Suena el despertador, te levantas de tu cama y lo primero que piensas es en hacerte una taza de café, aquella bebida caliente que sientes que te da la energía para iniciar una nueva jornada de trabajo o estudio.

Pues no eres el único. Numerosas investigaciones y sondeos han alertado que su consumo se encuentra en un constante ascenso a nivel mundial. Según explicó a El País la académica de medicina preventiva y salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, Esther López-García, “es la bebida que más se consume después del agua”.

Si bien, su penetrante olor es parte de la rutina de muchas personas, quienes incluso están dispuestas a esperar en una larga fila para conseguir uno, los efectos que este tiene son desconocidos para la mayoría.

Café. Foto: Shutterstock.

¿Cómo es mejor tomarlo? ¿A quienes no se les recomienda? ¿Por qué? Esas son solo algunas de las dudas que se han planteado los expertos durante los últimos años, por lo que han realizado estudios para descifrar las respuestas.

Los beneficios del café para la salud

En 2017, un equipo de especialistas publicó una recopilación de más de 200 metaanálisis en torno a esta temática. El resultado, disponible en el medio académico The BMJ, destacó que su consumo es seguro para la mayoría de las personas y que podría ayudar a disminuir los riesgos de enfrentar ciertos diagnósticos clínicos, como enfermedades cardiovasculares, neurológicas y algunos tipos de cáncer, entre otros padecimientos.

Aquello también aplica para el descafeinado. Según detallaron los investigadores, lo más importante para que sus beneficios hagan efecto es que se tome solo, es decir, sin azúcar, leche, crema u otros productos endulzantes que se encuentran en el mercado.

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Pero a pesar de esos puntos positivos, detallaron que aún se requieren más estudios para conocer si estas relaciones son causales y si podrían haber efectos adversos en casos particulares, como en las mujeres embarazadas, a quienes no se les recomienda tomar café en dosis elevadas, debido a que podría causar complicaciones en el nacimiento del bebé.

Aun así, hay otros beneficios que han sido confirmados por especialistas.

Sus efectos contra ciertos diagnósticos

Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition de Oxford analizó una muestra de 20.000 personas a lo largo de una década y concluyó que la ingesta de este bebida favorece a la longevidad, especialmente cuando se trata de personas mayores de 54 años.

Según explicó a El País una de las autoras y académica de la Universidad de Navarra, Estefanía Toledo, “el grueso de las enfermedades crónicas se produce en edades más avanzadas y es ahí donde el café puede tener un efecto más beneficioso”.

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Por otro lado, un equipo de especialistas del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) compartió una investigación en Springer Link, en la que aseguraron que la ingesta diaria de dos tazas o más puede ayudar a las mujeres mayores de 60 años a enfrentar diagnósticos como la hipertensión, la diabetes o la obesidad.

“Mucha evidencia científica en el ámbito de la dieta viene de estudios poblacionales, pero con esto es suficiente para dar consejos nutricionales a la población, a veces no necesitamos más”, dijo Esther López-García al medio español, para luego añadir que “ahora mismo no hace falta ningún ensayo clínico que demuestre que disminuye el riesgo de infarto”.

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Y a pesar de que, según El País, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó al café como “posiblemente cancerígeno para los seres humanos” durante unos años en la década del 90, una investigación publicada en The Lancet Oncology en 2016 concluyó que en ese momento “no había pruebas consistentes” para una asociación directa. Aunque sí advirtieron que el consumo de bebidas altamente calientes está relacionado con el cáncer de estómago.

Los eventuales riesgos del consumo

Pese a que López-García detalló que en dichos estudios “también se vio que en consumidores habituales de café no aumentaba el riesgo de hipertensión”, esto no aplica para todos los casos, ya que en algunos incluso puede incrementar la presión arterial.

”En consumidores habituales este efecto disminuye, se produce una habituación y priman los efectos beneficiosos de otros componentes del café, sobre todo en el metabolismo de la glucosa, que es lo que disminuye el riesgo de diabetes”, enfatizó, para luego añadir que entre las personas que podrían enfrentar riesgos severos, se encuentran quienes padecen una hipertensión no controlada, los individuos que tienen problemas digestivos después de beberlo y los pacientes que sufren de insomnio.

Café. Foto: Sinouk Coffee.

Respecto a qué variedad es mejor para la salud, desde el sitio especializado Directo al paladar detallaron que es clave “apostar siempre por café de tueste natural”, mientras que en cuanto a la cantidad de tazas que se pueden tomar al día, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine sentenció que entre 3 y 5 puede ayudar a “una reducción del riesgo de varias enfermedades crónicas”, aunque con la posibilidad de tener efectos no deseados, tales como nerviosismo o temblores.

Café. Foto: Beans Coffee Club.

La aparición de esas u otras reacciones puede depender según el organismo de cada persona. No obstante, los especialistas consideran que una medida estándar sería de 40 a 300 mg para contrarrestar situaciones como la fatiga o incrementar un estado de alerta. En el caso de las mujeres embarazadas, recomendaron no superar los 200 mg.

Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un médico especialista para evaluar el estado de salud de cada individuo.