En nuestro país existen 90 volcanes potencialmente activos. De ellos, 60 tienen registro histórico de actividad, muchos con grandes erupciones, como el Puyehue en 1921, el Llaima en 1933, el Villarrica en 1984 o el Chaitén en 2008.

De acuerdo a información emitida por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), actualmente dos complejos volcánicos se encuentran en estado de Alerta Amarilla: Nevados de Chillán y Laguna del Maule. Esto quiere decir, que la actividad del volcán es inestable, con explosiones menores, aparición de fumarolas e incremento de los parámetros de monitoreo.

Considerando el peligro que representa esta realidad en Chile, la actualización tecnológica e implementación de recursos debe ser constante. El mismo Sernageomin presentó una novedosa tecnología, llamada videomapping (volcanes en 3D). Se trata de un sistema interactivo, visual y auditivo, utilizado para exponer los peligros volcánicos, principalmente en zonas aledañas a éstos y para la población flotante que los visita.

El formato es para uso técnico y científico en el Sernageomin, y también está disponible para todo público. Para poder presenciarlo, hay que acudir al Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS). Posteriormente, el objetivo es que sea de manera online y/o remota.

Alfonso Domeyko, director nacional Sernageomin, señala que este tipo de iniciativas corresponden a esfuerzos realizados por nuestros profesionales en el área de la divulgación volcánica, con el objetivo de mejorar la comprensión de fenómenos volcánicos en zonas expuestas. “El verdadero aporte de esta herramienta de divulgación es acercar el conocimiento científico a la comunidad de una manera didáctica, innovadora y con tecnologías usadas a nivel mundial, con el objetivo de concientizar sobre las implicancias que tiene convivir con volcanes activos y comprender claramente la diversidad de los peligros volcánicos en su contexto geográfico”.

Virginia Toloza, jefa de la Unidad de Geología y Peligros de Sistemas Volcánicos de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Sernageomin, establece que el videomapping consiste en una proyección animada de varios riesgos volcánicos en el volcán Villarrica (inicialmente), número uno en el ranking de riesgo volcánico de Sernageomin, “que se adapta a superficies reales para conseguir un efecto artístico y fuera de lo común, basado en los movimientos que recrea la animación de los procesos volcánicos sobre un modelo en 3D del volcán”.

Volcán Chaitén. En el país, existe registro de 60 volcanes que han presentado actividad.

Este trabajo se enfoca en la complejidad de imaginar cómo se generan y desarrollan algunos de los peligros volcánicos más violentos, “como los flujos piroclásticos, los lahares primarios y secundarios, flujos de lava, caída de bombas y ceniza”, explica Toloza.

Representación de procesos volcánicos

La iniciativa permite proyectar diversos tipos de coberturas como: imágenes satelitales, mapas geológicos, peligros volcánicos, límites comunales, entre otros, logrando una mejor comprensión de la información que contienen los mapas al ser proyectados en el modelo en 3D.

Sobre el proyecto en sí mismo, la animación digital representa en tres dimensiones los diferentes procesos asociados a los volcanes, acompañado de una voz en off que entrega datos claves de la generación y dinámica de los procesos que se van desarrollando simultáneamente.

Domeyko añade que siempre que tenemos la oportunidad de reunirnos con vecinos de localidades aledañas a volcanes, “hacemos hincapié en que debemos aprender a convivir con nuestros volcanes activos y estar preparados ante una futura crisis. Por eso, este tipo de trabajos ayuda a ese fin”.

El proyecto comenzó con el volcán Villarrica. El objetivo es expandirlo a otros volcanes en Chile.

Por ahora solo tenemos este producto para el volcán Villarrica, ya que es un ejemplo a nivel nacional de volcanismo activo, y cumple con el objetivo de representar los diversos procesos volcánicos, que ocurren frecuentemente en nuestro país. “Sin embargo, es posible hacer nuevas versiones en otros volcanes, la estructura y la tecnología ya están”, revela Toloza.

Toloza señala que esperamos pueda aportar en la educación de los fenómenos volcánicos que ocurren frecuentemente en nuestro país, con el fin de aumentar la conciencia y conocimiento respecto a los peligros volcánicos de zonas aledañas a sistemas volcánicos, “y con ello reducir el riesgo a los que está expuesta la comunidad y evitar una catástrofe producto de la poca comprensión de fenómenos naturales”.

Es decir, “que la gente al ver la animación pueda comprender cuáles son las zonas de más alto riesgo asociadas a un volcán, como las quebradas principales y la zona cercana al cráter, y tengan claridad de qué hacer en caso de una erupción”, argumenta Toloza.