Esta semana comenzó en Brasil la recta final para la privatización de la mayor empresa de energía de América Latina, Eletrobras. El presidente Jair Bolsonaro, junto al ministro de Economía, Paulo Guedes, celebraron la privatización de la firma en la Bolsa de Sao Paulo, luego de más de dos años de tramitación en el Congreso.

El Mandatario brasileño, quien en su campaña presidencial prometió privatizar empresas estatales, tocó la campana en la Bolsa de Sao Paulo, en una señal de festejo, mientras el titular de Economía calificó el hecho como una victoria para la eficiencia del sector privado.

“La mayor empresa generadora de energía limpia del mundo ahora es libre. Es como un niño que se fue de casa a los 18 y va a salir y triunfar. Ya no necesita la protección del Estado, lo que se estaba volviendo perjudicial”, sostuvo Guedes este martes.

En paralelo, un grupo de manifestantes protestó por esta medida afuera de la Bolsa de Valores de Sao Paulo. Los detractores de la medida dicen que la privatización perjudicará a los consumidores, mientras que el gobierno descarta esta posibilidad.

Los papeles de Eletrobras cerraron con un avance de 3,37% este martes y hoy suben un 2,24%.

La semana pasada, la oferta de acciones de la firma brasileña logró recaudar US$6.900 millones, y pasó a ser la segunda mayor colocación del mundo este año y la segunda de Brasil tras la apertura de Petrobras en 2010. Tras esta operación, el Estado de Brasil deja de ser el accionista mayoritario de la eléctrica luego de seis décadas.

Eletrobras y el banco estatal de desarrollo BNDES venderían un total combinado de 697 millones de acciones a 42,00 reales (US$8,56) cada una, un descuento de alrededor del 2,4%, según informó Bloomberg News hace unos días atrás. Asimismo, se vendió en su totalidad una asignación adicional de 104 millones de nuevas acciones de Eletrobras. La operación recaudó un total de 33.700 millones de reales.

La empresa brasileña tiene más de 14 mil trabajadores, y terminó el año pasado con una ganancia de US$1.094 millones. Es responsable del 30% de la generación de energía en Brasil. Una vez que se concrete la colocación de acciones en las próximas semanas, el Estado disminuiría su participación en la empresa eléctrica desde un 72% a un 45%.

El gobierno de Jair Bolsonaro, presentó al Congreso el proyecto para privatizar la estatal en 2019. Sin embargo, pese al visto bueno en el Parlamento y el Tribunal de Cuentas de la Unión, la operación aún debe ser aprobada por Furnas, Eletronorte y Chesf, dijo el presidente de Eletrobras, Rodrigo Coje, en una conferencia de prensa en Sao Paulo.

Esta privatización es un logro dentro de la agenda del gobierno, que enfrenta una carrera cuesta arriba para las elecciones presidenciales de este año. Todas las encuestas dan como favorito a Luis Inacio Lula da Silva, quien ha sido contrario a este proceso de privatización, porque dice que podría dificultar que se concreten ciertos programas sociales que considera en su programa.

Otra de las empresas que está en la mira del actual presidente de Brasil para privatizarla, es Petrobras, aunque Bolsonaro reconoció que ese proceso podría demorar hasta cuatro años.

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