En la noche de este viernes 26, la escena de la música urbana chilena se remeció tras el anuncio del fallecimiento de Gabriel Zúñiga, cantante del género mejor conocido como Galee Galee. El intérprete se encontraba internado en el hospital Félix Bulnes, luego de sufrir diversas lesiones de gravedad. Tenía 29 años.

Según fuentes consultadas por Culto, atravesaba un complejo momento personal, lo que dejó entrever a través de un último mensaje en su Instagram.

Otros contemporáneos como Polimá WestCoast y Pailita han reaccionado conmovidos ante la noticia.

Gabriel Zúñiga nació en 1994, en el seno de una familia de escasos recursos en la comuna de Pudahuel. Desde su infancia tuvo un interés por el futbol, y por un tiempo entrenó en las escuelas de cadetes de la Universidad de Chile, a pesar de sus sueños de jugar para Colo Colo. Problemas familiares y mudanzas lo obligaron a dejar el deporte, y luego de pasar un tiempo dedicándose a los estudios, decidió abandonarlos y emprender su propio camino.

Al mismo tiempo que perfeccionaba sus dotes en el deporte, hacía sus primeras incursiones en el mundo de la música. En una entrevista con el youtuber Diego González, Zúñiga recuerda haber hecho sus primeras canciones a los 12 años junto a sus sobrinos. Previo a esto, había crecido escuchando junto a su hermano a artistas como Michael Jackson, Los Prisioneros y algunos temas de rap, “aquellos que realmente muestran la verdad sobre lo que pasa”, según describe en una entrevista con CNN Chile realizada el año pasado.

En conversación reciente con Chilevisión, también había aludido a Michael Jackson como uno de sus referentes al partir: “Todo el mundo aquí escucha música. Michael Jackson fue el mejor e igual tuvo sus fallas, pero la gente lo recuerda como una ficha, nadie es perfecto”, dijo.

Por otro lado, en una entrevista concedida al medio X, Zúñiga recuerda “haber hecho de todo”, pero su principal oficio fue la peluquería. Por años trabajó cortando el pelo a conocidos desde un departamento en la comuna de Pudahuel, y fue allí donde empezó a conocer a personas enfocadas en la música, al mismo tiempo que pasaba en estudios grabando las canciones que escribía en momentos de aburrimiento.

“Las poníamos para escuchar entre amigos de ‘mira lo que hice’, la mostraba no con tanta fe, pero hasta que mis amigos y mi hermano dijeron ‘qué está bueno, ponla de nuevo”, ahí empezamos a escuchar y nos decíamos ‘vamos a grabar otra’ y así empezamos”, contaba en una entrevista con La Cuarta realizada el año pasado.

Un tiempo después abrió junto a un amigo una barbería, a la cual le pusieron el nombre Flow Yakuza, inspirados por la estética japonesa. Esta rápidamente se volvió en el punto de encuentro de varios jóvenes con un interés similar en el género urbano, y su nombre luego empezó a difundirse entre los círculos del underground de la escena. Pronto el lugar vería nacer al colectivo Yakuza Mafia, conformado por Zúñiga, Jey-D, Jevn Pvul, Piero 47, Wapo, Givens, Moeazy, Dbs, entre otros.

Su nombre empezó a hacerse conocido en estos círculos por los spanish remixes que sacaba, reversiones de hits del trap estadounidense/anglosajón con letras al español. Uno en particular, Mami no estés triste, junto a El Bai, Jxny, King Savagge y Jaudy, en base a la canción Skechers del rapero estadounidense Dripreport, logró hacerse tendencia, y llegó a los oídos de diversos productores.

Su carrera explotó en 2022, firmando un contrato con el sello Sony Music a principios de ese año y meses después debutando en los escenarios festivaleros, dando una presentación junto a Polimá Westcoast en el tercer día del Lollapalooza Chile. Durante mayo y junio voló a España, siendo parte allí del Infierno Festival en Granada y grabando una colaboración junto al hispano JC Reyes titulada SCARFACE.

Después de esta expansión internacional, el músico comenzó a adelantar lo que sería su próximo álbum, Abbynoor, titulado en homenaje a su hija nacida en febrero. Partió 2023 con los singles DIOSA e IGUAL A MÍ, cuales lo vieron compartir un instrumental junto a artistas como Ithan NY y Tunechikidd. Llegó a tener 700 mil oyentes mensuales en Spotify.

Hasta que ocurrió un episodio áspero: una funa. El despegue pareció desvanecerse. Durante esta semana, algunas publicaciones fueron realizadas en redes sociales, acusándolo de haber sido infiel a sus parejas. Zúñiga intentó apagar los ánimos, señalando a través de un comentario en las plataformas que la gente dejara de acosar, y luego implorando tranquilidad en lo que sería su última historia de Instagram.

En una entrevista con el podcast CNN Magazine realizada en septiembre del año pasado, Zúñiga fue preguntado por la necesidad de ser tajantes con respecto a las personas que cometían una equivocación. Ahí tuvo dificultades para contestar, pero luego reflexionó: “Yo creo que con criterio y haciendo bien todas las cosas, yo creo que se puede llegar a alguna acuerdo. Falta humanidad, porque la gente ya no esta ni ahí”.

En otras entrevistas, también resaltaba que el mundo del trap debía encontrar y transmitir un mensaje positivo, sin involucrarse en trifulcas ni enfrentamientos: “Los artistas movemos masas y tenemos que tratar de dar el mejor mensaje y sacar a la gente de la volá. Motivar a los cabros, que si no quieren estudiar hagan música o algo sano, porque es arte”, aseguró a CHV.

En lo concreto, este fue su último mensaje en la red social para contrarrestar la funa:

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