Obispo peruano retira denuncia al periodista que reveló abusos del Sodalicio

Paola Ugaz y Pedro salinas

Pedro Salinas fue condenado el 8 de abril pasado por una jueza de Piura a un año de prisión suspendida (sin ingresar en la cárcel), condicionado al pago de una indemnización de 80 mil soles (unos 24.300 dólares) a Eguren en el plazo de quince días.


El arzobispo peruano José Antonio Eguren retiró este miércoles una denuncia penal que llevó a una condena en primera instancia por difamación agravada contra el periodista Pedro Salinas, quien reveló los abusos cometidos en la sociedad apostólica Sodalicio de Vida Cristiana (SVC).

Eguren informó, en un comunicado emitido por el Arzobispado de Piura, que renunció a mantener la querella, que debía ser aún revisada por una instancia superior, para no afectar a la unidad de la Iglesia Católica.

"La sentencia anticipada ha suscitado una serie de reacciones injustificadas, incluso al interior de la Iglesia, que considero afectan un bien superior como es el de la unidad del Cuerpo Místico de Cristo", señaló.

El arzobispo indicó que su intención al demandar a Salinas era defender su derecho al buen nombre y motivar a una reflexión sobre el valor de la honra de las personas para "evitar que se hagan imputaciones falsas y agraviantes sin más".

"Confío en que esta decisión será valorada en su justa dimensión y pueda contribuir a la unidad de los peruanos y de nuestra Iglesia, tan urgida en los actuales momentos que vive el Perú", sostuvo.

Salinas fue condenado el 8 de abril pasado por una jueza de la región norteña de Piura a un año de prisión suspendida (sin ingresar en la cárcel), condicionado al pago de una indemnización de 80 mil soles (unos 24.300 dólares) a Eguren en el plazo de quince días.

El periodista acusó en enero de 2018 a Eguren de encubrir los abusos comprobados que se cometieron de manera reiterada y casi mecánica durante décadas dentro del Sodalicio, sociedad cristiana fundada por el peruano Luis Fernando Figari.

Salinas llegó a comparar al arzobispo con Juan Barros, el obispo chileno acusado de encubrir el emblemático caso Karadima, con violaciones sexuales a menores.

Al conocerse la condena en su contra, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) manifestó su apoyo a las investigaciones del periodista y recordó que el papa Francisco "pide enfáticamente priorizar la comprensión y atención a las víctimas de todo tipo de abuso, condenando cualquier tipo de complicidad".

Luego del comunicado del arzobispo, su abogado, Percy García, explicó al Canal N de televisión que la condena contra Salinas queda sin efecto jurídico tras ser retirada la denuncia.

Sin embargo, Eguren mantiene otra denuncia por difamación agravada contra la periodista Paola Ugaz, quien investigó junto a Salinas los abusos en el Sodalicio y para quien ha pedido tres años de prisión y 200.000 soles (unos 60 mil dólares) de indemnización.

El letrado argumentó que Ugaz no fue miembro del Sodalicio como ocurre con Salinas, quien en su juventud estuvo vinculado a ese grupo, por lo que no cabe el argumento de la "revictimización".

Salinas y Ugaz son autores del libro "Mitad monjes, mitad soldado", donde recopilan los testimonios de distintas víctimas de abusos físicos, psicológicos e incluso sexuales cometidos en el Sodalicio, algunos de ellos cuando todavía eran menores.

Tras conocerse la decisión de Eguren, Salinas declaró a EFE que cree que la tomó por "un tema de presiones" al interior de la propia iglesia Católica, así como de organismos defensores de los Derechos Humanos y de defensa de la libertad de prensa.

"Yo pensaba pagarle el dinero a Eguren si me ganaba, y si me ganaba en buena ley, porque tengo la certeza de que la verdad está de mi lado, y la razón. Y porque en el Perú no existe delito de opinión", enfatizó.

El periodista agregó que espera que Eguren también retire la denuncia contra Ugaz y se preguntó el motivo que ha llevado al obispo a no desistir en este caso.

"Yo era el primero de la lista y vieron que lo que estaban haciendo no iba a pasar de manera desapercibida. Que lo que estaba haciendo era un despropósito del tamaño de la catedral. La amenaza contra la prensa no pasa desapercibida así no más", afirmó.

Ugaz confirmó a EFE, por su parte, que su caso "sigue en pie", pero ha sido trasladado desde la ciudad norteña de Piura, donde se iba a ver en un principio, hacia Lima.

"Es un alivio lo que ha pasado en el caso de Salinas, luego de la condena en Piura. En mi caso es otra historia, el juicio se reabre en dos semanas en Lima y, a diferencia de Piura, Eguren debe exponer su caso y explicar las razones del por qué se siente difamado por mí", concluyó.

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