Gustavo Flores, preparador de arqueros de la U, por fin logró la tranquilidad que tanto esperaba. Hoy, luego de una serie de reuniones, firmó su renovación para seguir ligado a Universidad de Chile. El haber viajado a Arequipa, sin contrato, para medirse ante Melgar por la Copa Libertadores, ya pasó a ser una anécdota que seguramente no querrá recordar.

El argentino, en conversación con La Tercera, explica el proceso de negociación que se inició a fines de la temporada 2018. La salida de Pablo Silva, exdirector ejecutivo del club, frenó el acuerdo: "En una charla con Pablo Silva, en el último partido con Curicó, se me propone continuar en la institución, y yo feliz de continuar. Me piden hacer una reforma en lo económico, en lo que no era algo solo personal sino a nivel de reestructuración de club, y accedí", comienza diciendo.  "Después todos sabemos que Pablo no continuó en el club. Llegó Sabino Aguad como gerente deportivo y nos fuimos a la pretemporada. Fueron pasando los días y mi tema se fue dilatando. No por no querer arreglar la situación, sino por situaciones o contrataciones, por organizaciones de cosas nuevas, por diferentes temas. Mi renovación se fue dilatando y  llegó el viaje a Perú, y pasó lo que pasó. En un momento no se entendía bien qué pasaba, pero gracias a Dios se pudo arreglar todo", agrega

Flores agradece la oportunidad de seguir ligado a la institución. Su mente ya estará solo enfocada en seguir preparando a Herrera: "Mi intención fue siempre quedarme. Agradezco a Carlos Heller, a Schapira, a Darío Kudelka y a los arqueros. Feliz de estar ligado nuevamente en la U", cierra.