La dramática realidad que visibilizó el Catastro de Campamentos, elaborado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), plantea un desafío que exige de toda la colaboración entre el sector público, las organizaciones civiles y el mundo privado.

Por eso fue que nuestro gremio creó un grupo de trabajo que ha estado en permanente diálogo con distintos actores y elaboró un documento que propone tres ejes de acción.

El primero, que se formule una Política Nacional de Campamentos, que evite que este drama se vuelva a invisibilizar, como ocurre con la realidad de los más vulnerables. Además, debiera desarrollar una mirada más comprensiva e integral de este fenómeno. Y, como cualquier política, tendría que implementarse a través de planes, metas y plazos claros y abordables.

Ahora bien, para que este esfuerzo fructifique, debe existir un liderazgo claro y con facultades para revisar la institucionalidad y coordinar iniciativas y recursos que hoy distintos organismos públicos gestionan en forma desarticulada. Así se podría entregar un efectivo acompañamiento a las familias para que su salida de campamentos sea sostenible en el tiempo.

El segundo eje se relaciona con la forma en que se piensan y desarrollan las ciudades. Como es evidente, nuestro sistema de planificación urbana está en crisis y el aumento de las familias en campamentos es uno de sus síntomas, al que se deben sumar, por ejemplo, las cientos de miles de familias que viven allegadas.

Esto exige una planificación integrada, que garantice suelo urbano y procesos equilibrados de densificación, principalmente en torno a los ejes de transporte y espacios públicos de alto estándar.

De lo contrario, seguiremos siendo testigos de las contradicciones entre un discurso que promueve la integración social y la solución a los campamentos y un número creciente de comunas que cierra sus puertas a la llegada de nuevas familias.

Por último, proponemos considerar el arriendo como el primer paso en el camino para dejar atrás la vida en campamentos. Un camino que, insistimos, requiere un plan integral de acompañamiento.

Nuestro compromiso es seguir trabajando con el Minvu y todas las organizaciones sociales preocupadas por este drama. De hecho, este viernes suscribimos un acuerdo con la autoridad para fortalecer la alianza público-privada indispensable para la solución de este gran desafío país.