Stephen Curry sigue escribiendo su historia en la NBA. La noche de este martes consiguió batir el récord de triples anotados por Ray Allen en su carrera. En el triunfo sobre los New York Knicks, el basquetbolista alcanzó los 2.977 triples, batiendo la marca de Allen de 2.973.

Pero para llegar a este momento, el basquetbolista debió esforzarse para poder concretar sus sueños. Y lo mejor de todo es que aún le queda tiempo para seguir consiguiendo logros.

Su vida en el básquetbol comenzó al alero de una familia totalmente dedicada al deporte. Su madre, Sonya Curry destacó como voleibolista, mientras que su padre Dell le mostró la actividad del baloncesto al ser también jugador de la NBA durante 16 temporadas.

Fue él quien lo acercó a las grandes figuras de la categoría, llevándolo a los estadios, donde pudo realizar sus primeros lanzamientos al aro.

Y su formación también estuvo ligada al básquetbol, siendo parte de los equipos estudiantiles de Queensway Christian College en Ontario y en su educación secundaria defendiendo al Instituto Charlotte Christian.

Ya en la universidad fue parte de los Wildcats del Davidson College tras conseguir una beca. Allí jugó tres temporadas en la NCAA, finalizando como el segundo mejor anotador del país por detrás de Kevin Durant.

El paso al profesionalismo

Su llegada a la máxima categoría del básquetbol estadounidense no estuvo exenta de algunas dudas. El base, pese a mostrar la habilidad y precisión necesaria para la competencia debió enfrentar los cuestionamientos por su estatura y desarrollo físico. La solución, entonces, fue trabajar aquellos aspectos que le permitirían destacar más adelante. La habilidad, la técnica, la precisión.

Así, consiguió dar uno de los pasos más importantes en su carrera. El 2009 fue elegido en la séptima posición del draft de la NBA por los Golden State Warriors, firmando un contrato de 12.7 millones de dólares por cuatro temporadas, ocupando la camiseta número 30, la misma que ocupó su padre.

Su relación con los Warriors se consolidó para la temporada de 2012/13. En la campaña anterior Curry sufrió con una lesión en el tobillo derecho, pero a pesar de esto, el club le demostró su confianza renovando su contrato por cuatro años más por 44 millones de dólares.

Esto le entregó la seguridad necesaria para que explotara en la competición. En ese año marcó su máxima marca personal con 54 puntos en un partido y batió el récord de triples de la NBA, dejándolo en 272.

La consagración llegó en 2015. La llegada del técnico Steve Kerr le dio al equipo una nueva forma de juego que le permitía a Curry tener una mayor libertad para lanzar. Los Warriors terminaron la temporada con 67 victorias y el base fue elegido como MVP de la temporada tras registrar un promedio de 23, 8 puntos, 7,7 asistencias y 2 robos por partido.

En la final de los playoffs contra los Cleveland Cavaliers, anotó 37 punto en el quinto partido y en el sexto Golden State consiguió su primer título en 40 años. En esta final Curry promedió 26 puntos y 6,3 asistencias por partido.


Ya en 2021 los récords no pararon. En el inicio de la temporada se convirtió en el tercer jugador en llegar a los 2.500 triples, siendo el más joven en conseguirlo. En marzo, se convirtió en el jugador con más asistencias de la historia de la franquicia, al superar las 4.855 de Guy Rodgers. También encadenó 11 partidos consecutivos anotando más de 30 puntos, entre otros logros.

Ahora volvió a romper una nueva marca al dejar atrás los 2.973 triples de Allen y sentenciar los 2.977 lanzamientos de tres puntos a su cuenta que seguirá creciendo.

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