La inflación en Estados Unidos en el primer trimestre fue mucho más débil de lo que se pensó inicialmente, lo que coincide con una fuerte desaceleración de la demanda interna, algo que podría contradecir la opinión de la Reserva Federal de que presiones benignas de precios se debían en buena parte a factores temporales.

La débil inflación reportada este jueves por el Departamento de Comercio también podría presionar al banco central de Estados Unidos para que reduzca la tasa de interés, especialmente porque la economía pareció desacelerarse en el segundo trimestre.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo recientemente que creía que la inflación "podría terminar siendo transitoria".

El índice de precios de gastos en consumo (PCE), excluidos alimentos y energía, subió un 1% en el último trimestre, en lugar del 1,3% reportado antes. El alza de precios del último trimestre fue la menor en cuatro años y queda a una distancia aún mayor del objetivo de inflación de 2% de la Fed.

La inflación se ha mantenido por debajo de su meta este año y el presidente Donald Trump ha instado al banco central a recortar las tasas. "Es probable que las lecturas de baja inflación sean persistentes", dijo Sung Won Sohn, profesor de economía en la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles.

"Dado que tanto la inflación como el crecimiento económico van en la dirección equivocada, es probable que la Fed recorte las tasas este año", añadió.

A principios de este mes, la Fed mantuvo las tasas sin cambios y mostró poca inclinación a cambiar la política monetaria en el corto plazo.