Latinoamérica y Ecuador se transforman en las regiones con mayor concentración de homicidios

A fines del año pasado, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) publicó su IV Estudio Mundial sobre Homicidios. El informe, basado en datos de los últimos años, arrojó que Ecuador se convirtió en el país latinoamericano con mayor concentración de homicidios en 2022, con una tasa de 26,99 por cada 100 mil habitantes. Por su parte, Chile, con 6,7 homicidios cada 100 mil habitantes, se posicionó por debajo del promedio de 9,3 de la región.

Chile superó a Argentina el año 2022 y subió de posición en el ranking de países con mayor concentración de homicidios de la ONU. A esto se suma que el año 2023 terminó con 3.126 denuncias por delito de homicidio ante el Ministerio Público, la cifra más alta registrada en cinco años.

Respecto a la violencia en la región, el estudio arrojó que América Latina y el Caribe concentraron el 27% de los 458.000 homicidios registrados en 2021 en el mundo. La Onudd también indicó que “América Latina y el Caribe no sólo tiene sistemáticamente la tasa de homicidios más alta de todas las subregiones, sino que también tuvo la mayor proporción de homicidios relacionados con la delincuencia organizada en todo el mundo en 2021″.

El informe detalla que ocho de los diez países con las mayores tasas de este tipo de delito se encuentran en América Latina y el Caribe. Además, esta zona posee la mayor proporción de homicidios relacionados a armas de fuego a nivel global: en 2021 se registraron al menos 89.100 homicidios de este tipo en la región, y en la subregión de Sudamérica la proporción de asesinatos por herida de bala fue de 12,7 por cada 100 mil habitantes.

Según el estudio de la Onudd, Ecuador alcanzó por primera vez la mayor cifra de concentración de homicidios a nivel latinoamericano: con un promedio de 27 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2022, se posicionó por sobre Colombia, que alcanzó 25,4 en el mismo año 2022, y por delante de Brasil, con 22.

Ecuador registró el aumento más pronunciado de homicidios en toda la región: 470% entre 2016 y 2022. La Onudd también concluyó que el año 2022 fue particularmente violento y casi dobló los 2.496 asesinatos contabilizados el año anterior.

Para Pilar Lizana, el aumento de homicidios en países de la región se debe a “la inestabilidad política y la debilidad institucional de los Estados. Un ejemplo es lo que pasa en Ecuador, un estado relativamente estable y seguro que decretó estado de emergencia. Eso tiene que ver con la acción del crimen organizado transnacional y su involucramiento con el crimen organizado local”, explicó.

Al contrario de Ecuador, fueron varios los países que registraron descensos más o menos marcados en sus cifras de asesinatos. El principal fue Venezuela, que con una reducción del 60% llegó a un promedio de 19,3 en 2021, mientras que Perú bajó 27%, con 6 homicidios cada 100 mil personas en 2020.

Por su parte, Argentina con 4,3 y Paraguay con 7 también redujeron sus cifras en 2022, mientras que Uruguay subió su tasa a 11,2 homicidios cada 100 mil habitantes. Por último, Bolivia se posicionó como el país con menor concentración de homicidios con un promedio de 4 cada 100 mil habitantes.

La Onudd destacó la correlación entre la presencia de grupos criminales y los rápidos brotes de violencia homicida. Sobre esta relación, Germán Díaz dice que “tiene que ver con la geopolítica del narcotráfico y del crimen organizado. Latinoamérica es el gran productor de cocaína y de materia prima para fabricar, por ejemplo, sustancias sintéticas”, comenta.

El académico también menciona otro factor que influye en este tipo de delitos: “Latinoamérica es el continente más desigual del mundo. Habría que preguntarse en qué medida la desigualdad contribuye a las expresiones de violencia y a la criminalidad”, explica.

Por otra parte, el Primer Informe Unificado sobre Homicidios Consumados, publicado en julio de 2023 por el Ministerio Público, Carabineros y la Policía de Investigaciones, indicó que el promedio de homicidios durante 2022 en Chile fue de 6,7 cada 100 mil habitantes.

El estudio reveló también que “hay una tendencia al cambio en la principal arma utilizada, mientras en 2019 el arma blanca representaba un 42,7% y las armas de fuego un 38,2%, en 2022 estas últimas llegan a un 53,9% y las armas cortopunzantes caen a 31,9%”.

Germán Díaz, académico del Centro de Seguridad Urbana de la Universidad Alberto Hurtado, menciona otro factor preocupante: “No se distribuye igual en todas las regiones. En Tarapacá la cifra alcanza 17 homicidios por cada 100 mil personas, siendo la región con más tasa de homicidios”, explica.

Pilar Lizana, investigadora de AthenaLab, sostiene que esto se debe a un cambio en la figura del homicidio, asociado a “actividad del crimen organizado en busca de poder y control territorial, más que el desenlace en homicidio de alguna riña o de algún tipo de delito asociado a delincuencia común”.

Respecto al aumento de denuncias de homicidios, Lizana concluyó que “es importante avanzar en políticas y acuerdos transversales para que el estado vuelva a tener la fortaleza que se requiere para perseguir estos delitos”.

Los primeros homicidios del año en Chile se registraron la madrugada del 1 de enero. Una balacera en una discoteca en la comuna de Recoleta dejó a dos ciudadanos peruanos muertos y otros cuatro heridos. A esto, se sumó la muerte de un hombre por herida de bala en Puente Alto y otro fallecido tras recibir una puñalada afuera de una botillería en Talca, Región del Maule.

Según información disponible en la plataforma STOP de Carabineros, en la semana 1 del año 2024 se registraron 16 homicidios, mientras que, en la misma semana del año 2023 se registraron 27. En lo que va de la segunda semana del año se ha sumado el hallazgo de tres cadáveres con impactos de bala en la vía pública en la comuna de San Bernardo.

Según Pilar Lizana, de Athenalab, el inicio de año fue “sumamente violento, tuvimos muchas muertes. En general lo que vimos en esos casos puntuales tiene que ver con ajustes de cuentas, eso es lo que está marcando a los criminales asociados al delito de homicidio”, expresó.

En Argentina, el primer día de 2024 se vió marcado por el crimen de Tomás Fello. El joven de 18 años murió de una puñalada en el pecho mientras recibía una golpiza de un grupo de jóvenes. El mismo día, en la ciudad de La Plata, Isaías Córdoba (14) fue asesinado de un balazo en la cabeza mientras iba de camino a su casa.

Según informó el medio peruano La República, las primeras horas del 2024 en Perú dejaron 3 muertes por sicariato en la región de La Libertad. Igualmente, en el distrito de Huaura, un hombre murió tras recibir cinco disparos por la espalda tras abandonar una fiesta de año nuevo.

En Colombia, solo en el departamento de Antioquia se registraron nueve asesinatos en el primer día de 2024, según información publicada en el sitio El Colombiano.

Según cifras oficiales que Associated Press obtuvo de la policía local, el 2023 en Ecuador terminó con 7.600 asesinatos, frente a 4.426 de 2022, dando una tasa de 40 homicidios cada 100 mil habitantes

La escalada de violencia continuó la primera semana de 2024. Solo durante el 1 de enero se registraron 50 muertes violentas en el país. La cifra dobló la cantidad de muertes de este tipo registradas el primer día de 2023, de acuerdo a datos del Ministerio del Interior de Ecuador.

Las cifras del año nuevo dan cuenta de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador. A menos de 10 días de iniciado el nuevo año, su presidente, Daniel Noboa, decretó estado de “conflicto armado interno”, medida que incluye toque de queda durante dos meses, en una crisis marcada por la fuga de José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, el criminal más peligroso del país, y de Fabricio Colón Pico, líder de la banda Los Lobos, quien había sido capturado en enero luego de que la fiscal general del Estado ecuatoriano, Diana Salazar, denunciara un presunto plan para atentar en su contra.