Un trozo de Europa en China: Así es el nuevo campus de Huawei

portada

Castillos, estatuas y estaciones de tren son parte de Xiliubeipo, apodado como Huaweiland y cuya travesía es realmente toda una experiencia.


Los trabajadores del nuevo campus de Huawei en Dongguan, China, poseen un privilegio con el que muy pocos pueden contar. En la mañana pueden subirse en un tren en París y, un par de estaciones después bajarse en una calle de Granada, un castillo de estilo alemán o en la prestigiosa universidad de Oxford.

Esto, no es gracias a ninguna técnica de teletransportación que no conozcamos, sino todo lo contrario: se trata del espíritu que día a día se respira en Xiliubeipo, el nuevo centro de trabajo creado por el gigante asiático y que es único en su tipo.

Mientras la mayoría de los centros de innovación y trabajo de las compañías de tecnología -incluidos los cuarteles centrales de Huawei- suelen estar definidos por colores claros, mucho vidrio y una estética futurista, Xiliubeipo -también conocida como Ox Horn- optó por una inspiración bastante inusual para edificios de su tipo, ya que todo el campus está inspirado en la arquitectura clásica de diferentes referentes de la cultura europea.

Cada una de las 12 zonas del campus representa una ciudad o zona diferente: Paris, Verona, Borgoña, Heidelberg o Fribourg viven acá replicadas a través de edificios famosos que, aun cuando nunca los hayas visitado en la vida real, sientes que estás en un lugar completamente fuera de su mundo.

La experiencia parte, tal como les adelanté, subiéndose en un tren. De un vibrante color rojo, vagones con estilo tradicional y música clásica en los parlantes, el solo hecho de moverse de una de las zonas a otras es toda una experiencia. Mirar por la ventanas es realmente gratificante y se entiende por qué este sitio también ha sido bautizado como Huawei Land: tal como un parque temático, la ilusión de estar en varios lugares al mismo tiempo es lo que hace única a Ox Horn.

Caminando por los campus podemos encontrar edificios icónicos.

Callejones y pasillos sacados de películas.

Puentes.

Y estatuas.

Muchas, pero muchas estatuas.

En serio. Muchas.

Y por supuesto que todo esto se siente, en un comienzo, un poco salido de lugar. Como visitante, uno queda entre admirado por el esfuerzo hecho para realizar estas réplicas europeas en suelo chino, pero también preguntándose si realmente valía la pena el esfuerzo. A ratos, si, pensaba en la fortuna de a quienes les tocaba ir a trabajar en un espacio tan idílico, pero también en la indudablemente bizarra naturaleza de tener que tu oficina quede justo en la estación del tren que baja en París.

Entonces ¿Cuál es la razón detrás de este sitio tan poco común? Además del evidente llamado de atención que causa tanto en locales como en visitas, hay una explicación más bien filosófica que justifica a las réplicas: Lo que Huawei buscó fue replicar a los grandes centros de la innovación en Europa en diferentes áreas como la ciencia, el arte o el conocimiento para que sirvan de inspiración para el equipo de Investigación y Desarrollo de la empresa. La idea central es que si con estos paisajes surgieron ideas que han perdurado por siglos, parte de esa mística debería pasarse a los empleados de la marca.

En total, Xiliubeipo está dividido en 4 áreas, 12 bloques y 108 edificios repartidos en un área de 1,4 millones de kilómetros cuadrados y una línea ferroviaria que se extiende por 7,8 kilómetros. El complejo aun no está finalizado, por lo que hoy solo transitan 15 mil de los 25 mil trabajadores que se dedican a la división de Investigación y Desarrollo de la marca.

Ox Horn es hoy la gema que lidera el potencial de la zona de Dongguan, ciudad que desde el 2004 se está potenciando como el nuevo polo tecnológico de China: con más de 3 mil compañías tecnológicas albergadas en esta calurosa zona del sur de China. Muchos ya lo llaman el nuevo Silicon Valley, pero juzgando en la inspiración del nuevo campus de Huawei, parece ser una zona más inspirada en la tradición intelectual de la vieja Europa que de la vertiginosa vida de la costa oeste norteamericana.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.