Que una fotografía de comida haga salivar no es algo nuevo. De hecho, hace mucho que el tentar con una imagen sea parte vital de la promoción de un plato, incluso llegando a contrastarse con la realidad. Hoy la escena es completamente diferente, se busca hacer entrar en una composición donde los sabores, las texturas, los ambientes y evidentemente los ingredientes y preparaciones conquisten, atrapen, transmitan, asombren. Detrás de eso está el 'food styling', el arte de arreglar o montar un plato bella y apetitosamente, con trucos que pasaron de comida falsa o trucada a una realidad viva y cuidada. Nos metimos en Fruta Studio para ver cómo se hace una fotografía deliciosamente cautivante.