Alexa Guarachi (30 años) atraviesa por el mejor momento de su vida, y enfrenta la nueva temporada con muchísima ilusión. Actualmente es la número 26 del mundo en dobles y junto a su compañera Desirae Krawczyk espera repetir los éxitos de 2020.

Ahora se encuentra en la polémica burbuja de Melbourne, donde disputará el torneo de esa ciudad y el Abierto de Australia. En la nación oceánica se encuentra cumpliendo cuarentena, pero al menos puede entrenar, a diferencia de varios tenistas, 72, que no pueden salir de sus habitaciones por haber presentado síntomas o por haber sido contactos estrechos. “Todavía estoy en la burbuja y me quedan unos seis días. Va bien y estoy teniendo muy buenas prácticas y entrenamientos”, comenta.

En ese sentido, desestima los cuestionamientos de algunos jugadores por las duras restricciones: “Creo que tenemos suerte de poder tener un trabajo ahora mismo. Muchas personas han perdido a sus trabajos y sus seres queridos. Estoy feliz de poder competir en un entorno seguro y haré todo lo que se me pida”.

De todos modos, se muestra preocupada por lo que sucede en el mundo y define su postura frente a las vacunas contra el Covid. Cuenta que no tiene planeado hacerlo, “pero si la WTA insiste en que tengamos que viajar, definitivamente me vacunaré”, sostiene.

En el último tiempo, Alexa ha vivido muchas emociones deportivas y personales, que coronó con su matrimonio con Vincent Bruner. “Parece que ha cambiado mucho mi vida, pero realmente no es así. Sigo trabajando tan duro, como lo he hecho en los últimos años, y estoy muy feliz en mi vida personal. Supongo que ahora tengo más motivación que antes para ser una gran esposa y compañera de dobles. Estoy muy feliz y emocionada por la temporada 2021”, confiesa.

Para esta nueva temporada, se ha centrado en otros aspectos. “Realmente he estado trabajando duro en mi forma física. Ese es un gran objetivo para mí este año: mantener el mismo nivel todo el año. También hice que mi entrenador viniera de Londres para trabajar conmigo y prepararme”, expresa. Y añade: “También creo que Desirae y yo podemos mejorar como equipo, con estrategias y trabajando juntas en partidos difíciles”.

Y sus metas son ambiciosas: “Mis principales objetivos son llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio, lo que significa que debo lograr estar entre las 10 mejores del mundo. También quiero llegar a las finales de la WTA, a fin de año”.

Mientras intenta mejorar su español y confiesa que extraña mucho a su familia en Chile, también opina sobre la escasez de competencias. “Me encantaría ver más torneos y oportunidades para que las mujeres jueguen en Chile. En este momento no hay muchos torneos en Sudamérica, lo que hace que sea difícil que las mujeres puedan mejorar realmente. Cuando era más chica, jugué muchos torneos que me ayudaron a mejorar”, sostiene.

Guarachi apunta alto en su carrera y en Australia tendrá un apretón que la puede acercar a sus sueños olímpicos. Eso sí, en Melbourne prefiere ir paso a paso, como en Roland Garros. “No baso mi satisfacción en resultados puros. Mi principal objetivo es salir siempre, dar todo lo que tengo y jugar lo mejor posible. El resto esta fuera de mi control”.