Álvaro Peralta Sáinz
Cronista gastronómico.

Crítica gastronómica de Don Tinto: Pedro es una Pizza, y bastante buena

28 sep 2024 06:01 AM

Crítica gastronómica de Don Tinto: Pedro es una Pizza, y bastante buena. Foto: Instagram Pedro es una Pizza.

Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Aunque los napolitanos aseguran que la suya es la única y verdadera pizza, lo cierto es que hay varios estilos de esta preparación alrededor del mundo. Está por ejemplo la romana, al corte, siempre cuadrada. También existe la pizza al estilo Chicago, con una masa honda y crujiente que le permite tener mucho relleno. Otra muy particular es la de media masa en Argentina, alta y con muchísimo queso. Todo lo contrario a la pizza de New Haven, en Connecticut, donde la masa es delgadísima, casi chiclosa, y con muy poco queso añadido. Y claro, está la muy famosa pizza neoyorquina, también de masa fina pero con un borde más grueso y que se suele comer doblada y de pie.

Justamente este último estilo es el que se desarrolla en este pequeño local ubicado en la calle Santa Isabel. De hecho, en este lugar todo apela a Nueva York y sus pizzas. Las fotos colgadas en la pared, las cajas de pizza neoyorquinas enmarcadas, un televisor que no para de emitir imágenes de la Gran Manzana, los servilleteros, los especieros con aliños para las pizzas y -por supuesto- los triángulos de pizza listos para ser consumidos. O mejor dicho, las “slices”.

Así las cosas, revisé la oferta del momento en una vitrina y decidí partir con una porción de Plain Queso ($2.200) más una bebida ($1.500). Tras una breve pasada por el horno llegó a mí un triángulo bien grandote de una pizza de masa delgada pero borde aireado y grueso, con la clásica mezcla de salsa de tomates, queso mozzarella y un toque de orégano servida en un plato de cartón y con algo de queso parmesano rallado por encima. En resumen, una pizza al estilo neoyorquino con todas sus letras. Acto seguido, no quedó más que tomarla con la mano y doblarla levemente para comerla. Muy buena pizza, sin exceso de ingredientes pero bien sabrosa y cómoda para degustarla de pie en un mesón con vista a la calle.

Pero había que probar algo más, así que seguí con un trozo de Nostálgica ($2.500), que llevaba salsa de tomates, mozzarella, tomate, ají verde, aceitunas, albahaca, orégano y el toque de parmesano. Muy rica y claramente menos neoyorquina por llevar ají verde, pero andaba bien. Sin el tomate, que no se cocinó mucho, habría estado mejor. Al final probé la Hot Pepperoni ($2.500), con salsa de tomates, mozzarella, pepperoni, cebolla, ciboulette, parmesano y un ligero baño de miel picante. La verdad, funcionaba muy bien.

Qué más se puede decir. Buena pizza, buena estética y buenos precios. En una vereda más concurrida de la ciudad, seguro sería un hit. Aunque ojo, siempre resulta extraño que te pidan propina en un autoservicio y lamentablemente se está haciendo demasiado habitual.

CONSUMO TOTAL: $8.700