“Les dispararon como si fuera un campo de tiro”: el drama de los asistentes a concierto que murieron a manos de Hamas

Milicianos palestinos transportan a una civil israelí capturada desde el kibutz de Kfar Azza a la Franja de Gaza, el 7 de octubre de 2023. Foto: AP

Este domingo el servicio de rescate israelí Zaka indicó que sus paramédicos recuperaron unos 260 cadáveres de un festival de música que fue atacado por milicianos palestinos.


Se suponía que el evento al aire libre Festival Nova, realizado en una zona rural de cultivo cerca de la frontera entre Gaza e Israel, sería una fiesta de baile que duraría toda la noche, celebrando la festividad judía de Sukkot. Comenzó a las 23.00 horas del viernes y duró toda la noche con miles de asistentes, en su mayoría israelíes de entre 20 y 40 años. Pero cuando amaneció, Gibly dijo que comenzaron a escuchar sirenas y cohetes.

Los cohetes comenzaron a caer alrededor de las 6:30 am del sábado, dijo Tal Gibly a CNN. Treinta minutos más tarde, ella y cientos de personas que asistían a un festival de música en Israel estaban corriendo mientras militantes de Gaza les disparaban. “Ni siquiera teníamos ningún lugar donde escondernos porque estábamos en (un) espacio abierto”, le comentó a la cadena estadounidense. “Todos entraron en pánico y comenzaron a tomar sus cosas”.

Se pueden escuchar explosiones en un video tomado por Gibly de ella y sus amigos caminando por los terrenos de conciertos que se vacían rápidamente, a aproximadamente 3 kilómetros de la frontera con Gaza. “Ima’le”, se oye decir a alguien, una expresión común israelí de miedo o sobresalto. Gibly y los demás no lo sabían, pero a menos de 3 kilómetros de distancia, los militantes palestinos también habían comenzado a atacar tanques y soldados israelíes.

Shani Louk, una alemana de 22 años residente en Israel que asistía al Festival Nova, es la mujer cuyo cuerpo semidesnudo boca abajo pasearon milicianos de Hamas en una camioneta.

Gibly le dijo a CNN que corrió hacia el bosque y finalmente se subió a otro automóvil que pasaba por allí. Vio a varios muertos y heridos a los lados de la carretera. “Tengo muchos amigos que se perdieron en el bosque durante muchas horas y les dispararon como si fuera un campo de tiro”, comentó.

Una de las asistentes del festival, Gili Yoskovich, se escondió debajo de un árbol mientras todo a su alrededor se teñía de sangre. Con los ojos cerrados y refugiada escuchaba el zumbido de las balas y el estertor de la muerte a su alrededor. Así estuvo durante tres horas.

En diálogo con la BBC la sobreviviente contó: “Iban árbol por árbol y disparaban. En todos lados. De dos lados. Vi gente muriendo por todas partes. Estaba muy callado. No lloré, no hice nada”. Se escuchó a militantes de Hamas abrir una “gran furgoneta” para agarrar más armas y permanecieron en la zona durante tres horas. Debajo del árbol, Yoskovich pensaba en sus hijos y se decía a sí misma “aún no es hora de morir”.

Este domingo el Servicio de Identificación de Víctimas de Desastres (Zaka), una organización de voluntarios reconocida por el Gobierno israelí que está encargada de la retirada de cuerpos de los fallecidos, indicó que sus paramédicos recuperaron unos 260 cadáveres de asistentes al concierto de música electrónica trance cerca del kibutz Reim, en pleno desierto del Neguev. Se espera que la cifra total sea mayor ya que otros equipos de paramédicos estaban trabajando en la zona.

Una de las asistentes del festival, Gili Yoskovich, se escondió debajo de un árbol mientras todo a su alrededor se teñía de sangre.

Un vídeo difundido en las redes sociales y por medios de comunicación israelíes mostraba a docenas de asistentes al festival corriendo por un campo abierto mientras se escuchaban disparos. Muchos se escondieron en huertos frutales cercanos o fueron abatidos a tiros cuando huían.

Shani Louk, una alemana de 22 años residente en Israel que asistía al Festival Nova, es la mujer cuyo cuerpo semidesnudo boca abajo pasearon milicianos de Hamas en una camioneta descubierta en la que festejaban su asalto al país. El vídeo del horror, que circuló después hasta hacerse viral, llegó a sus familiares, que este domingo identificaron a Shani, artista del tatuaje, por sus tatuajes y por las rastas de su cabello, informó el diario La Vanguardia.

Según el periódico español, la muerte de Shani Louk no ha sido confirmada, y su familia se aferra a la posibilidad de que estuviera quizá aún viva en la camioneta, aunque inconsciente. Su madre, Ricarda, publicó un conmovedor vídeo implorando ayuda: “Esta mañana (por el sábado) mi hija, Shani Nicole Louk, ciudadana alemana, fue secuestrada con un grupo de turistas en el sur de Israel por palestinos de Hamas. Nos han enviado un vídeo en el que se podía ver claramente a nuestra hija inconsciente en un vehículo con los palestinos y ellos conduciendo por la Franja de Gaza”.

“Les pido que nos envíen cualquier ayuda o cualquier noticia. Muchas gracias”, concluye la madre, dirigiéndose a las autoridades. La madre muestra un celular con una imagen de su hija, quien posee también la nacionalidad israelí. Hamas sostiene que el cuerpo que se ve en el video de la camioneta es el de una soldado israelí, pero Tomasina Weintraub-Louk, prima de Shani, declaró al diario británico The Telegraph que sin duda se trata de su prima, a la que reconoce por los tatuajes y las rastas.

Al respecto, el diario El Mundo se preguntaba por el incierto destino de los más de 100 civiles israelíes secuestrados por Hamas. “Los números siguen subiendo y con ellos nuestra tristeza. Nuestras plegarias están con las familias de los secuestrados, asesinados o heridos por Hamas”, informó este domingo la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel.

Yoni Asher reconoció a su suegra, su mujer y sus dos hijas siendo transportadas por militantes palestinos hacia Gaza.

Así como el caso de Shani Louk, está el de Noa Argamani, cuyo rostro también fue reconocido de inmediato por sus familiares y amigos. En un video, la israelí de 25 años aparece siendo secuestrada por dos militantes en moto mientras grita entre lágrimas “no me mates” y pide ayuda a su novio, que también fue capturado. Se desconoce la suerte de ambos. Hoy su inconsolable padre, Yaacov Argamani, solloza mientras expresa sus temores por su seguridad, diciendo: “Estaba tan petrificada, tan asustada”.

Las imágenes también confirmaron el peor de los temores de Yoni Asher, que reconoció a su suegra, su mujer y sus dos hijas, de tres y cinco años, siendo transportadas por militantes palestinos hacia Gaza. Se preocupó cuando su esposa dejó de responder al teléfono tras el ataque. Cuando geolocalizó el celular, la señal llegaba ya de Khan Yunis, en el interior de la Franja de Gaza.

El hombre quedó desconsolado al ver un vídeo en las redes sociales que mostraba a sus familiares en “una especie de carro, y terroristas de Hamas a su alrededor”. El padre de dos hijos quedó desconsolado al ver un vídeo de su familia en las redes sociales que mostraba a su esposa, sus dos hijos y su suegra en “una especie de carro, y terroristas de Hamás a su alrededor”.

Rogó al grupo radical que las liberara sin hacerles daño, gritando: “Quiero pedirle a Hamas: no les hagan daño. No lastimes a las niñas pequeñas, no lastimes a las mujeres. Si me quieres a mí, estoy dispuesto a ir”, dijo Yoni Asher, según consigna el Daily Mail.

Las fuerzas de seguridad israelíes y los grupos armados palestinos deben hacer todo lo posible por proteger la vida de los civiles tras el estallido de enfrentamientos del sábado, declaró Amnistía Internacional en medio de un creciente número de víctimas mortales civiles.

“Estamos profundamente alarmados por el creciente número de muertes de civiles en Gaza, Israel y Cisjordania ocupada, y pedimos urgentemente a todas las partes en conflicto que respeten el derecho internacional y hagan todo esfuerzo posible por evitar más derramamiento de sangre entre la población civil. En virtud del derecho internacional humanitario, todas las partes en conflicto tienen la clara obligación de proteger la vida de las personas civiles atrapados en las hostilidades”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

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