Elliot Tupac, el peruano que llevó la estética "chicha" a las murallas

Por estos días, el artista realiza un mural en la ribera norte del río Mapocho para el festival de intervenciones urbanas Hecho en Casa.




En los 90, cuando Elliot Urcuhuaranga conocía a alguien nuevo y le contaba que en su tiempo libre le gustaba pintar carteles "chicha", obtenía casi siempre de vuelta una mirada de desdén. En la década justo anterior, la música "chicha", combinación de ritmos tropicales y andinos, había hecho furor en Perú y el papá de Elliot había aprovechado de instalar un taller donde diseñaba e imprimía los llamados carteles "chicha", con los que se promovían los eventos musicales de dicho género. Eran anuncios de letras curvilíneas y colores fluorescentes que encendían cualquier muralla gris donde se pegaran.

A los 12 años, Elliot diseñó sus primeros carteles y nunca más los dejó, a pesar de que la música "chicha" fue en declive. "Cuando estudiaba Comunicaciones, el estilo "chicha" era considerado chabacano, sin clase. Lo popular y local se despreciaba para admirar lo que venía de EE.UU. o Londres".

Incómodo con este menosprecio y convencido de su talento, el artista hizo un cambio radical: dejó la universidad, se hizo llamar Elliot Tupac y modernizó el taller familiar para vender el estilo "chicha" a grandes marcas, como Cerveza Cristal o Telefónica, lo que lo hizo conocido como el "rescatista del estilo chicha".

Hoy, Elliot Tupac (34) es reconocido en Latinoamérica por sus letras fluorescentes con las que pinta murales en toda Lima. El artista está ahora en Chile participando de Hecho en Casa, el primer festival de intervenciones urbanas que se lleva a cabo en la capital hasta el 25 de noviembre. Desde el domingo, Tupac está pintando un mural de tres metros de largo en la ribera norte del río Mapocho, a metros de la Escuela de Derecho de la U. de Chile, junto al colectivo local La Robot de Madera y al artista Charquipán. "En un extremo hay una niña recostada y en el otro muchos animales salvajes, en medio estoy pintando la palabra "Equilibrio". Preferí algo que fuese sencillo y que diera lugar a varias interpretaciones", comenta el peruano.

En los últimos años, Tupac realizó gráficas para las películas Madeinusa y La teta asustada, de Claudia Llosa, diseñó una portada para la prestigiosa revista de diseño inglesa Creative Review y expuso en Miami junto a otros cartelistas de talla mundial, como Obey The Giant, quien se hizo famoso por el retrato de Obama con la leyenda Hope, usada para su campaña presidencial.

Fue en 2010, en un viaje a Chile, que Tupac dio su paso definitivo hacia el arte. "Aquí por primera vez sentí que mi trabajo era valorado dentro del diseño. También fui a Valparaíso, donde vi los murales y me sentí golpeado por eso", dice Tupac.

Cuando regresó a Lima se puso a pintar las calles en alianza con otros artistas: así nacieron trabajos como "Antes soñaba", "Cómo será no ser peruano" o "Cholo power", pintados en distintos lugares de la ciudad. "De a poco comprendí que mi trabajo no podía ser sólo capricho de colores bonitos, sino que debía tener un mensaje social y de identidad peruana", dice Tupac.

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