A tres años de su desaparición: las dudas que persisten en el caso de Tomás Bravo

Actualmente, la fiscalía trabaja en dos aristas buscando culpables en la muerte del menor. Por un lado, el lunes 22 de enero, el Juzgado de Garantía de Arauco decidió aplazar la preparación del juicio oral por el delito de abandono en contra del abuelo del niño, Jorge Escobar; y, por otra, la fiscal regional de Los Ríos, Tatiana Esquivel, busca al responsable directo del crimen.


En Caripilún, en la Región del Biobío, a principios de año del 2021, Tomás Bravo desapareció. Aún no cumplía tres años cuando quedó sólo en medio del predio rural de su familia y sin resguardo de un adulto. El caso conmovió a gran parte del país y era de preocupación general lo que pasaba con su búsqueda, la cual culminó cuando la PDI informó que su cuerpo se había encontrado sin vida.

Hoy el menor tendría cinco años y han pasado tres años desde ese hecho. Aún no hay responsables por la muerte del niño y, por el contrario, la cadena de errores durante la investigación han dilatado el caso, hasta el punto de comenzar una nueva causa -hace tres meses- en otra fiscalía y con otra persecutora a cargo.

Así, actualmente el caso está siendo enfrentado desde dos aristas. Una que apunta al abandono del menor, y otra, que acusa la sustracción, ambas con resultado de muerte. Esta última es la que comenzó en noviembre del 2023, luego de que el fiscal nacional, Ángel Valencia, haya nombrado a cargo de esa arista del caso a Tatiana Esquivel, fiscal regional de Los Ríos (la misma que ahora investiga el accidente del expresidente Sebastián Piñera). Reemplazando así a su par, Marcela Cartagena, fiscal regional del Biobío, quien tenía a su cargo todas las investigaciones hasta el momento.

Aun así, Cartagena sigue llevando la causa que dice relación con el delito de abandono, la que apunta al tío abuelo del menor, Jorge Escobar. Este es el único formalizado que existe en el caso, quien arriesga una pena de 10 años de cárcel.

Los hechos concretos que permiten que esta arista haya avanzado, es que el día 17 de febrero de 2021, según relatos de los familiares, el niño salió junto a su tío abuelo a trabajar con los animales de su predio. Estando ya lejos de la casa, uno de los animales se arrancó y Jorge Escobar salió a buscarlo, dejando al menor solo.

La investigación de esta arista se terminó a fines del año pasado y actualmente se encuentra en etapa de preparación juicio oral. Dicha audiencia se iba a realizar el 22 de enero de este año, sin embargo, el Juzgado de Garantía de Arauco decidió aplazar la instancia para el 1 de abril, luego de que la defensa haya pedido ese tiempo dado que no estaba al tanto de la carpeta investigativa del caso. En esta se encuentran como querellantes el Ministerio Público, Defensoría de la Niñez y el padre de la víctima, patrocinado por la fundación Amparo y Justicia.

Lo que se investiga en la otra arista, ahora dirigida por la fiscal Esquivel, apunta a una revisión de los peritajes hechos por su predecesora. La causa está vigente, pero desformalizada, por lo que aún no se apunta a nadie por el delito de sustracción del menor.

Los hechos que investiga la persecutora de Los Ríos suponen una mayor complejidad. Primero, por el hecho que es una causa que se toma casi a tres años del crimen y porque su principal fuente de pruebas ya han presentado contradicciones en los resultados de los informes que se les han hecho.

La cadena de errores

La fiscal Marcela Cartagena fue removida de una de las aristas del caso luego de profundas críticas a su labor en la investigación, que incluso llevó a que el diputado Leonidas Romero (ex RN) presentara un requerimiento ante la Corte Suprema para sacarla de su cargo como jefa de la Fiscalía del Biobío. En esta, apuntaba a una “falta de prolijidad “en la investigación sobre el caso de T.B., entre otras causas”. Finalmente, la acusación fue desestimada por el máximo tribunal.

Anteriormente, en base a oficios que la misma fiscal tuvo que realizar durante la tramitación del requerimiento en la Corte, esta hizo un mea culpa y atribuyó a “responsabilidades compartidas en cuanto a cómo se enfrentaron los primeros pasos de esta indagatoria”, emplazando a los otros dos persecutores que la precedieron, Carolina Molina y José Ortiz. En esta detalla, por ejemplo, la tensa relación que existía con la PDI, que finalmente fueron causa de las irregularidades en el tratamiento de las pruebas. La fiscal del Biobío dijo que “seguramente la falta de liderazgo de la fiscal Molina los primeros cinco días de búsqueda y la intervención de “muchas manos” desde la PDI, en ese mismo lapso, que proponían cursos investigativos desesperados y algo ansiosos, conspiraron para que se obtuviera un resultado investigativo definitivamente irregular”.

Jorge Escobar, tío abuelo de Tomás Bravo.

En esa misma línea, la toma de muestras también fue una causa de los confusos resultados de los informes de estas, ya que, se mezclaron seis piezas de ropa en una misma bolsa. Esta acción habría dificultado las indagaciones de ADN de estas prendas, en parte, es por eso que las pericias hechas en estas prendas tuvieron resultados que se contradecían.

Así, en abril del 2021 se entregó el resultado de los peritajes del SML, donde se dio a conocer que la muerte fue provocada por hipotermia e inanición y que la data de muerte fue de 5 días después de su desaparición. Además, en ese mismo informe se contaba la “total ausencia de los fluidos buscados”, descartando de alguna forma una agresión sexual por parte del tío abuelo.

En julio de 2023 se reformalizó a Escobar, esta vez por el delito de abandono de menor con resultado de muerte, quedando a la espera de la audiencia de preparación de su juico oral el 1 de abril de este año.

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