Felipe Loyola se ganó un nombre en el fútbol argentino. A estas alturas, no es exagerado plantear que es uno de los mejores volantes defensivos del medio transandino. Su relevancia en Independiente trasciende, incluso, las labores meramente destructivas. Es tal el nivel de confianza que refleja el chileno que hasta se da maña para buscar el arco rival.

En el estadio Libertadores de América (que también lleva el nombre de Ricardo Bochini, la principal leyenda del club), sus aciertos se corean con la misma expresión que han inspirado todos los jugadores nacionales que han militado en el exigente medio vecino. “Chileeeeno, chileeeeno”, se suele escuchar ante cada presentación relevante que realiza.

¿Otro chileno al Bayern Múnich? La figura de la Roja que tienta al gigante alemán

A los 24 años, después de surgir en las inferiores de Colo Colo, encontrar continuidad en Fernández Vial y explotar en Huachipato, Loyola parece estar ad-portas del principal salto de su carrera. En Argentina aseguran que el Bayern Múnich está decidido a contratarlo. En gran parte, por las condiciones del polifuncional jugador nacional y, quizás, también influido por el buen recuerdo que dejó el paso de Arturo Vidal por el club.

La cifra que alcanzaría la operación es estratosférica, pero perfectamente abordable para uno de los clubes más sólidos del mundo: US$ 15 millones. “Su cláusula es de 15 millones de dólares, dinero que estaría dispuesto a pagar el Bayern en el próximo mercado. En el caso de que se vaya por ese monto, al Rojo le ingresarían 7,5 millones (la otra mitad le queda a Huachipato) el quíntuple de lo que lo pagó hace menos de un año atrás“, publica TyC Sports.

Tal como publicó El Deportivo en su oportunidad, los acereros guardaron una porción clave de los derechos económicos sobre el jugador, precisamente apostando a su éxito al otro lado de la cordillera. Cuando Independiente se quedó con Loyola, se acordó el pago de US$ 2,5 millones por la mitad de su pase. El resto sigue en manos del club de la usina.

En la operación se estableció una cláusula que obliga a vender al jugador ante una oferta igual o superior a US$ 5 millones. Sin embargo, las expectativas iniciales son altamente superadas por la valoración actual del jugador.