Alrededor de una semana antes de que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumiera su segundo mandato en la Casa Blanca el 20 de enero de este año, su esposa, Melania Trump, concedió una entrevista a Fox News.

En dicha conversación, se le preguntó a quien próximamente volvería a asumir como primera dama dónde pensaba pasar la mayor parte de su tiempo durante este periodo presidencial.

“Estaré en la Casa Blanca”, respondió Melania Trump.

Y continuó: “Y cuando necesite estar en Nueva York, estaré en Nueva York. Cuando tenga que estar en Palm Beach, estaré en Palm Beach. Pero mi primera prioridad es, ya sabes, ser madre, ser primera dama, ser esposa. Y una vez que estemos adentro, el 20 de enero, servimos al país”

Sin embargo, en los primeros meses de esta segunda administración Trump, la presencia de la primera dama en Washington y las actividades presidenciales ha sido más bien acotada.

Según afirmaron funcionarios familiarizados con sus movimientos al New York Times, Melania Trump desaparece durante semanas para refugiarse en la Torre Trump de Manhattan o en Florida, en Mar-a-Lago, el complejo de lujo del mandatario.

Aunque contrató personal para que trabaje con ella en las dependencias de la Casa Blanca, es inusual que entre en el despacho.

Y, de hecho, personas que habitualmente transitan por Mar-a-Lago han declarado que no suelen verla por las instalaciones.

Dos personas familiarizadas con su agenda afirmaron al citado periódico que, hasta los 108 días desde que su esposo fue investido, había pasado menos de 14 días en la Casa Blanca.

Otros funcionarios sugirieron que esa estimación es, incluso, optimista.

La historiadora de la Universidad de Ohio que ha investigado temas relacionados a las primeras damas, Katherine Jellison, comentó al Times: “No habíamos visto una primera dama de perfil tan bajo desde Bess Truman, y eso se remonta a la memoria humana viva, hace casi 80 años”.

Añadió que Bess Truman —quien fue esposa del presidente Harry S. Truman— solía ir de vuelta “a su casa siempre que podía”. Y que con Melania Trump se puede ver esa misma tendencia.

“Le gustaba su mundo privado”, agregó la historiadora.

Por qué el paradero de Melania Trump es un tema sensible en la Casa Blanca

Las fuentes consultadas por el periódico estadounidense sugirieron que el paradero de la primera dama es un tema delicado al interior de la Casa Blanca.

Durante el año pasado, el matrimonio entre Donald y Melania Trump enfrentó una serie de situaciones complejas en apenas unos meses.

El abanderado republicano se vio envuelto en un caso judicial que incluyó el pago a una actriz porno antes de las elecciones de 2016, para que no revelara detalles sobre un encuentro sexual.

Según dos fuentes con conocimiento de su relación, aquello significó un momento delicado para la pareja.

Frente a dicho escenario, Melania Trump optó por mantenerse alejada de los tribunales y limitar su presencia en la campaña para las elecciones que se realizaron en noviembre de 2024, en las que su esposo se impuso en los comicios.

Junto con ello, el abanderado republicano enfrentó dos intentos de asesinato.

Uno ocurrió durante un mitin que se realizó el 13 de julio en Pensilvania, instancia en la que resultó herido por un disparo de rifle que alcanzó su oreja derecha. El otro sucedió el 15 de septiembre en Florida, cuando un sujeto armado fue sorprendido oculto en el campo en el que estaba jugando golf.

Tales hechos despertaron una profunda preocupación en Melania Trump, quien previamente ya tenía temores sobre la seguridad de su familia, según afirmaron dos fuentes familiarizadas con la situación.

Agregaron que, cuando su esposo fue investido como presidente por primera vez en 2017, le preocupaba salir del vehículo para participar en el desfile.

Se afirma que, durante este segundo mandato, Donald Trump ha asumido algunas funciones que usualmente adoptan las primeras damas, tales como elegir las lámparas de la residencia de la Casa Blanca, rediseñar el Jardín de las Rosas y organizar recepciones para el Mes de la Historia de la Mujer.

Cuando Donald Trump asumió su primer periodo presidencial, Melania Trump esperó meses antes de mudarse a la Casa Blanca, debido a que su hijo, Barron Trump, tenía 15 años. Su madre se tomó el tiempo necesario para organizar sus asuntos académicos y el proceso para llegar a una nueva ciudad.

Actualmente, el joven tiene 19 años, está terminando su primer año en la universidad y es cada vez más independiente.

No obstante, se asegura que sigue teniendo un rol protector sobre su hijo.

Ella misma había comentado en enero, en la entrevista con Fox News: “Siento que, como hijos, los tenemos hasta que tienen 18 o 19 años (...) Les enseñamos, guiamos, y luego les damos alas para volar”.

Las declaraciones y apariciones públicas de la primera dama han sido más bien limitadas en los primeros meses de la administración Trump.

En abril, estuvo junto al presidente en la celebración de los huevos de Pascua en la Casa Blanca, instancia que fue cuestionada ética y legalmente después de que se conociera que se permitía la participación de patrocinadores.

De la misma manera, a principios de ese mismo mes, habló en el Departamento de Estado en el marco de los Premios Internacionales a las Mujeres de Coraje.

Se trató de la primera vez que se le vio en público en Washington desde hace semanas.

También, tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, acompañó al mandatario a la Ciudad del Vaticano para asistir a su funeral.

Aún así, ha tendido a mantenerse fuera de la vista pública.

En la antesala de que Donald Trump asumiera su segundo mandato en enero, Melania estrenó su propia criptomoneda llamada “$MELANIA”.

Y posteriormente llegó a un acuerdo con Amazon para la realización de un documental sobre su vida como primera dama.

Según los reportes de distintos medios estadounidenses, se presume que la negociación contempló unos 40 millones de dólares.

Fuentes de la industria cinematográfica consultadas por el Times afirmaron que, de confirmarse esa cifra, se trataría de decenas de millones de dólares más de lo que normalmente se pagaría por un proyecto de este tipo.

Tanto Amazon como el director de la cinta, Brett Ratner, declinaron hacer comentarios sobre el documental al citado periódico.

La producción ejecutiva estará a cargo de Melania Trump.