*Una inmersión en la Tierra Media

En la previa al estreno, los creadores fueron majaderos en que su principal misión en la primera temporada consistía en reintroducir la Tierra Media. Un viaje de retorno al mundo de Tolkien a 19 años del debut de El señor de los anillos: El retorno del rey (2003) y a ocho del lanzamiento de El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (2014), aunque esta vez en formato serie y sin Peter Jackson a la cabeza del proyecto.

En el primer episodio, a través de un extenso y absorbente prólogo, El señor de los anillos: Los anillos de poder estableció los códigos básicos de un universo que años atrás vivió un enfrentamiento ante Morgoth y que, de acuerdo con lo que teme Galadriel (Morfydd Clark), podría ser víctima del renacer del mal durante la Segunda Edad a manos de su lugarteniente, Sauron.

No hay hobbits ni está Gandalf, ni tampoco Aragorn, todas figuras propias de la Tercera Edad. A cambio, irrumpen Elrond, Galadriel Isildur y el retrato de un conjunto de personajes y lugares que conducen la trama durante su primer ciclo. Khazad-dûm, el reino enano, aparece en todo su esplendor, así como lucen imponente Lindon y Eregion, sedes de los elfos. Con más altos que bajos, la construcción de mundo se empina como uno de los aspectos más fascinantes de la producción de Prime Video.

*Misterios sin resolver

¿Dónde está Sauron en El señor de los anillos: Los anillos de poder? Es una de las interrogantes que hasta ahora –luego de siete capítulos de más de una hora cada uno–, la producción se niega a responder. Su nombre ha aparecido en diferentes momentos de la primera tanda de episodios, en particular a través de Galadriel, quien está convencida de que se encuentra en algún rincón de la Tierra Media recuperando su poder. Adar (Joseph Mawle), el líder de los orcos, incluso sostiene que acabó con su existencia, no logrando convencer a la elfa.

La ficción también ha sido esquiva en revelar quién es “El Extraño” (Daniel Weyman), el hombre caído desde el cielo que convive con los harfoots (los antepasados de los hobbits). Tiene grandes poderes y es perseguido por tres mujeres de aspecto intimidante, con las que eventualmente se encontrará en el octavo episodio. Bueno o malo, parece estar garantizado que ocupará un rol preponderante en los acontecimientos de la serie.

¿Y qué es esa voz que llama con insistencia a Isildur (Maxim Baldry)? ¿Esconde algo más Halbrand (Charlie Vickers)? ¿Cuál es el mal que aqueja a los elfos encabezados por Gil-Galad (Benjamin Walker)? ¿Dónde se reubicarán los hombres y mujeres de las Tierras del Sur? Son algunas de las preguntas de las que deberá hacerse cargo Los anillos de poder.

*La acción y el terror funcionan

El primer orco que aparece en El señor de los anillos: Los anillos de poder tiene una presentación propia de una película de terror. En un capítulo dirigido por el cineasta español J. A. Bayona (El orfanato, Jurassic World: El reino caído) uno de ellos se escabulle en la casa de Bronwyn (Nazanin Boniadi) y Theo (Tyroe Muhafidin), irrumpiendo como una aberración salida de la peor pesadilla posible. Parte de ese tono empapa la representación de esas criaturas a lo largo de toda la primera temporada, marcando uno de los puntos altos de la producción.

Cuando la serie se propone que llegó la hora de la acción también cumple con honores. Momentos como el escape de Galadriel de una criatura marina y la huida de Arondir (Ismael Cruz Córdova), Bronwyn y Theo de un grupo de orcos, están entre los buenos pasajes de una historia que se reservó lo mejor para su sexto episodio.

*El mejor episodio

Titulado Udûn, el sexto capítulo de la temporada transcurrió casi por completo en las Tierras del Sur, rompiendo con la tendencia más dispersa de los episodios previos. Arondir y Bronwyn encabezan al grupo que se negó a aceptar las condiciones de Adar para asegurar su sobrevivencia. El terror se cierne sobre ellos en secuencias tratadas con atmósfera y buen pulso narrativo, amén de una sólida dirección de la realizadora Charlotte Brändström.

Esos atributos se mantienen con la aparición de la reina regente de Númenor (Cynthia Addai-Robinson) y sus tropas, instante en que por primera vez la serie proporciona la satisfacción de cruzar dos de sus subtramas. La batalla tiene épica, momentos íntimos y tragedia (las Tierras del Sur se transforman en Mordor, la región en que Sauron levantó su imperio del mal), consolidando la mejor entrega de la producción hasta ahora.

Foto: Matt Grace/Prime Video

*La subtrama más débil

Recién en el tercer capítulo de El señor de los anillos: Los anillos de poder es el turno de la presentación de la isla de Númenor, el reino de los humanos liderado por Míriel, la monarca regente. Es ella quien recibe a Galadriel e inicialmente rechaza su propuesta de ir a la Tierra Media para atender las señales del resurgimiento del mal. En paralelo, son introducidos Elendil (Lloyd Owen) y sus dos hijos, Isildur y Eärien (Ema Horvath), así como Pharazôn (Trystan Gravelle) y su heredero, Kemen (Leon Wadham).

Probablemente no ha habido tiempo para perfilar con contundencia a esos personajes, algunos clave en la obra de Tolkien. Pero lo que termina de empañar esa subtrama es la manera esquemática en que explora las dinámicas del lugar y el trazo grueso con que aborda los conflictos de sus dos invitados, Galadriel y Halbrand, un timador que ella insiste en bautizar como el rey que las Tierras del Sur llevan esperando durante décadas. La serie tiene un largo camino que recorrer con Númenor, por lo que asoma como uno de los aspectos a mejorar en la ya confirmada segunda temporada.

*¿Cuándo llega y qué viene en el último episodio?

A las 01:00 horas de Chile de este viernes 13 estará disponible en Prime Video el octavo y último capítulo de El señor de los anillos: Los anillos de poder. Un adelanto liberado en la Comic-Con de Nueva York desliza que existirá una revelación en torno a Sauron, y sugiere que podría haber alusiones a la forja de los anillos, un hito crucial de la Tierra Media que hasta el momento no se ha abordado. La dirección corre por cuenta de Wayne Che Yip, el mismo realizador a cargo de los episodios tres, cuatro y cinco.

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