Se acabó la maldición. Universidad Católica vuelve a estar dentro de los 16 mejores equipos de América. Después de 10 años de lamentos, decepciones y también mala suerte, los cruzados consiguieron por fin clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores, el torneo de clubes más importante a nivel continental.

Un objetivo que se hizo tremendamente esquivo en el último tiempo para los de la precordillera, pero también para el fútbol chileno, en general. El tricampeón puede no haber brillado como en años anteriores, pero consiguió superar la fase de grupos en una zona muy pareja, con Argentinos Juniors (el otro clasificado), Nacional de Montevideo y Atlético Nacional de Medellín, el favorito que salió último.

Los estudiantiles dieron vuelta la situación y hoy celebran un anhelado premio, tanto en lo deportivo como en lo económico. ¿Qué viene para la UC ahora? ¿Qué cuentas saca el monarca chileno? ¿Cuánto se afirma Gustavo Poyet en la banca? Evidentemente, el panorama se aclara para los de la franja y para el técnico uruguayo.

Tras la derrota ante Melipilla, la tercera consecutiva, los cruzados tocaron fondo. La desesperación del charrúa era evidente. “¿Qué es lo ideal? Lo ideal sería no jugar por 25 días para poder entrenar y probar otras cosas para ayudar al equipo, pero la situación es esta y la aceptamos tal cual”, dijo Poyet tras caer por 2-0 ante los Potros, en La Calera. Aquella reflexión parecía sentenciarlo, ya que la UC tendría dos partidos por semana y no había de adónde sacar tiempo. Sin embargo, el equipo cambió drásticamente cuatro días después, cuando venció con solidez y brillo al Bolso, en San Carlos de Apoquindo, por 3-1.

El escenario ahora es mucho más auspicioso para Poyet, quien siempre se excusó en la falta de tiempo para explicar los malos resultados. Ese tiempo que tanto necesitó, ahora lo va a tener. El receso por la Copa América le permitirá al ex DT del Sunderland tener varias semanas para plasmar su idea. Pese a que los resultados en el Torneo Nacional no han sido los mejores, la campaña de la Católica tampoco ha sido mala. De hecho, está a solo un punto de los líderes y eso que se encuentra en proceso de adaptación a una nueva forma de jugar. En ese sentido, los estudiantiles tuvieron la suerte de que ninguno de sus rivales se escapó en la lucha por el título, lo que les permite tener intactas las opciones de lograr el tetracampeonato.

Y ahora, con tiempo para entrenar, la UC de Poyet tiene la gran chance de reforzar lo bueno y corregir errores, para volver muy en forma tras la Copa América, tal como lo hizo en 2020, cuando el equipo, comandado por Ariel Holan, marcó grandes diferencias futbolísticas con el resto, tras el retorno a la competencia, después de cinco meses sin actividad debido al coronavirus. Poyet también espera sacarle el máximo provecho. Hasta ahora, pese a los cuestionamientos, ya consiguió dos de los tres objetivos que le fijó el directorio: ganarle la Supercopa a Colo Colo y pasar a octavos de ronda en la Libertadores.

Gustavo Poyet y Juan Cornejo consuelan a Andrés Andrade, tras la victoria de la UC sobre Atlético Nacional (Foto: Agenciauno)

Dinero fresco

Por otro lado, económicamente, en Cruzados también sacan cuentas alegres. Si bien el logro deportivo es lo más trascendental, el premio en dinero también aparece como un refresco para las arcas del club, sobre todo, por la compleja situación económica que vive el fútbol chileno, en general, producto de la pandemia de Covid-19.

El tricampeón se embolsó US$ 1.050.000 por clasificar a los octavos de final de la Libertadores. Si a eso se suman los US$ 3 millones que ya ganaron por disputar la fase de grupos, la caja mejora cuantiosamente.

Por ahora, en la precordillera no se plantean gastar ese dinero en refuerzos. Aquel escenario podría darse si es que se producen algunas ventas o salidas de jugadores, lo que, por ahora, no está contemplado en San Carlos de Apoquindo. Aunque, como siempre dice José María Buljubasich, gerente deportivo, no se cierran a ninguna posibilidad de mercado, si es que es atractiva y conveniente para el club.

Mientras tanto, el conjunto de la franja se prepara para recibir a Cobresal, este domingo, en San Carlos de Apoquindo. Católica quiere redondear esta semana de gloria con un triunfo que la mantenga firme en la pelea por la corona. Luego, la atención se centrará en el martes 1 de junio, cuando se sorteen los octavos de final de la Copa Libertadores y los cruzados conozcan a su próximo rival. Será una hora de decisiones para los de franja en el terreno internacional: ir por más o darse por pagados después de llegar a los octavos de final.