Ohad Hemo, periodista israelí que trabaja en Cisjordania: “El problema es que hay mucha ignorancia en ambos lados, no nos conocemos realmente”

Ohad Hemo, periodista israelí del Canal 12 que cubre asuntos palestinos para la televisión local. Foto: Andrés Pérez / La Tercera.

Con más de 20 años como corresponsal israelí en territorios palestinos, el periodista conversó con La Tercera sobre su visión sobre el conflicto entre Israel y Hamas a nivel local, internacional e incluso profesional. Si bien se considera un partidario de la solución de los dos Estados, insiste en que no se puede olvidar que la masacre del 7 de octubre gatilló la dura respuesta de su país.


Su labor no es sencilla. Debe hacer periodismo desde un lugar en el que no es bienvenido, al menos no por muchos. Desde hace dos décadas, el israelí Ohad Hemo trabaja cubriendo noticias para medios televisivos nacionales desde territorio palestino. Lo hizo en la Franja de Gaza -lo que desde hace años no puede hacer-, y ahora desde Cisjordania para Canal 12, una de las señales televisivas más vistas del país. Ahora, sin embargo, reconoce que se ha hecho más compleja su labor, al punto de que se solicitó matarlo en sectores como Jenin.

“Me resulta mucho más difícil entrar estos días en Cisjordania. Es muy arriesgado. La guerra cambió la perspectiva de ambas partes, creo, de israelíes y palestinos”, señaló a La Tercera, con quien habló en su estancia de un día en Chile, donde también realizó dos charlas para la comunidad israelí del país.

¿Ha notado alguna diferencia en el trato de los palestinos hacia usted tras el atentado de Hamas del 7 de octubre?

Me resulta mucho más difícil entrar estos días en Cisjordania. Es muy arriesgado. La guerra cambió la perspectiva de ambas partes, creo, de israelíes y palestinos. Y tengo que admitir, por desgracia, que la brecha entre ambas comunidades nunca la había sentido así, ni siquiera durante la Segunda Intifada, hace dos décadas. Incluso entonces, creo que la brecha, la distancia, el odio entre las dos sociedades no era tan grande como lo es hoy.

Hombres con armas de fuego acuden al funeral de los palestinos muertos en una redada israelí en Jenin, en la Cisjordania ocupada por Israel, el 23 de mayo de 2024. Foto: Reuters

Usted ve directamente tanto la realidad palestina en Cisjordania como la realidad israelí. ¿Cómo cree que acabará este conflicto? ¿Ve voluntad por alguna de las partes de poner fin al conflicto actual?

El odio y la falta de creencia en la intención de la otra parte es increíble. Es enorme en ambos bandos, por desgracia. Al fin y al cabo, tenemos que sentarnos, tenemos que hablar, tenemos que alcanzar la paz. La paz se hace entre enemigos, no entre amigos.

¿Pero la gente cree en eso?

En este momento, estoy seguro de que casi nadie en Israel o en los territorios palestinos cree que sea algo alcanzable, pero es posible. Si perdemos esta esperanza, no tenemos nada que hacer.

¿Se ha enfrentado a mayores riesgos para su integridad física haciendo periodismo tras el inicio del conflicto?

No es fácil hacer lo que hago. Soy israelí. Soy sionista. Trabajo para la mayor televisión de Israel. Soy judío. Y a algunas personas en el otro lado no les gusta el hecho de que yo esté allí. Tuve muchos riesgos en mi carrera. Tres veces intentaron secuestrarme: una en la Franja de Gaza, dos en Cisjordania. Pero, a decir verdad, me preguntaba: ¿cómo es que te arriesgas tanto? Y siempre obtuve la misma respuesta, me considero un puente entre las dos sociedades. Entre el río y el mar, hay 6,5 millones de judíos y 6,5 millones de musulmanes. Nadie se va a ir a ninguna parte. Tenemos que vivir juntos. Y creo que el problema es que hay mucha ignorancia en ambos lados, no nos conocemos realmente. Ni nosotros a ellos, ni ellos a nosotros. Debo decirte que después del 7 de octubre, se volvió mucho más difícil mantenerlo erguido.

Una mujer con una bandera israelí pasa junto a los carteles de los rehenes en Gaza, frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén, el 23 de mayo de 2024. Foto: Reuters

¿Cómo se sintió, en su rol de periodista, después del 7 de octubre?

Traicionado. No es solo la locura de la masacre que ocurrió. Para mí, lo peor fue el hecho de que las encuestas palestinas nos dijeran que más del 70% de los palestinos de Cisjordania apoyaban el 7 de octubre. Significa que el 70% de los palestinos, 7 de cada 10, apoyan la masacre, el asesinato de niños y mujeres, la entrada en sus casas, la violación, todo. Esto, para mí, fue lo peor. Porque Hamas es Hamas. Conocemos el ADN de esta organización. Me sorprendió un poco la crueldad que hemos visto allí, pero el hecho de que la gran mayoría en Cisjordania, gente que no es de Hamas, apoye esta masacre, fue un gran shock.

¿Hay algún tipo de censura que sienta que deba incurrir en sus reportajes cuando trabaja desde los territorios palestinos, o ha podido informar de todo lo que ve sin interferencias?

Intento informar siempre, por supuesto, de lo que sé y de lo que veo, ser objetivo en la medida de lo posible. La verdad es que creo que no debo ser parcial. Debo aportar lo que veo, lo que entiendo, la imagen completa, de la forma más objetiva posible. Esto es lo que he hecho durante 20 años, pero hoy en día es mucho más difícil. Sigo intentando hacerlo lo mejor posible, porque creo que la ignorancia, como he dicho antes, es el enemigo. Si realmente quieres entender lo que está pasando, tienes que obtener una imagen clara, y luego, hacer lo que quieras, pero en primer lugar, informarse. Ahora es más difícil porque mi acceso físico a Cisjordania es mucho más complicado. Hubo amenazas sobre mi vida. En algunos lugares, Jenin, por ejemplo, se publicó un llamado a matarme cuando entrara a ese lugar. Pero aún estoy allí. Tengo muchas fuentes en el otro lado, pueden ser palestinos, israelíes, prensa árabe, muchas fuentes que me ayudan a aportar, creo, un punto de vista más preciso.

¿Qué opina de la cobertura que los medios de comunicación occidentales hacen del conflicto?

Creo que hay mucha ignorancia en Occidente. No creo que entiendan realmente lo que está pasando. Lo que está haciendo Hamas, y me refiero a Hamas en la Franja de Gaza, no a los palestinos, es intentar crear esta ecuación en la que, por un lado, hay un Ejército muy cruel, y por otro, hay civiles. El discurso que Hamas intenta crear es uno en el que el 7 de octubre no ocurrió. Hay un fenómeno peligroso, muy poco creíble, de negacionismo del 7 de octubre. Por cierto, no creo que Occidente sea antisemita, no, no, no. Este no es mi punto. Recientemente he estado en Malmo, Suecia, cuatro semanas antes de Eurovisión, y lo que escuché allí fue increíble. Hablé con muchos palestinos y algunos me dijeron: “No hubo ningún 7 de octubre. Es todo mentira. No te creemos. Es una conspiración judía, solo para justificar la invasión a Gaza”. Trataron de dibujar una imagen que uno no podía creer que en 2024, en medio de Europa, la gente hablara este tipo de cosas.

Aparentemente, la opinión pública entre los estudiantes universitarios en Occidente ha virado hacia el apoyo a Palestina. ¿Qué análisis puede hacer de este fenómeno?

Hablábamos de ignorancia. Yo me pregunto, ¿cómo es posible que un estadounidense sin raíces palestinas ni musulmanas pueda izar la bandera de Hezbolá o la de Hamas? No puedo entenderlo. Pienso que lo que ocurre es que los progresistas de estos países toman a Hamas como un aliado, lo cual es increíble. Es una organización yihadista y fundamentalista que tiene un objetivo claro, dicho en voz alta y públicamente: “Queremos borrar a Israel. Queremos borrar este país”. Y el 7 de octubre fue el primer acto para hacerlo. Esta gente cree que en muy poco tiempo, Israel no existirá. Entré en mezquitas haciéndome pasar por palestino aprovechando que hablo árabe con fluidez. Ellos pensaban que yo era palestino, y tengo registros de esto, publicados en los medios israelíes, donde estos tipos me dijeron claramente: “El día en que vamos a apoderarnos de Europa no está lejos. Intentamos hacerlo en el siglo XV con los moros. No lo conseguimos entonces. Lo estamos haciendo ahora”. Es impresionante ver a norteamericanos o estudiantes ingenuos dar valor a estos tipos que no tienen valores comunes. Basta ver cómo tratan a las mujeres, a los gays, a cualquiera que no crea en sus creencias. Vi a una chica norteamericana de 20 años que izaba la bandera de Hamas. ¿Comparten valores comunes? Quiero decir, ¿están locos? Pero ella está contra el imperialismo, contra el capitalismo, no sé contra qué. ¿Cuál es la frase?... Al río...

Del río al mar...

Sí, del río al mar, Palestina será libre. ¿Qué quiere decir? ¿Libre de qué? ¿Libre de judíos? Significa borrar a Israel. Y cuando les preguntas qué río, qué mar, ni siquiera lo saben. Esto es ignorancia pura.

Una mujer pasa junto a un campamento pro palestino en la Universidad de Oxford, en medio del actual conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Oxford, Reino Unido, el 23 de mayo de 2024. Foto: REUTERS.

En cuanto a la geopolítica, no solo a los estudiantes, ¿cree que el reconocimiento del Estado palestino por parte de España, Irlanda y Noruega esta semana tendrá un impacto importante?

Apoyo realmente, incluso después del 7 de octubre, la solución de los dos Estados. La mayoría de los israelíes apoyan la solución de los dos Estados. Realmente creemos que debe haber un Estado palestino independiente junto a Israel. Esto es algo importante que hay que entender, pero esto no se consigue masacrando judíos o cometiendo atentados terroristas. ¿Recuerdas el año 2005? Hubo una retirada de la Franja de Gaza. Había 8.000 judíos que vivían en asentamientos dentro de la Franja de Gaza que el gobierno israelí decidió retirar para crear algo como base para el futuro Estado palestino. Una semana después, recibimos los primeros cohetes lanzados desde Gaza hacia Israel. No puedo pensar en ningún paralelo con mi sociedad. Mis valores no son así. Sí, hay un conflicto, sí, debemos resolverlo, sí, tengo muchos amigos y familiares que murieron en atentados terroristas, y sin embargo creo en la paz, porque no hay otra alternativa. Y créanme, la mayoría de los israelíes confía en la paz.

Pero después del 7 de octubre, muchos perdimos esa esperanza. Por cierto, considero que la Autoridad Palestina es la base del próximo Estado palestino. Tuvimos esta negociación durante los Acuerdos de Oslo, pero lo que obtuvimos entonces fueron ataques terroristas que se lanzaron en 1995 y 1996. Esta es nuestra experiencia. Siempre que ponemos nuestras manos en la paz, lo que obtenemos son ataques terroristas. Es historia. Olmert, Ehud Olmert, el primer ministro israelí, ofreció a Mahmoud Abbas el 90% de Cisjordania y el 3% a cambio de lo que obtuvimos entonces (el Plan de Realineación, donde Israel se retiraba unilateralmente de Cisjordania a cambio de incorporar el 10% restante, incluidos la mayoría de los asentamientos). La respuesta fue negativa. No es blanco o negro. No es que sólo los israelíes sean buenos y los palestinos malos, no, no lo es. Pero a lo largo de la historia, desde 1947, por cierto, Israel intentó varias veces sentarse con los palestinos y crear la posibilidad de llegar a una resolución, y una y otra vez, obtuvimos una negativa. No estoy seguro de que la postura de España, Irlanda y Noruega pueda ayudarnos a llegar a este punto.

Tal vez la diferencia en el número de muertos de Israel y de los palestinos en Gaza es lo que hace que la opinión pública cambie...

Sí, puedo entenderlo. La gente mira las imágenes y ve una guerra, pero en la Franja de Gaza hay una guerra. Tenemos que entender que Israel no invadió Gaza, incluso que Israel no inició esta guerra. Israel respondió después de una masacre que nadie podía imaginar. Imagínate que los argentinos hoy entraran a Chile masacrando gente ahí, mujeres y niños. Es Gaza quien lo hizo, porque Hamas es Gaza. Sí, hay una diferencia entre el número de víctimas, porque Israel se está defendiendo. ¿Hay otros civiles que murieron? Sí, por desgracia. Y créame, lo siento por cada palestino inocente que murió en esta guerra. Pero esto es una guerra, y en ellas muere gente.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llega a la reunión de su facción del partido Likud en la Knesset, el parlamento de Israel, el 20 de mayo de 2024. Foto: REUTERS.

En cuanto a la política interna de Israel, ¿hay una ruptura del gobierno del primer ministro debido a los planes de posguerra? ¿Cómo se siente la sociedad israelí?

Hay dos posturas de lo que va a ser el día después de Hamas. En primer lugar, no será fácil llegar a este punto porque Hamas es muy fuerte todavía en la Franja de Gaza, y no hay alternativa. Este es el gran debate dentro de Israel hoy. Por un lado, están Benny Gantz y otros que creen que deberíamos traer a Fatah desde Cisjordania y hacer que Hamas sea irrelevante. Por otro lado, Netanyahu en este punto no cree en Fatah. Y hay un debate interno que tal vez conduzca a la retirada de Benny Gantz del gobierno. Nadie podría decirte hacia dónde vamos. La coalición sigue siendo fuerte, por cierto, porque hay 120 miembros y 64 de la coalición. Pero este debate es muy serio en Israel. La pregunta del millón de dólares.

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