Acusación a Trump: los precedentes de un caso que pone a EE.UU. en un territorio desconocido

El entonces Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una conferencia de prensa en noviembre de 2020. Foto: Reuters

Si bien hay antecedentes de mandatarios y candidatos estadounidenses con problemas legales, nunca se había llegado a una instancia como la que enfrenta actualmente Donald Trump. El componente político de este proceso, sumado al inminente inicio de la carrera presidencial de 2024, ha desatado un amplio debate sobre las consecuencias de la acusación del gran jurado de Nueva York.


Cuando las fotografías del supuesto arresto del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, empezaron a viralizarse, muchos cayeron en la trampa. Se trataba de imágenes generadas por inteligencia artificial, donde se veía a un pequeño contingente policial arrestando de manera violenta al magnate del Partido Republicano. Y si bien en la práctica es altamente improbable que algo como eso ocurra, posiblemente el próximo martes sí se entregará a las autoridades para ser procesado en el marco del pago para ocultar un affaire en la campaña presidencial de 2016, detallaron medios locales. Hito que marcará para siempre a la historia democrática de la poderosa nación norteamericana. “Estados Unidos entra en territorio desconocido”, señaló este viernes The New York Times.

La comparecencia de Trump, donde se le tomará la foto de rigor, se le registrarán las huellas dactilares y se le creará una ficha policial como a cualquier procesado común, se da luego de que este jueves un gran jurado de Nueva York votara a favor de la acusación por un supuesto pago de 130.000 dólares en 2016 por parte del exabogado de Trump, Michael Cohen, a la actriz porno Stormy Daniels. Dinero que el magnate habría desembolsado para que no se supiera durante el período de la campaña presidencial de 2016 de la antigua aventura con la mujer.

Un manifestante sostiene un cartel de "Trump acusado" frente a la Casa Blanca, en Washington. Foto: Reuters

Un hecho inédito

La noticia tomó por sorpresa incluso al círculo cercano del mandatario, donde este último reaccionó mostrándose “en shock”, dijo uno de sus abogados, Joe Tacopina, en una entrevista con ABC News durante este viernes. Aún no se conocen los cargos exactos (que se estiman en unos 30), pero la acusación ya está sellada y se espera que durante los próximos días se detalle. Sin embargo, esto no representa ningún impedimento legal para que Trump se presente en las próximas elecciones. Los dos procesos de impeachment rechazados por el Senado en el pasado podrían haberlo alejado de la Casa Blanca, pero esta acusación no califica como una traba en sus aspiraciones.

Durante la noche del jueves, el exmandatario aseguró ser “completamente inocente” y que se trataba de una operación política y partidista, afirmando incluso que el fiscal Alvin Bragg, demócrata negro que dirigió la investigación, intentaba perjudicarlo bajo parcialidad racial, aseguró Reuters. “Esto es persecución política e interferencia electoral al más alto nivel de la historia”, indicó Trump en un comunicado durante el jueves.

El fiscal del Distrito de Manhattan, Alvin Bragg, es visto en el Tribunal Penal de Manhattan este viernes. Foto: AP

Independientemente de la calificación que el expresidente otorga a la investigación, lo cierto es que sí se trata de un hecho histórico en la memoria estadounidense. Diversos historiadores han afirmado que, de no ser porque el expresidente Gerald Ford ofreció un indulto a su predecesor, Richard Nixon, este último habría sido acusado por el escándalo Watergate ocurrido entre 1972 y 1974, recordó The New York Times.

Bill Clinton también pudo ser parte de esta lista, considerando que llegó a un acuerdo para evitar ser procesado luego de salir de la presidencia, en 2001, luego de que admitiera que había mentido bajo juramento sobre su aventura amorosa con Monica Lewinsky. Debió pagar una multa y renunciar a su licencia de abogado para saltar la situación que Trump vivirá durante los próximos días, detalló el mismo medio.

Mucho más atrás, en 1872, el decimoctavo presidente de Estados Unidos, Ulysses S. Grant, fue detenido y arrestado por un agente de policía de Washington, D. C. La razón: Iba a exceso de velocidad en su coche tirado por caballos. Momentos después fue liberado.

El caso más cercano al de Trump, sin embargo, viene del de excandidato presidencial demócrata, John Edwards. En 2012, fiscales federales retiraron cargos en su contra luego de acusarlo de violar leyes federales relacionadas con el financiamiento de campañas electorales, también por supuestamente pagar un plan de encubrimiento de una aventura, consignó el medio neoyorquino.

Periódicos neoyorkinos son exhibidos en un quiosco tras la acusación del expresidente estadounidense Donald Trump. Foto: Reuters

El problema está en que los tribunales suelen basarse en casos previos para decidir sobre los actuales, pero el de Trump es el primero de su tipo, e improvisar tácticas legales creativas como se suele hacer, advierten expertos, podría ser arriesgado considerando que se trata de un expresidente.

“¿Es este realmente el caso en el que se quiere aventurar legal o fácticamente en sus cargos, dado el peso de esto política, social, culturalmente y para la democracia?”, se cuestionó Rebecca Roiphe, profesora de la Facultad de Derecho de Nueva York y exfiscal, al ser consultada por The New York Times.

Apoyo cerrado

Aún no se sabe si la acusación afectará negativa o positivamente a las aspiraciones de Trump de regresar a la Casa Blanca, considerando su aparente inmunidad en el pasado para no ver afectado su apoyo electoral pese a los escándalos. El sábado pasado, en un mitin en Waco, Texas, el millonario político se refirió a esa capacidad cuando aseguró que “tengo mala publicidad y mis cifras en las encuestas se han disparado. ¿Podrían explicarme esto?”. Previo a la votación favorable del gran jurado frente a la acusación, una encuesta de Fox News publicada el jueves le entregaba 11 puntos extra versus la medición del mes anterior en unas eventuales primarias republicanas.

Y desde donde ha surgido un apoyo de forma casi unánime -donde las excepciones son las omisiones- es precisamente desde el Partido Republicano, agrupación política donde venció en las primarias, previo a su victoria en 2016, y donde presumiblemente participará de cara a 2024.

El entonces Presidente Donald Trump, hablando con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en marzo de 2019. Foto: AP

Ron DeSantis, gobernador de Florida y el más probable contendor de Trump en las primarias, fue uno de los primeros en criticar la decisión judicial, citando al hombre de negocios y filántropo George Soros y calificando a la acusación como “antiamericana”, escribió en Twitter.

“La instrumentalización del sistema jurídico para promover una agenda política pone patas arriba el Estado de derecho. Es antiamericano. El fiscal del distrito de Manhattan, respaldado por Soros, ha torcido sistemáticamente la ley para rebajar los delitos graves y excusar la mala conducta criminal. Sin embargo, ahora está estirando la ley para atacar a un oponente político”, disparó.

Actualmente, el mandatario se encuentra en su mansión en el estado del sureste que gobierna DeSantis, por lo que este último afirmó que “Florida no ayudará en una solicitud de extradición dadas las circunstancias cuestionables en cuestión con este fiscal de Manhattan respaldado por Soros y su agenda política”. El único caso en que dicha medida sería necesaria es si Trump se negara a presentarse en Nueva York, pero cercanos han afirmado que el martes será el día en que probablemente lo haga, detallaron medios locales.

El exvicepresidente de Trump, Mike Pence, quien ha criticado el manejo del magnate por el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, también respaldó al político en entrevista con CNN. “La acusación sin precedentes de un expresidente de Estados Unidos por un asunto de financiamiento de campaña es un escándalo”, dijo.

En otras latitudes del espectro político, las propuestas fueron más sombrías. El presentador Tucker Carlson, de Fox News, afirmó que el fallo era prueba de que “probablemente no era el mejor momento para renunciar a sus AR-15″, en referencia a un fusil de asalto calibre 5,56 mm.

Otra línea abierta que mantiene preocupadas a las autoridades desde hace varias semanas es la de los llamados a protestar “pacíficamente”. Días atrás, fue el propio Donald Trump el que alentó a sus seguidores, pero hasta ahora, no lo ha vuelto a hacer. Sin embargo, sus cercanos sí lo han hecho.

Sebastian Gorka, exfuncionario de la administración Trump, dijo en el pódcast War Room -presentado por el exestratega jefe del magnate, Steve Bannon- que llamaba a “protestar pacíficamente”, pues ahí “vamos a ver quiénes son los políticos, quiénes los estafadores y quiénes los patriotas de América Primero”, detalló el Times. Mismo caso con la representante Elise Stefanik, una de las principales partidarias de Trump en la Cámara, quien convocó a “organizarse pacíficamente”.

El líder de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, también se unió a los apoyos, criticando al fiscal Bragg por dañar “de forma irreparable el país en un intento por interferir en la elección presidencial”. “Mientras libera rutinariamente a criminales violentos para aterrorizar al público, armó nuestro sagrado sistema de justicia contra el presidente Donald Trump”, escribió en Twitter.

En la vereda contraria, el Presidente Joe Biden y la Casa Blanca han guardado silencio al respecto, pero desde el Partido Demócrata han salido voces a celebrar la decisión. “Si el imperio de la ley debe aplicarse por igual -y debe hacerlo-, debe aplicarse a los poderosos como a todos los demás”, escribió en la misma red social el representante Adam Schiff, demócrata de California. “Nadie está por encima de la ley”, agregó en un comunicado el congresista Jamaal Bowman.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.