectadores, estuvo en la dificultad de los controles. “El acceso era lento por el control que te hacen del Pase de Movilidad -señala Saborga-. Nos demoramos bastante, pero al entrar al estadio ya todo se hacía expedito y bien iluminado”.

La salida, sin embargo, fue algo más expedita. Se dispuso la apertura de salidas desde todos los puntos del estadio, independiente de la ubicación, lo que permitió contar con varias alternativas. “Yo diría que la salida fue la habitual, media lenta como en todos los conciertos, no me llamó la atención fuera de lo normal”, agrega Saborga. Un final más decoroso para una experiencia que pese a todo, logró encantar a los fans, quienes mantuvieron una actitud de apoyo al grupo, pese a todo. Un Gracias Totales, que sonó con más corazón que nunca.

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