Lluvias, ausencia de heladas y El Niño generan el desierto florido más prolongado de últimos años

Floración se extenderá más allá de octubre, fecha en que concluye el ciclo de estas plantas, especialmente en la zona costera. Lluvias en el norte del país hicieron que desde abril germinaran semillas y bulbos que estaban "durmiendo" en la zona.




En Caldera, Región de Atacama, en un año normal llueve menos de dos milímetros, pero este año van 35,4, una situación inusual que se explica por la presencia del fenómeno de El Niño, que se caracteriza por traer más lluvias, las que están generando un paisaje único en la Región de Atacama: el desierto florido.

“Es uno de los fenómenos naturales más espectaculares del país. Se caracteriza por la floración masiva de una gran diversidad de especies de flora nativa y endémica, en pleno desierto de Atacama y ocurre cada cinco a siete años gatillado por las precipitaciones asociadas a la ocurrencia del fenómeno de El Niño”, resume Pedro León Lobos, encargado del Banco Base de Semillas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia).

El evento ocurre a lo largo de la costa norte y llano interior, desde el norte de La Serena, hasta Chañaral, que se ha convertido en una de las zonas de mayor diversidad en Chile y por lo mismo, incluida en uno de los 25 Hotspot de mayor diversidad mundial. Según León hay más de 1.893 especies de plantas nativas y de ellas un 32% (605 especies) son endémicas del área  y un 58% (1.100 especies) son endémicas en Chile, “lo que representa un patrimonio genético único”.

Gina Arancio, profesora del departamento de Biología de la U. de La Serena dice que “en general son plantas anuales, de ciclo corto que comienzan a germinar a fines de agosto o septiembre y no duran más de un mes”. Este año, aparecieron muy temprano tras las lluvias y el aluvión de marzo y de nuevo a fines de agosto. “Estas plantas requieren de varios factores: agua, un poco de temperatura y que no caigan heladas tras las lluvias porque con eso se queman y no alcanzan a florecer. Eso es lo que ha ocurrido hasta la fecha, más lluvia de la acostumbrada y sin bajas temperaturas”, dice Arancio. “Si no hace mucho calor y se mantiene la nubosidad, el desierto florido se mantendrá hasta fines de octubre y hacia la costa un poco más gracias a la camanchaca”, adelanta.

Raúl Céspedes, técnico museólogo del Museo Regional de Atacama señala que el verdadero desierto florido es desde Atacama al norte porque el norte chico es habitual que tenga precipitaciones anuales.

“Hablar de desierto florido no es solo flores, también hay fauna. Insectos, arañas, caracoles, roedores, reptiles y aves que emigran desde el hemisferio norte, como la bandurria que llega a darse un festín de insectos”.

Entre los animales que aparecen junto al fenómeno está la iguana del desierto (Callopistes maculatu) el lagarto más grande de Chile que puede medir hasta 50 cm y desde octubre también se puede ver la vaquita del desierto. “Es un ecosistema complejo y mágico”, dice Céspedes.

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