Encontrar espacios para hacer ejercicio puede ser una tarea compleja. Sobre todo, si estás sujeto a una rutina laboral que te mantiene ocupado la mayor parte del día.
Sin embargo, es conocido que el entrenamiento cumple con un papel clave en el cuidado de la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere —entre otras recomendaciones— que los adultos de 18 a 64 años realicen al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a lo largo de la semana.
Aquello no solo ayudará a prevenir múltiples enfermedades, sino que también fortalecerá tu organismo y aportará a tu bienestar mental.
De la misma manera, actos como salir a correr antes de la jornada laboral pueden ayudarte a ser más productivo, a tener más energía y a resolver problemas con mayor eficiencia, según manifestaron especialistas a GQ.
A continuación encontrarás una lista con 6 beneficios que promete entregarte el hacer actividad física previa a ir a trabajar.
1. Empezar el día más despierto
Activarse durante las mañanas puede ser difícil, más aún si has tenido una semana agotadora. No obstante, el hecho de partir el día con un ejercicio moderado ayudará a que te sientas más despierto, a que tengas un mejor humor y a que se liberen hormonas que te hagan sentir bien.
Según dijeron los expertos al citado medio, también aportará a que estés más alerta cuando empieces tu jornada, lo que podría favorecerte a la hora de enfrentar desafíos.
2. Crear disciplina
Adoptar un hábito requiere que dediques tiempo, esfuerzo y constancia, pero si logras cumplir con la recomendación mínima de la OMS, no solo estarás aportando a tu salud, sino que también te reafirmarás a ti mismo que eres capaz de concretar tus objetivos a través de la disciplina.
Junto con ello, si haces ejercicio antes de comenzar tu jornada, podrás utilizar los espacios del resto del día en hacer otras actividades que disfrutes, sin sacrificar el dedicado al entrenamiento.
Una vez que crees ese hábito y sigas trabajando en él, progresivamente te darás cuenta de que tu capacidad irá en aumento.
3. Despejar la mente
Actos como salir a correr, trotar o incluso caminar pueden ayudarte a reducir factores como el estrés y la tensión mental, además de disminuir el riesgo de enfrentar síntomas relacionados a la depresión.
Esto, a su vez, facilitará que despejes tu mente y que puedas concentrarte con mayor facilidad.
4. Potenciar tu productividad
Un estudio al que tuvo acceso GQ determinó que el ejercicio contribuye a aumentar los niveles de energía y a combatir el cansancio.
Aquello puede ayudar a que trabajes con más ganas, mientras que el aumento en el flujo de sangre asociado al entrenamiento favorece a que el cerebro esté más enfocado y alerta.
La suma de tales factores puede potenciar tu productividad durante la jornada laboral.
5. Planificar tus tiempos con eficiencia
El hecho de adoptar un hábito implica que organices tu agenda para que alcances a completar todas las actividades que tienes consideradas, además de definir cuáles son prioritarias.
En este caso en particular, el tiempo de ejercicio debe permitir que después alcances a ducharte y a alistarte, para que así puedas llegar puntual a tu espacio de trabajo.
6. Mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño
Tal como se mencionaba más arriba, la actividad física tiene impactos positivos en el bienestar mental y emocional. Pero eso no es todo, ya que el ejercicio matutino —especialmente el aeróbico, como correr— puede ayudarte a invertir energías para que después de completar tu día puedas dormir óptimamente.
Cabe destacar que si tienes problemas de salud, siempre es recomendable visitar a un especialista para evaluar tu situación y las mejores formas de abordarla.