Candidato presidencial en Honduras: "No admiro a Pinochet pero estando en Chile vi cómo el país se volvió una potencia"

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Salvador Nasralla, que se dio por ganador tras los comicios del domingo, habló con La Tercera sobre la incertidumbre electoral en su país, sus vínculos con Chile, su entrevista a Augusto Pinochet y el Festival de Viña.




"El señor de la televisión". Ese es el apodo que se ha ganado en Honduras el candidato presidencial Salvador Nasralla Salum, de 64 años y madre chilena. Las elecciones en el país centroamericano se llevaron a cabo el domingo, pero el lento conteo de votos seguía anoche en proceso, en medio de un ambiente de tensión e incertidumbre. El Tribunal Supremo Electoral informó que con el 61,86% de los votos escrutados, Nasralla lograba un 44,3% contra un 40,5% del Presidente Juan Orlando Hernández, quien aspira a la reelección por el derechista Partido Nacional. Según los datos con los que cuenta el Tribunal Supremo Electoral, los votos que se han escrutado corresponden a las zonas urbanas, donde las encuestas daban por ganador a Nasralla. Sin embargo, aún faltarían los votos de las zonas rurales, que apoyarían a Hernández, lo que eventualmente podría dar vuelta el escenario electoral.

El problema es que ambos se autoproclamaron ganadores y han llamado a defender el voto en la calle. No obstante, quien ha captado la atención es Salvador Nasralla, quien no se define ni de derecha ni de izquierda.

Esta no es la primera vez que este conductor de televisión se presenta en las elecciones presidenciales hondureñas. En 2013 compitió por un conglomerado que él mismo fundó, el Partido Anticorrupción (PAC), y obtuvo un 13,4%

De todas formas, su carrera televisiva es la que forjó su figura en Honduras. Nasralla se inició a los 13 años como periodista deportivo. Fue en 1981 cuando condujo el programa "5 Deportivo", que le permitió convertirse en el jefe de prensa de la selección de fútbol hondureña cuando ésta participó en el Mundial de España en 1982.

Fue a inicios de los 90 cuando se consolidó como rostro televisivo de la mano del programa de concursos X-0 da Dinero. También fue presentador de Miss Honduras y "Bailando por un sueño".

Por su rol de rostro televisivo, viajó a Chile 25 años seguidos para cubrir el Festival de Viña del Mar, instancia en la cual aprovechaba de hacer todo tipo de entrevistas. Fue así como en 1984 dialogó con Augusto Pinochet, con quien consiguió la entrevista gracias a su amistad con el hijo del ex general, Marco Antonio Pinochet. La relación con este último se inició cuando Nasralla le hizo clases de preparación para la Prueba de Aptitud Académica en los 70. Este vínculo que pareciera ser fortuito, no lo es.

De padre hondureño y madre chilena, Nasralla creció en el seno de una familia de origen libanés, que lo envió a realizar sus estudios superiores a Chile. En Santiago, estudió ingeniería civil con mención en construcción en la Pontificia Universidad Católica de Chile, desde 1970 hasta 1976, por lo tanto fue testigo del golpe de Estado contra Salvador Allende, y experimentó también los efectos de la dictadura militar.

¿Qué recuerda de su paso por Chile?

Estudié en la Universidad Católica en el Campus San Joaquín, desde 1970 hasta 1976. Fue un momento muy importante de mi vida, muy bonito. Recuerdo las playas, Zapallar, Cachagua, Viña del Mar, haber esquiado en Farellones, Portillo. Me encantan los porotos granados y el pastel de choclo.

¿Tiene lazos con Chile hoy?

Hay gente que conocí que debe tener mi edad, pero por ejemplo, tengo un amigo que es el hijo menor del general Pinochet, Marco Antonio, le dí clases cuando yo estaba allá. Tengo otro amigo hondureño que vive allá también. Con Marco Antonio solo hablamos cuando yo voy a Chile, no hay una relación permanente. Yo estuve yendo a Viña del Mar durante bastantes años a hacer entrevistas de artistas. Yo trabajo en la televisión. Estuve yendo como 25 años seguidos.

¿Entrevistó a Augusto Pinochet?

Sí, lo entrevisté en 1984, a través de la amistad con el hijo conseguí la entrevista, me aproveché un poco de la amistad de Marco y le hice la entrevista ahí en el Palacio de La Moneda.

¿Fue una entrevista política?

Fue general. Yo no hacía entrevistas políticas en esa época. Yo la hice más por la curiosidad. Le pregunté cosas sobre la democracia, nada muy trascendental. Cuando la traje a Honduras, en realidad nadie la quería pasar. Me dijeron guárdela, y la tengo casi como una cosa anecdótica porque en realidad yo no entrevisto políticos. Yo me metí a la política recién hace seis años.

Si pudiera escoger algún líder de la región que lo inspira ¿cuál sería?

Ninguno. Como yo tuve la oportunidad de ver en Chile justo cuando entró el señor Pinochet, vi la situación en la que estaba el país, que era muy mala y vi cómo los economistas de su gobierno lograron rescatar económicamente el país .

¿Usted admira a Pinochet?

Yo no lo admiro, no sé si como fábula o realidad se dicen muchas cosas que no estoy de acuerdo con ellas. Lo que sí te puedo decir es que estando yo en Chile, pude experimentar un notable cambio de un país empobrecido donde hacíamos cola para todo, y a partir de las medidas económicas que toma se convierte en una potencia latinoamericana.

¿Cómo observa la situación electoral que se está desarrollando en Honduras, que lo dan a usted como ganador?

El caso de Honduras es un poco complejo de entender desde afuera, porque no existe independencia de poderes. Aquí tenemos un Tribunal Electoral que es manejado por el Presidente de la República. Un Poder Judicial manejado por el Presidente.

Usted ya había participado de la elección anterior...

Yo participé por primera vez en 2013 con un partido nuevo que fundé que se llama Partido Anticorrupción y no tenía representantes en las mesas, y me robaron como 636 mil votos. Ahora, estoy participando con una alianza de partidos. El partido que tiene la estructura que me defiende los votos, es un partido de izquierda, pero yo pertenezco a un Partido Anticorrupción que es un partido de centro, entonces mi ideología no es socialista. Yo soy una persona que fundamentalmente combate la corrupción. Lo que ando buscando es tomar decisiones que le sirvan a la mayor parte de la población, y por eso la gente siguiendo mi trayectoria en televisión, que siempre ha sido muy apreciada, me favoreció con el voto. Y aún venciendo el fraude soy el ganador.

¿Cuál es ese fraude?

El Tribunal Electoral ha cometido algo que nadie quiere comentar, porque no pasa en otras partes: 48 horas después del domingo mantiene sin computar el dato del 30% de actas que no fue transmitido, de manera intencional por órdenes del Presidente que detuvo la transmisión de estos datos, cuando vio que iba perdiendo por cinco puntos.

¿Sus expectativas frente a los resultados finales es positiva?

Sí, pero lo que pasa es que como el Presidente es el dueño del Tribunal y tiene a su gente ahí, está lanzando la gente a la calle como para que lo proclamen. Y él ya se ha autoproclamado dos veces como ganador, cuando el único dato que hay es el que me favorece a mí. Es un gobierno totalitario. Aquí nosotros estamos participando sin tener representante en todo el proceso, entonces él puede cambiar el resultado y anunciar mañana que ganó él.

¿Los resultados finales se sabrán mañana?

Sí, el jueves ya va a venir el veredicto final, pero antes de eso él está convocando a la violencia para que las personas se impongan en las calles. Está tratando de dar un golpe de Estado en realidad.

¿Cuál es su estrategia para defender sus votos?

Los votos ya están defendidos, yo tengo las actas donde yo salí ganador. El problema es que el Presidente mandó a hacer nuevas actas y va a salir con un juego de actas que no es real, como los dictadores.

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