El cruce entre Bullrich y Kicillof que dejó el asesinato de Umma, la hija de 9 años del escolta de la ministra de Seguridad argentina

Patricia Bullrich tras un debate presidencial, en octubre de 2023. Foto: Reuters

La trágica muerte de Umma Aguilera Rodríguez, hija de uno de los escoltas de Patricia Bullrich, que fue asesinada tras un fallido intento de robo cuando su padre salía con ella en auto, está generando repercusiones políticas entre la ministra y el gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.


Se trataba de una salida del hogar como cualquier otra. Eduardo Aguilera (42) y María Eugenia Rodríguez Álvarez (41) llevaban a su hija Umma, de 9 años, a un control médico. Iban saliendo de su hogar, ubicado en Villa Centenario, en el partido (municipio) de Lomas de Zamora, cuando un Toyota Corolla negro que había sido robado minutos antes a otro vecino se detuvo frente a su vehículo. Se trataba de un asalto por oportunidad. Al ver a un hombre bajar armado del auto negro, Aguilera padre, quien se desempeña como uno de los escoltas de la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, reaccionó acelerando.

Pero los delincuentes dispararon en múltiples ocasiones hacia la parte posterior de su Ford Ka plomo, y uno de los proyectiles dio en el asiento trasero derecho, lugar en el que iba sentada la pequeña Umma. Murió horas más tarde en el Hospital Churruca, lugar al que había sido trasladada en helicóptero tras estabilizarla en el Gandulfo, detalló la prensa local.

El momento en que asesinan a Umma, hija del custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El dramático hecho desató una pelea política entre la ministra Bullrich y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Axel Kicillof. “Necesitamos en la provincia de Buenos Aires más prevención, más patrullaje”, exigió la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, que ahora lidera la cartera de Seguridad en el gobierno de Javier Milei. Sus dichos se dieron luego de visitar a los padres de la niña asesinada, ambos policías federales.

“Es un dolor enorme para todos los argentinos, para la Policía Federal y para mí especialmente, porque Eduardo Aguilera estuvo ayer conmigo y hoy está llorando por el brutal asesinato de su hija. Hoy, la policía y el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires tienen que poner todo el esfuerzo por la custodia de todos los ciudadanos de la provincia”, señaló también la excandidata presidencial, quien se desempeñó como ministra de Seguridad en el gobierno de Mauricio Macri.

Si bien matizó la crítica a la seguridad bonaerense, destacando que existe un trabajo “conjunto con la provincia” para dar con los asesinos –actualmente hay un sospechoso detenido, mientras se busca a los otros tres participantes, quienes ya estarían identificados, señaló Clarín–, en el entorno de la ministra hicieron patente su molestia con el gobernador, aseguró el portal La Política Online.

Patricia Vázquez, una de las más cercanas diputadas a la ministra Bullrich, acusó la “inoperancia y complicidad del gobierno provincial”, mientras que el exministro de Seguridad provincial Cristián Ritondo señaló que “la provincia gobernada por Kicillof es zona liberada”.

Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense descartaron referirse a la supuesta molestia de su par nacional, detalló La Política Online. “No es momento de discutir ninguna opinión, se trabaja para detener a los culpables y eso estamos haciendo”, apuntaron.

Sin embargo, no es la primera vez que la política de seguridad de Kicillof choca de frente con la de la nación, en manos de Bullrich. Ejemplo de esto fue la discordancia por la utilización del protocolo antipiquetes impulsado por la ministra, que buscaba utilizar la fuerza pública para desarticular las movilizaciones sociales que interrumpieran el libre tránsito vehicular en los días de protestas. Ante ello, el líder kirchnerista –al que muchos en Argentina apuntan como la posible carta peronista para asumir el liderazgo del espacio– rechazó aplicar el polémico protocolo en la jurisdicción bonaerense.

El exministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, a la derecha. Foto: Archivo

Donde fue evidente la molestia con el gobernador de la provincia de Buenos Aires fue en La Libertad Avanza, la coalición del presidente Milei. El desaparecido Iñaki Gutiérrez, quien fue responsable de la aplastante estrategia de redes sociales del entonces candidato presidencial libertario, volvió a escribir en X, antes Twitter, luego de ser apartado del manejo de la cuenta oficial de la Casa Rosada al repostear un saludo de fin de año de él y su novia, Eugenia Rolón, en la cuenta de X de la Casa Rosada.

“Otro asesinato a sangre fría en la Provincia de Buenos Aires, gobernada por el inútil de Kicillof. Umma, una nena de 9 años fue asesinada de un tiro en la cabeza. Se les terminó la joda a estas lacras que nos quieren con miedo. El que las hace las paga”, escribió Gutiérrez, acusando directamente al kirchnerista.

Sin mención directa al líder bonaerense, pero haciendo hincapié en el gobierno nacional, el propio Javier Milei se refirió al caso en su cuenta de X. “Umma tenía 9 años y fue asesinada cobardemente. Envío mis más sinceras condolencias a sus papás, María Eugenia y Eduardo, ambos efectivos de nuestra Policía Federal. Cuentan con mi apoyo y el de todo el gobierno nacional”, señaló.

“Los delincuentes creen que siguen viviendo en la Argentina de la impunidad, pero se equivocan. Los vamos a encontrar y vamos a hacer que paguen por la vida que se llevaron y por la familia que destruyeron”, cerró.

Debate reeditado

El crimen, recuerda la agencia AFP, se encadenó con la muerte violenta en la semana de otros dos adolescentes de 16 años, en Laferrere (30 km al oeste) y Chascomús (100 km al sur).

“No nos vengan más a decir que tenemos mano dura. Mano dura es matar a una nena de 9 años”, dijo la ministra Bullrich, y anunció que el gobierno enviará al Congreso un proyecto de reforma del Código Penal para endurecer las penas en caso de reincidencia.

Argentina tiene una de las tasas de homicidios más bajas de América Latina: 4,2 cada 100.000 habitantes, según estadísticas oficiales de 2022.

A mediados de 2023, la inseguridad ocupaba el segundo lugar (38%) en las preocupaciones de los argentinos, después de la inflación (55%), según un sondeo de la Universidad de San Andrés.

El aumento de asesinatos en ocasión de robo durante los últimos años elevó la problemática de la seguridad ciudadana a lo más alto de la agenda política.

En agosto, la campaña proselitista para las elecciones primarias fue suspendida cuatro días antes de los comicios por el asesinato de una niña de 11 años, cuando dos jóvenes le robaron la mochila y la golpearon en la calle en Lanús, otro suburbio del populoso Gran Buenos Aires (15 km al sur).

Claudio Jacquelin, columnista de La Nación, dijo entonces que el asesinato de Morena Domínguez era “la expresión más brutal de un drama cotidiano” y que se transformó en “un golpe de realidad que dejó en shock a la política”.

En esa oportunidad, Bullrich cuestionó al gobierno de Alberto Fernández. “No podemos seguir viviendo con tanta angustia y miedo. Esto no da para más. Transformaron a la Argentina en un país invivible”, dijo la entonces candidata en su cuenta de X, antes llamada Twitter.

En tanto, Javier Milei, único candidato de su espacio La Libertad Avanza, responsabilizó del hecho a la clase política tradicional que “defiende un modelo de empobrecimiento que genera delincuentes sin ningún respeto por la vida”.

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