Desde los comienzos de los cuellos y puños de camisa, los zapatos de taco, la mecanografía o un Mac, el diseño de los espacios destinados a oficina se han debatido entre la autonomía de la privacidad y la interacción de los espacios abiertos. Dos realidades, distintas necesidades, pero más que todo, modos de pensar y de ver el trabajo distintos. En pocas palabras, una evolución que ha tomado algo más de 100 años, pero que nos da esperanza.
admin_copesa
1 oct 2011 12:30 PM