El llamado de Daniel Núñez que remeció nuevamente al oficialismo

FOTO: DEDVI MISSENE

El senador comunista emplazó al gobierno a ejercer “presión ciudadana para sacar adelante las reformas”, lo que volvió a remover las aguas dentro de la coalición del Ejecutivo. Desde Palacio, fue Manuel Monsalve quien le quitó el piso a su declaración.


Convocar a la presión ciudadana para sacar adelante las reformas” y “ver qué cosas puede hacer por la vía de decretos”.

Esas fueron las dos principales ideas que expresó este lunes en CNN el senador del Partido Comunista Daniel Núñez que removieron el tablero político: provocó la molestia y distancia de las tiendas del Socialismo Democrático, mientras que el Frente Amplio apoyó en parte los dichos del PC.

El gobierno tiene que convocar a la presión ciudadana para sacar adelante las reformas, porque en el Senado tenemos un quiebre brutal”, complementó el senador PC, argumentando que hay un antes y un después tras el fracaso que vivieron con la presidencia del Senado, donde acusaron a la derecha de incumplir el acuerdo administrativo.

En el Ejecutivo quien salió a marcar distancia fue el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), quien afirmó que “al gobierno lo que lo motiva es convocar a acuerdos. (...). Al gobierno no le compete ni le corresponde convocar a ningún tipo de presión, lo que le corresponde es gobernar, y eso es lo que hacen el Presidente Gabriel Boric y su gabinete”.

Las palabras del senador comunista van en línea con lo que históricamente se ha planteado dentro de su colectividad, incluso con el PC dentro del gobierno. De hecho, así lo manifestó en su momento, en 2015, el otrora timonel de la tienda, Guillermo Teillier, cuando formaron parte de la segunda administración de Michelle Bachelet. En ese momento indicó que el PC tendría “un pie en la calle y otro en La Moneda”.

Por esta misma razón, en la cúpula del PC desdramatizan la polémica que se ha levantado en torno a los dichos de una de sus principales figuras y reiteran que es algo que viene incluso desde Luis Emilio Recabarren.

Hoy, el vigente presidente comunista, Lautaro Carmona, también respaldó esa postura, al advertir que “no sé cuál es el arrebato del punto de vista de cuestionar que la gente se movilice”. A modo de ejemplo, mencionó las manifestaciones producto del cierre de la acerera Huachipato. “¿Eso es antidemocrático?”, cuestionó en Radio Cooperativa.

Además, y en consideración del episodio de la testera del Senado, Carmona planteó que “buscar acuerdos significa hacer la política de la derecha, porque no van a concebir ninguna posibilidad de una política que sea de origen de lo que son los compromisos que hizo el gobierno con el país”. También acusó que “se hace una caricatura y un demonio de la movilización” y argumentó que “si no es por la movilización social, no terminaba la dictadura”.

En la misma línea, la secretaria general del PC, Bárbara Figueroa, agregó que “creo que el sentido de sus palabras, lo que él relevaba, era que en un cuadro como el que se está viviendo (...). El rol de los actores sociales no puede ser decorativo, es importante considerar su opinión (...). Nadie pudiera ni sentirse interpelado ni transformar aquello en un debate telúrico cuando de lo que estamos hablando es simplemente el rol que pueden jugar los actores sociales cuando debatimos temas tan importantes como pensiones, reforma tributaria, entre otros”.

Foto: Juan Farias / La Tercera

La diputada Nathalie Castillo, también comunista, sostuvo que “los movimientos sociales y de trabajadores son relevantes para empujar las reformas, en especial las que han sido torpedeadas por la derecha en el Congreso”. Por su parte, el diputado Matías Ramírez (PC) sostuvo que “en toda reforma o cambio sustantivo de alguna política se requiere que los sectores populares involucrados se movilicen. Para ello se hace necesario cumplir con algunas de las medidas acordadas en el programa de gobierno y que tienen una base de apoyo importante”.

La otra idea esbozada por el senador Núñez, que llamó la atención de sus pares, consistió en que el gobierno tiene que estudiar diversos mecanismos para sacar adelante iniciativas por medio de decretos y no por proyectos de ley.

“Va a haber que hacer una estrategia que incluya muchas más herramientas. De partida, el gobierno tiene que ver qué cosas puede hacer por la vía de decretos, que no conlleven proyectos de ley. A veces, cuando uno estudia bien las normas constitucionales, encuentra espacio para hacer cosas por decreto”, indicó el congresista PC.

El debate que se abrió en el oficialismo

Las palabras del senador nuevamente sacaron a la luz las dos almas que conviven al interior de la alianza de gobierno del Presidente Boric. El timonel de Revolución Democrática, Diego Vela, dijo a Radio Cooperativa que “la acción social es lo único que va a permitir que avancemos de esa manera, acompañado del diálogo y los espacios de construcción entre oposición y oficialismo”.

Consultado sobre si desde el gobierno debería sentirse presionado por el llamado del senador Núñez, Vela sostuvo que “no lo entendería como una presión hacia el gobierno, sino como parte también de lo que es la alianza de gobierno y la diversidad que tenemos, donde compartimos el objetivo de avanzar en estas materias que son urgentes para las personas”.

Previamente, el diputado Gonzalo Winter (Convergencia Social) planteó que “nosotros (como partidos de izquierda) hemos fallado en nuestro rol de dar una disputa política e ideológica que le facilite al gobierno su tarea de ejecutar el programa”.

En tanto, el presidente de Acción Humanista, el diputado Tomás Hirsch, manifestó que “siempre es importante que la gente esté activamente organizada y movilizada. Si no, en esta sociedad no se producen los cambios que la gente necesita”.

La respuesta del Socialismo Democrático fue distinta. El presidente del PPD, el senador Jaime Quintana, dijo a La Tercera que “más que un ‘quiebre brutal’ lo que hay en el Senado es que somos minoría. En democracia eso no se arregla incitando a la presión social, sino agotando todas las instancias de diálogo”.

Y agregó: “Los parlamentarios no debieran hacer llamados a la presión social, eso incluso puede leerse como una instrumentalización del movimiento social”.

En tanto, Leonardo Cubillos, timonel del Partido Radical, agregó que “el país necesita de la política de los acuerdos, el Presidente de la República lo ha reafirmado varias veces, pero parece que eso no es del gusto de miembros del PC”.

Por su parte, el presidente del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa, manifestó que “no estoy de acuerdo con esa visión (de Núñez). Ha llegado el momento de sentarnos a conversar y abrir los temas, enfrentarlos con una visión más de estadista. Eso significa ver hasta dónde podemos llegar y avanzar eso. Convocar a marchas ciudadanas hoy no tiene ningún impacto y solo alimenta la confrontación”.

“Es perfectamente posible generar acuerdos si ganamos la batalla por el sentido común. Para eso hay que partir por hacer pedagogía ciudadana, en todos los espacios, salir del teléfono y dejar de pensar que sacar gente a la calle resuelve los desacuerdos”, complementó el diputado Jaime Araya, jefe de la bancada PPD e independientes.

“Mientras ‘el cerebro’ del gobierno solo represente a un sector de la coalición, se hace difícil enfrentar esta tarea”, añadió.

En la derecha, por otro lado, salieron a cuestionar en masa al PC y aprovecharon de usar el tema políticamente: aseguraron que sus dichos son una razón más para que los comunistas no lleguen a la presidencia de la Cámara de Diputados, mientras que otros apuntaron a que estaban intentando reivindicar las manifestaciones ocurridas durante el estallido social.

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