Continúa la disputa en el mundo de las telecomunicaciones. Tras las acusaciones del “Tío WOM”, Chris Bannister, de una cultura mafiosa en la captación de clientes, la compañía presentó una demanda en el 24° Juzgado Civil de Santiago contra Claro por competencia desleal y malas prácticas que habrían perjudicado tanto el área comercial y como la reputación de WOM.


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El documento, al que tuvo acceso Pulso, la compañía acusa que los ejecutivos de Claro ocupan estrategias tales como hacerse pasar por ejecutivos de WOM, asegurándoles que ciertos beneficios serán caducados, o que aumentará el precio de los planes que mantienen los clientes, “lo que genera un artificial descontento en nuestros clientes”, manifestó la empresa.

Posteriormente, según se lee en la demanda, un ejecutivo de Claro, pero identificándose como tal, le ofrece al mismo usuario un plan más económico.

“Ciertamente, un engaño basado en generar una necesidad de cambio de proveedor de servicios de telecomunicaciones mediante la creación de un escenario ficticio construido a partir de aseveraciones falsas, en caso alguno constituye un medio lícito ni una forma de competencia legítima”, sostiene el documento.

Entre otras cosas, WOM también acusa a su competencia de haber recopilado sus bases de datos, que contienen información sensible de los consumidores, para luego contactarlos y hablarles de las desventajas de WOM.

La demanda apunta a que en octubre del año pasado WOM ya había hecho esfuerzos para solucionar estos problemas directamente con Claro, manteniendo una reunión “amistosa”, en la que la firma acusada aseguró que continuaría “implementando los controles” con el fin de prevenir este tipo de prácticas. Según detalló WOM, Claro calificó estas estrategias como indebidas.

WOM relata que posteriormente “volvió a recibir denuncias de sus clientes de estar siendo víctimas de las espurias estrategias comerciales de Claro”, dice el documento, y agrega que “en la actualidad, Claro Chile continúa con esta práctica ilícita, a pesar de la advertencia formal de parte de WOM”.

De esta forma, WOM concluye que las estrategias comerciales de Claro atentan contra la buena fe, y que se valió de medios ilegítimos para intentar (y lograr) desviar los clientes de WOM hacia su compañía, consignó.

Por todo lo anterior, la compañía al mando de Chris Bannister solicitó al juzgado declarar estas prácticas como un acto de competencia desleal, y ordenar el cese inmediato de las conductas, a publicar, a su costa, la sentencia condenatoria en medios de comunicación escritos como La Tercera, y a pagar los costos del juicio.

¿Qué dice Claro al respecto?

La compañía acusada emitió una declaración pública en la que aseveró que desde Claro “rechazamos terminantemente cualquier imputación tendiente a responsabilizarnos de acciones contrarias a la libre competencia por parte de nuestra empresa”, manifestaron.

Claro aseguró que, si bien aún no han sido notificados de la demanda, “probaremos en tribunales que no hemos incurrido en estas prácticas las cuales se alejan de nuestras políticas y principios. En Claro creemos y promovemos la sana competencia, el comportamiento ético en los negocios y el respeto irrestricto a los derechos del consumidor, por lo que adherimos a estrictas políticas de comportamiento operacional”.

“Claro es, además, un activo participante en las mesas de trabajo junto a Subtel y Sernac, las que buscan fomentar las mejores prácticas en la industria en beneficio de los consumidores”, finalizó la compañía.