El turbulento primer mes de Siches

La entrega de información que resultó ser falsa por parte de la ministra del Interior a la Cámara de Diputados selló esta semana un accidentado primer mes del gobierno del Presidente Gabriel Boric. El traspié, que abrió una crisis en La Moneda y empañó el anuncio del Plan de Reactivación Inclusiva, le valió una reprimenda del propio Mandatario y dejó a la jefa del gabinete en una posición debilitada. La duda sobre si es necesaria una “intervención” a sus equipos sigue abierta en Palacio. Por ahora, a lo menos ya está definido que sumará a asesores de partidos políticos.


—Me mintieron, Presidente.

Esas fueron las palabras que la ministra del Interior, Izkia Siches, pronunció el jueves -pasadas las 11.05- ante el Mandatario Gabriel Boric en La Moneda.

El Jefe de Estado la había llamado temprano esa mañana para pedirle explicaciones sobre el error no forzado que había cometido horas antes y que terminó abriéndole una crisis a su gobierno, a cinco días de que cumpla un mes en el poder, y empañando una jornada clave en que se anunciaría el Plan de Reactivación Inclusiva.

El miércoles, la jefa del gabinete había entregado información que resultó ser falsa en la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, asegurando que en el gobierno de Sebastián Piñera un vuelo de expulsión de migrantes habría despegado y regresado al país con los mismos pasajeros. Y fue más allá al acusar a la administración anterior de encubrir el hecho, que calificó como una “chambonada”.

A esas alturas, en La Moneda se lamentaban por el nuevo traspié de Siches, cuyo desembarco en el Ministerio del Interior ha estado marcado por una seguidilla de errores no forzados y declaraciones polémicas que han terminado complicando al gobierno. Ayer, tras recibir la denuncia de un abogado, la Fiscalía abrió una investigación tras sus declaraciones de esta semana.

El episodio en la Cámara Baja, reconocen en La Moneda, se configura como el impasse más grave. Las mismas fuentes admiten que su error la dejó en una posición debilitada, algo complejo para el rumbo de la administración del frenteamplista, quien ha depositado su plena confianza en la expresidenta del Colegio Médico, que asumió como jefa de campaña en la segunda vuelta presidencial.

Y pese a que el Mandatario salió a respaldarla públicamente y dio por superada la polémica, quienes pudieron conversar con él aseguran que estaba “molesto” y que le transmitió que equivocaciones de esa naturaleza no podían repetirse. Según las mismas fuentes, el Presidente Boric cuestionó a los equipos de su ministra por no haber verificado la información que entregó ante los parlamentarios.

El error de Siches dejó nuevamente en entredicho a sus colaboradores. La ministra ha optado por integrar sus equipos con personas de su máxima confianza, pero quienes no tienen experiencia previa en el aparato del Estado. El grupo lo encabeza su jefe de gabinete, Roberto Estay, y su asesor en materia de migraciones, Matías Libuy. Ambos conformaron hasta noviembre del año pasado el círculo de hierro de Siches en el Colmed.

Y si bien en Palacio han descartado que haya renuncias en la repartición, la idea de que el equipo de la ministra se “intervenga” en algún nivel ha estado en el aire después de lo ocurrido el miércoles. De hecho, en el gobierno confirman que en los próximos días se sumarán algunos asesores del Partido Comunista y Revolución Democrática al Ministerio del Interior.

El hecho de que la secretaria de Estado haya optado por sus cercanos para diseñar su gabinete y opere en una lógica que algunos califican como demasiado compartimentada ha generado inquietud en el resto del comité político y en los partidos de la coalición oficialista.

Las alertas sobre ese punto ya habían sido levantadas tras su fallida visita a Temucuicui, donde fue recibida con cortes de camino y balazos al aire. El episodio dejó en entredicho la estrategia del gobierno para enfrentar la crisis que vive la Macrozona Sur y generó cuestionamientos al equipo de Interior por la falta de planificación del viaje.

El propio Presidente Boric es crítico de ese hito y, de hecho, ha transmitido que si él viaja a regiones -como tiene previsto- evitará “efectismos comunicacionales”.

“Si algo hemos aprendido en este tiempo es que tenemos que preparar bien esas acciones”, ha dicho el Mandatario.

La contención de la crisis

Ya al subirse a su auto para volver desde Valparaíso a Santiago, la ministra Siches estaba al tanto de que había cometido un error. A esas alturas, sin embargo, aún no dimensionaba las repercusiones que tendrían sus dichos ante los parlamentarios.

En ese trayecto, según fuentes del gobierno, la ministra pidió a sus equipos levantar información oficial para calibrar la situación. Esa noche se le remitieron varios documentos que fueron solicitados a organismos oficiales, como el Servicio Nacional de Migraciones y la Policía de Investigaciones (PDI), con quienes se reunirían sus equipos a primera hora del jueves para preparar su reunión con el Presidente. A las 0.35 de esa madrugada la ministra admitiría su error públicamente, tras ser desmentida por su antecesor, Rodrigo Delgado.

Quienes conversaron con ella en esas horas aseguran que estaba afectada, pero se mostró “entera” ante sus equipos.

08/04/2022 La ministra del Interior, Izkia Siches, volvió a reunirse con el Presidente Gabriel Boric este viernes y evitó dar declaraciones. Mario Tellez / La Tercera

La crisis ya se avizoraba a esas alturas en La Moneda, donde la ministra Camila Vallejo y el director de la Secom, Pablo Paredes, sostuvieron una reunión de emergencia para levantar alertas y analizar bajadas. Todo mientras en la derecha aumentaban las voces que pedían la renuncia de la titular de Interior.

Esa mañana en Palacio fue tensa. Las críticas de parlamentarios de filas oficialistas inquietaron al comité político. Tanto Vallejo como Giorgio Jackson (Segpres) activaron un plan de contención -que incluyó varios telefonazos- para evitar que los cuestionamientos escalaran entre los propios.

Y si bien las salidas comunicacionales se evaluaron en coordinación entre la Segegob, Interior y Presidencia, la contención -mientras la ministra no daba ninguna versión de lo ocurrido- la manejó en mayor medida el equipo del propio Mandatario, quienes rápidamente coordinaron el encuentro entre ambos y se apuraron en aclarar que no habría renuncias.

Hasta el cierre de esta edición, la ministra Siches había evitado dar declaraciones a la prensa y, de hecho, el diseño por el que optaron en La Moneda fue radicar la información oficial en el Servicio Nacional de Migraciones, a cargo de Luis Eduardo Thayer.

En esa repartición, de hecho, se recopilaron los antecedentes entregados al gobierno de parte de la PDI y se decidió apuntar a Carmen Gloria Daneri, quien subrogó la dirección del servicio antes de que asumiera Thayer, como la persona que habría entregado información incorrecta a la autoridad.

Ayer, incluso, Thayer le comunicó a la funcionaria que quedaría suspendida de sus funciones en la subdirección mientras dure la investigación sumaria que abrieron el jueves, algo que no fue bien evaluado en La Moneda.

El “incómodo” estilo Siches

En el gabinete del Presidente Boric reconocen que el estilo de la ministra es controvertido y que ha sido la principal causa de sus problemas en este primer mes. Algunos critican especialmente el tono informal con que les entregó información sensible a los parlamentarios.

Para algunos en Palacio, sus formas “cercanas” y “distendidas” de abordar temas complejos -como cuando acusó desigualdad de trato por parte del Poder Judicial o se refirió a la existencia de presos políticos- se han transformado en un asunto de preocupación permanente para la Secom y la propia ministra Vallejo.

Si bien la militante comunista mantiene un diálogo fluido con Siches, la vocera de gobierno no esconde entre sus cercanos su visión crítica sobre algunas de sus salidas comunicacionales. Por eso en Palacio no descartan que la ministra del Interior tenga menor exposición en las semanas que vienen.

Además, en el gobierno creen que la secretaria de Estado no ha logrado entablar una relación de complicidad ni con Vallejo ni con Jackson. Pero tampoco con los partidos de la coalición.

En el oficialismo varios apuntan a que la ministra -pese a ser la encargada política del gabinete- no se ha reunido con sus mesas directivas (aunque sí con algunas bancadas). Para dirigentes del sector ha sido llamativo que Siches no busque tender mayores puentes con ellos, sobre todo, en vista de que una de sus debilidades es que no tiene una vinculación orgánica con las colectividades dada su calidad de independiente.

Asimismo, resienten que la ministra -según acusan en privado- no escuche lo suficiente a los partidos y tenga demasiada confianza en sus propias percepciones.

Pese a que con su subsecretario, Manuel Monsalve, ha tenido contradicciones públicas, en el equipo del socialista aseguran que ambos se han logrado coordinar y que tienen una buena relación. “Interior enfrenta quizás los problemas más complejos que vive la sociedad chilena (...) y desde esa perspectiva hay que juzgar la instalación. Ha sido más rápida de lo que se hubiese podido esperar”, sostiene el exparlamentario, agregando que ha construido un vínculo de “confianza” y “cercanía” con la secretaria de Estado.

El Ministerio del Interior fue contactado para obtener una versión de Siches, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

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