“Es una cocina” y “rompe las reglas democráticas”: acuerdo oficialista desata rebelión de exconvencionales independientes

Mientras que los exconstituyentes que militan en partidos por el Apruebo identifican en el acuerdo una oportunidad para dar certezas de cara al plebiscito, los independientes ven que se vulneró el trabajo que realizaron durante un año. Y, particularmente, desde los escaños reservados reclamaron que no se consideró su voluntad en la discusión. "Nos llama profundamente la atención que se estén tomando definiciones sin las voces de los pueblos originarios", afirmó Rosa Catrileo.


Ofensivas comunicacionales, ira y comprensión son algunas de acciones y sensaciones que generó entre algunos exconvencionales la noticia del acuerdo de reformas que firmaron -esta mañana- los partidos del oficialismo para modificar el texto propuesto por la Convención Constitucional, en caso que gane el Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre.

En particular, el pacto aborda los temas que más se han criticado de la propuesta de nueva Constitución, como lo han sido el artículo referido al consentimiento indígena, la justicia indígena y la eliminación del estado de excepción.

Por su parte, los convencionales cercanos a los partidos firmantes valoraron el consenso. Por ejemplo, el socialista César Valenzuela, quien co-coordinó la comisión de Derechos Fundamentales, sostuvo que “lo más importante es mantener intacto el corazón del proyecto de nueva Constitución. Esto es el estado social, la descentralización, la igualdad de género, la protección medioambiental y la diversidad cultural de nuestro país. Pero al mismo tiempo es necesario dar certezas a la ciudadanía”.

El también socialista Maximiliano Hurtado sostuvo que el acuerdo “es sin duda un compromiso con la implementación de los cambios profundos que en ella se proponen, junto a una serie de precisiones que buscan dar tranquilidad a la ciudadanía para votar sin miedos este 4 de septiembre”.

En todo caso, la conformidad de los socialistas no es una sorpresa. Varios de los puntos del acuerdo conforman advertencias e indicaciones que ellos emitieron a lo largo del proceso constituyente, pero que no llegaron al pleno o directamente no cumplieron con los dos tercios.

Sin embargo, dentro de los partidarios del Apruebo que integraron los colectivos independientes no todos están conformes y varios sinceraron su molestia. La abogada Rosa Catrileo (Pueblo Mapuche), quien se desempeñó como co-coordinadora de la comisión de Sistema Político, consideró que el acuerdo alcanzado es un error, “porque se están tomando definiciones anticipadamente. Nosotros sabíamos que habían definiciones que habían quedado pendientes, las cuales iban a ser debatidas y delimitadas y se iban a tomar acuerdos en el órgano correspondiente, que en este caso es el Congreso Nacional (...)”.

Además, Catrileo criticó las sugerencias que se hacen con respecto a los artículos referidos a los pueblos originarios. “Nos llama profundamente la atención que se estén tomando definiciones sin las voces de los pueblos originarios. Nosotros tenemos que estar presentes cuando se tomen decisiones que nos afecten o que nos atañen. Eso creo que es un error”, dijo.

Por otra parte, la exconvencional Tania Madriaga (Coordinadora Plurinacional): reclamó que “las cúpulas de los partidos parece que olvidan que en el plebiscito de entrada la ciudadanía se pronunció por amplia mayoría a favor de un órgano totalmente electo para proponerle un nuevo texto constitucional al país, ya que la crisis institucional también los alcanza”.

Además, Madriaga, quien integró la comisión de Sistema Político, sostuvo que los intentos de los partidos de llegar a acuerdos previos al plebiscito de salida “rompen las reglas democráticas del proceso, en un intento por torcer desde arriba la soberanía popular. El texto de nueva Constitución contiene las reglas de reforma total o parcial pues hemos propuesto un texto flexible y que contempla mecanismos de democracia directa”.

Por su parte, el exconvencional Eric Chinga (Pueblo Diaguita) sostuvo que “no me parece que los partidos quieran interpretar antojadizamente un texto que va hacer votado por la ciudadanía y dejando fuera, como siempre, a los independientes. La crisis institucional y la falta de credibilidad de los partidos los convierte en órganos con poca confianza en el pueblo”.

“No han sido capaces de dar respuesta a las grandes demandas y ahora se sienten con la capacidad de resolver esas demandas como siempre en cuatro paredes y con el pueblo mirando del frente ,dejemos que el pueblo defina de forma soberana el 4 de septiembre, si quedamos igual o cambiamos el rumbo”, complementó Chinga.

Guillermo Namor (No Neutrales), quien también integró la comisión de Sistema Político, sostuvo que “el foco debe estar en el Apruebo. Siempre es un avance tener transparencia respecto de los cambios que se están pensando, pero estás discusiones son y deben ser posteriores. Ahora nuestras energías deben estar en el 4 de septiembre, en que decidiremos si aprobamos y avanzamos o quedamos a merced de quienes siempre se han opuesto a los cambios (...)”.

Además, Namor diagnosticó que “el cambio neurálgico está en el sistema político con la mantención de la iniciativa exclusiva del presidente en materia gasto fiscal, la limitación del endeudamiento de las entidades territoriales y la eliminación de la reelección”.

Si bien César Uribe (Pueblo Constituyente) valoró la voluntad que tienen los partidos de las coaliciones de gobierno para “seguir avanzando en esta transformación social que significa aprobar la nueva Constitución”, reclama que, según él, “no se ha considerado valorar la propuesta”.

“Resaltar los muchos elementos positivos que la propuesta contiene debiese ser el foco de la discusión o uno de los puntos más importantes al momento de llevar la discusión constitucional en la opinión pública”, dijo Uribe.

Por su parte, la derecha ha usado el acuerdo a su favor, para argumentar que el texto constitucional tiene deficiencias que sus propios adherentes intentan corregir. Por ejemplo, la exconvencional Marcela Cubillos (IND-UDI) sostuvo que el “acuerdo del gobierno reconoce que texto que elimina el estado de emergencia, no permite herencia de ahorros previsionales, no garantiza propiedad de vivienda ni libre elección en salud, termina con (educación) particular subvencionada y consagra veto indígena y justicia para pueblos originarios sin límites”.

“Hoy un grupo chico, a puertas cerradas, dirigido por un hombre (y no en dupla) de dirigentes de partidos políticos, sin independientes, pueblos originarios ni movimientos sociales, acordó matar ‘el proceso’, que era lo único que defendían”, concluyó Cubillos en sus redes sociales.

Hasta el cierre de esta edición, #MaquillarParaAprobar y #CocinarParaAprobar eran las dos tendencias más comentadas en Twitter. Ambas etiquetas han sido ampliamente difundidas por exconvencionales y parlamentarios de la UDI y RN, junto con otros simpatizantes de la derecha, para, según explican, evidenciar la contradicción de llamar a aprobar un texto que requiere reformas.

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