Ministerio de Ciencia: de sueño a pesadilla

SEÑOR DIRECTOR:

Fuimos muchos los científicos que teníamos como un sueño la creación de un Ministerio de Ciencia, pensando que su implementación iba a ir, en parte, en beneficio de nuestra actividad y de la comunidad científica. Lamentablemente, ahora también somos muchos los desencantados y para los cuales ese sueño se ha convertido en una pesadilla que ha servido solo para generar una gran burocracia en total desarmonía con los científicos y su actividad.

Lo anterior queda dramáticamente reflejado en la maraña burocrática en que se ha transformado el principal instrumento de apoyo a los científicos como es Fondecyt manejado por la ANID. Los proyectos Fondecyt regular han sido por décadas reconocidos nacional e internacionalmente como un instrumento exitoso para el desarrollo científico del país, especialmente para la ciencia básica, y explica en gran parte el salto exponencial que ha tenido la actividad científica desde la creación de este instrumento en los años 80.

Lamentablemente, desde un tiempo a esta parte, y acrecentado desde la creación del ministerio, la administración de este tipo de proyectos se ha transformado en un quebradero de cabeza para los investigadores donde perdemos más tiempo en desenredar la maraña burocrática que ha generado ANID, que en desarrollar las demostraciones para probar nuestras hipótesis. Se echa de menos el anteriormente existente Consejo Superior de Ciencias que ponía la contraparte científico-académica a la burocracia administrativa.

Juan Arturo Squella Serrano

Profesor titular

Universidad de Chile