El año 2016 fue uno difícil para Donato Giannotto. El vendedor tuvo que dejar de trabajar por completo debido a sus constantes ingresos al hospital por decaimiento y pérdida de la conciencia. Sus recuerdos de esa época son borrosos, pero recuerda que una mañana lo detuvo la policía, le realizó un control de aliento y lo arrestaron por conducir en estado de ebriedad. Pero él no había tomado una gota de alcohol en 20 años producto de su diabetes. Ese año más tarde sería diagnosticado con el Síndrome de la Cervecería Automática (ABS).

Pero ese no fue el comienzo, ni tampoco el fin, así lo revela Giannotto en un artículo testimonial escrito en el diario inglés, The Guardian.

Todo partió una noche de Halloween de 2015, mientras estaba cenando con su esposa Michelle en su casa en Nueva Jersey, momento en que empezó a sentirse mal y se fue a acostar. Minutos después, su señora lo encontró convulsionando y ahogándose con su propio vómito.

Al llegar de urgencias, los doctores le preguntaron a Michelle cuánto había bebido su marido, ya que sus órganos mostraban altos niveles de alcohol. Pero ellos nos solían comprar alcohol porque él padecía diabetes, así que la pregunta de los médicos los descolocó. A Giannotto le hicieron más análisis médicos, pero no arrojaron nada.

Lo único fuera de lo usual que había ocurrido en su vida durante el último tiempo, fue una operación de nariz ocurrida un mes antes, lo que terminó en una infección que fue tratada con antibióticos.

Así, sin respuestas o soluciones, Giannotto fue dado de alta. Pero él continuó con la energía por los suelos e incluso le costaba terminar su jornada laboral. Las llamadas a su esposa para que fuera a buscarlo eran recurrentes. Incluso, dos meses después del incidente, Giannotto le pidió matrimonio a Michelle. Se arrodilló, y antes de comenzar la frase "¿te quieres casar conmigo?", cayó inconsciente al suelo.

Durante 2016 tuvo que dejar su empleo y le indicaron usar oxígeno a cada hora del día durante los siete días de la semana. Ese año fue el arresto por conducir en estado de ebriedad, momento en que las dudas de su mujer comenzaron a surgir, ya que pensaba que Giannotto estaba consumiendo alcohol a sus espaldas.

Por esas cosas de la vida, el primo de Michelle, que es médico, había asistido a una conferencia sobre enfermedades extrañas y hablaron sobre el síndrome de la cervecería automática (ABS). Esta rara afección ocurre cuando los antibióticos comienzan a alterar la producción de bacterias, como la levadura del tipo de la cerveza, lo que produce que los carbohidratos ingeridos fermenten y se conviertan en alcohol.

Finalmente, a fines de 2016, Giannotto fue diagnosticado con ABS, recuperando su credibilidad frente a los que no pensaban que estaba sobrio. La policía retiró los cargos por conducir en estado de ebriedad y lo único que le recetaron los médicos fue dejar de consumir carbohidratos.

Pero eso no fue suficiente, la pareja consultó a más de 100 médicos de Estados Unidos y ninguno le supo dar una respuesta. A eso se le suman los cerca de 45 mil dólares en facturas hospitalarias, y la angustiante sensación de no saber qué pasaba en su cuerpo.

Siguió así hasta el día de su matrimonio, día en que, lejos de celebrar su unión, tuvieron que dirigirse al hospital para internar a Giannotto por pancreatitis. Ahí le inyectaron antifúngicos y luego de cuatro semanas, los niveles de alcohol comenzaron a bajar, y esta vez para siempre.