Columna de Hernán de Solminihac: “Ingeniería de personas para personas”

casco ingeniera

" La ingeniería se ha vuelto una disciplina cada vez más estratégica en el mundo, porque los avances tecnológicos han transformando la forma en que vivimos y trabajamos. Además, esta profesión ha contribuido a mejorar la vida de millones de personas, abriendo nuevas oportunidades de progreso para el mundo."



En este mes, quienes abrazamos la ingeniería conmemoramos un nuevo día de esta disciplina, que reconoce la dedicación, creatividad y el esfuerzo de esta actividad en el desarrollo y crecimiento del país, a través de la búsqueda de soluciones para resolver problemas complejos de la sociedad, por ejemplo, desde la medicina hasta la energía renovable.

Desde que el Ministerio de Economía instauró el Día de la Ingeniería, un 14 de mayo de 2009, mirábamos desde lejos el futuro, sin imaginarnos que este avanzaba al presente más rápido de lo esperado, dificultándonos procesar sus avances. El crecimiento acelerado de la Inteligencia Artificial o las implicancias del chat GPT en la vida profesional, son pruebas de los grandes cambios que hoy vivimos, que nos lleva a preguntar hacia dónde vamos o qué soluciones aportaremos a los desafíos del 2050.

En la búsqueda de respuestas, lo importante es no olvidar que las soluciones tecnológicas lideradas por la ingeniería, son creadas por personas para personas. En este sentido, el capital humano y la calidad de vida son elementos claves en el desarrollo de la ingeniería y la innovación de un país. De ahí la necesidad de contar con profesionales altamente capacitados y motivados para hacer frente a estos desafíos.

En Chile, la ingeniería ha sido un motor clave en la construcción de la infraestructura necesaria para el desarrollo económico del país. También ha sido fundamental en la modernización de los servicios públicos y en la calidad de vida de la población. Esto gracias a que está constantemente buscando nuevas formas de mejorar los procesos productivos, optimizar el uso de los recursos y desarrollar tecnologías más eficientes y sostenibles.

Asimismo, la ingeniería ha contribuido al desarrollo de una industria tecnológica emergente que ha permitido al país competir a nivel internacional. Por ejemplo, ha sido fundamental en el avance de la energía solar y eólica, que ha permitido a Chile diversificar su matriz energética y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

Según el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, en 2020 se graduaron más de 11 mil ingenieros, lo que representa un incremento de un 53% respecto a 2010. Esta formación de profesionales altamente capacitados, ha permitido al país atraer inversión extranjera y desarrollar nuevas oportunidades de negocios.

Lo anterior, nos lleva a reflexionar sobre los desafíos en la formación de futuros ingenieros e ingenieras en el país, especialmente en la necesidad de promover una mayor participación de mujeres en esta disciplina, porque la subrepresentación de ingenieras limita el potencial de innovación y la diversidad de perspectivas en la profesión.

Si bien quedan desafíos y preguntas abiertas, por ahora podemos responder que la ingeniería se ha vuelto una disciplina cada vez más estratégica en el mundo, porque los avances tecnológicos han transformando la forma en que vivimos y trabajamos. Además, esta profesión ha contribuido a mejorar la vida de millones de personas, abriendo nuevas oportunidades de progreso para el mundo.

*El autor es presidente del Colegio de Ingenieros y profesor titular Ingeniería UC y Clapes UC.

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