El cierre progresivo de Ventanas dividió al directorio: la decisión fue aprobada por 5 votos contra 3

Tres directores -por razones distintas- se manifestaron en contra de la decisión adoptada en sesión extraordinaria el viernes: el representante de los trabajadores, Nelson Cáceres, la abogada Patricia Núñez y el empresario Isidoro Palma. En algunos integrantes de la mesa hubo molestia por la premura de la decisión y por haber cerrado la fundición sin informar al directorio.


“Uno nunca puede estar seguro de los votos que va a haber en un directorio. Uno se imaginaba de lo qué iban a hablar, pero no cómo iban a estar los votos. Entonces, la decisión del directorio la supimos ese mismo día. Nadie podía estar seguro cuántos votos iba a haber”, dijo este domingo la ministra de Minería, Marcela Hernando, en el programa Estado Nacional, de TVN. El gobierno estaba pendiente de la decisión que se día iba a adoptar la mesa de la mayor empresa minera del país, la estatal Codelco. Y como señaló la ministra Hernando, el Ejecutivo no tenía certeza de la dirección que adoptaría la cúpula del gobierno corporativo, que tiene por ley nueve integrantes, pero hoy hay ocho en funciones.

La sesión extraordinaria del directorio reunió el viernes 17 de junio, pasado el mediodía, a los ocho integrantes actuales de la mesa, dirigida por su presidente Máximo Pacheco. En la sesión también participaron los directores Pedro Pablo Errázuriz, Isidoro Palma, Patricia Núñez, Juan Enrique Morales, Josefina Montenegro, Alejandra Wood y el director electo en representación de los trabajadores, Nelson Cáceres. Los tres últimos directores, junto a Pacheco, fueron nombrados durante al actual gobierno y sus mandatos finalizan en 2026.

La decisión final fue comunicada el viernes por Codelco, al término de la reunión, en un comunicado de prensa que se divulgó por correo electrónico a las 20:29 horas. El primer párrafo de ese comunicado, decía así: “Luego de una sesión extraordinaria realizada hoy, el directorio de Codelco aprobó por mayoría avanzar en la preparación del cese de la operación de la fundición Ventanas, medida que requiere modificar la Ley N° 19.993, que obliga a la Corporación a fundir los minerales de Enami exclusivamente en la planta de Ventanas. El acuerdo sólo involucra al proceso de fundición, ya que la refinería no está en cuestión”.

La empresa informó, de esa manera, que la decisión fue por mayoría, lo que hacía presumir que no fue por unanimidad. Pero la verdad es que fue una decisión que dividió casi en dos a la mesa: cinco votos estuvieron por avanzar con el cierre y tres estuvieron en contra de adoptar esa decisión, confirmaron a Pulso varias fuentes. Pero por razones distintas. El director propuesto por la FTC, el Ingeniero en recursos humanos Nelson Cáceres, se opuso por el efecto que la decisión tendría en materia laboral: el cierre de la fundición de Ventanas afectaría a 350 personas que, prometió el Presidente Gabriel Boric el viernes, serán reubicadas en la misma empresa. Los trabajadores de Codelco están preparando una masiva paralización para esta semana.

A Nelson Cáceres se sumaron en la negativa Isidoro Palma y Patricia Núñez, cuyas designaciones ocurrieron durante el gobierno de Sebastián Piñera. El período del ingeniero comercial Isidoro Palma concluye en mayo de 2023 y el de la abogada Patricia Núñez, en mayo de 2025. Mientras Palma habría sostenido que una decisión de esta envergadura requería un análisis más concienzudo y detallado; Núñez habría cuestionado el efecto que la discusión sobre Ventanas, y otras materias anteriores, estaban teniendo en el gobierno corporativo de Codelco. Incluso, Núñez habría dejado por escrito la fundamentación de su voto en contra.

Consultados por Pulso, en el ministerio de Minería no hubo respuesta.

En la mesa había malestar por cómo se tomó la decisión y algunos integrantes precisan que el directorio no decidió el cierre, sino, como dice el comunicado, avanzar en el cese de operaciones, en un proceso largo que requiere del cumplimiento de múltiples condiciones.

Además, la convocatoria a la sesión extraordinaria de directorio se realizó solo días antes y, dicen, el objetivo era abordar la situación operacional y ambiental de la división Ventanas, además de realizar análisis y tomar definiciones. Una decisión de esa magnitud, reprochan, no podía ser adoptada con tan poca anticipación, además de que restan numerosos análisis y condiciones previas para tomar la decisión.

La molestia mayor radica en que esta fue una decisión empujada por el Ejecutivo que, de alguna manera, vulnera el gobierno corporativo de Codelco. Aquello, por ejemplo, fue marcado por el exministro de Hacienda Ignacio Briones, el fin de semana. Aludiendo a la promesa de Gabriel Boric -”Sus puestos de trabajo están asegurados en otras divisiones de la empresa, sin menoscabo alguno”-, Briones preguntó cuestionó vía Twitter: “Bien cierre Ventanas, pero no corresponde que Presidente o Gobierno instruyan a Codelco, ni definan destino de sus trabajadores. Empresa estatal no equivale a empresa del Gobierno. De 9 directores, 6 externos al gobierno. Costó años construir buen gobierno corporativo. A cuidarlo”, escribió. La misma reflexión es compartida en parte de la mesa, sobre todo porque sienten que la medida fue empujada desde el gobierno.

Entre algunos integrantes del directorio, además, habría molestia por cómo actuó Codelco desde el 6 de junio, cuando Ventanas detuvo la fundición. Ese día, y los siguientes se produjeron episodios de salud en la zona, en los que, aseguran, no existe claridad sobre la responsabilidad de Ventanas. Por ello, a los días siguientes de la paralización, lo que no se ha revertido aún, preguntaron a Codelco por qué la fundición Ventanas estaba paralizada si no había ninguna ilegalidad manifiesta. La decisión de paralizar la fundición de Ventanas, apuntan, no fue consultada al directorio y había sido adoptada por Máximo Pacheco junto a la administración.

En la sesión del viernes, que duró cerca de cinco horas, se analizaron largamente los episodios ambientales de las últimas semanas y, en la segunda parte, se discutió sobre la decisión de avanzar en el cese de operaciones, algo que ya sabían desde el gobierno que sería tratado durante esa jornada. A la reunión asistieron varios ejecutivos, encabezados por el presidente ejecutivo (S), Andre Sougarret, además del gerente de Ventanas, el vicepresidente de fundición refinería y el área legal.

El proceso de cierre será largo y aunque Boric dijo “por lo menos cinco años”, en Codelco creen que serán siete u ocho años. Quienes conocen la interna de esta discusión afirman que un proceso de este tipo requiere una multiplicidad de pasos previos. Primero, es ilegal cerrarla, afirman, si hoy una ley obliga a Codelco a tratar el mineral que producen los pequeños y medianos mineros en esa fundición, una obligación que se intentó anular mediante una reforma legal enviada en las postrimerías del gobierno anterior y que fue retirada por la actual administración. Aquella reforma, dice un alto personero de Codelco, iba precisamente en la dirección de un cierre posterior y programado de Ventanas.

Pero, además, el cierre exige otro tipo de consideraciones. Por ejemplo, renegociar tratos con los subcontratistas, repactar los contratos de abastecimiento de energía, redefinir el destino del material de los pequeños y medianos mineros, a qué fundición se llevará, quien financia el transporte, etcétera. De todo aquello, sin embargo, existe conciencia en todo el directorio de Codelco. En una carta a los trabajadores difundida esta mañana, Máximo Pacheco advirtió que “el proceso será largo. Desmantelar una fundición de las características de Ventanas demorará varios años y requerirá de mucha mano de obra. Por eso, para los contratistas también se abrirán nuevas oportunidades laborales. Tomaremos medidas con distintas instituciones del Estado y organizaciones para generar un plan que ofrezca un horizonte de empleabilidad para todos y todas”.

En su misiva, Pacheco insistió en que la medida fue adoptada por la mayoría del directorio e insistió en las razones de la definición. “¿Merece la principal empresa de Chile y sus trabajadores y trabajadoras ser apuntados con el dedo cada vez que hay una emergencia ambiental? ¿Merece la comunidad de Quintero y sus alrededores ser parte de una “zona de sacrificio”? ¿Merecen los chilenos y chilenas que la productora número uno de cobre en el mundo renuncie a su deber de ser líder en minería verde?”.

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