Estudio CEP: las aspiraciones que estuvieron tras el voto del Apruebo y el Rechazo

Foto: Andres Perez

El Centro de Estudios Públicos profundizó en la encuesta que entregó el think tank a comienzos de este año. En ella se inspeccionan las razones, motivos y expectativas que tuvieron los votantes de cada opción del Plebiscito Constitucional de 2022.


Apruebo y Rechazo en septiembre 2022. Expectativas, decepciones y horizontes comunes para el nuevo proceso constitucional”. Así se titula el estudio que realizó el Centro de Estudios Públicos (CEP) en el que profundizaron sobre las causas detrás de la votación del plebiscito constitucional de septiembre, junto con los anhelos que se relacionaron con cada opción.

El documento -cuyos autores son Aldo Mascareño, Juan Rozas, Benjamín Lang y Pablo A. Henríquez- se elaboró sobre la base de las respuestas que se entregaron en la Encuesta CEP N° 88, conocida el 4 de enero, en la que se preguntó por el voto de los participantes del estudio, así como de las principales razones por las cuales eligió esa alternativa el día del referéndum.

Dentro de las conclusiones, el Apruebo se relacionó con la expectativa de cambio, mientras el Rechazo lo hizo con la decepción ante el proceso constitucional.

Anhelos en el Apruebo

En la encuesta se consultó en dos oportunidades sobre la justificación del voto. La primera fue de forma cerrada, es decir, con respuestas establecidas, mientras que la segunda fue de respuesta abierta, donde los encuestados profundizaron en las razones de su voto. Así, tras sintetizar los puntos centrales de los argumentos entregados a cada opción, se lograron establecer palabras clave tras la preferencia por el Apruebo.

Con ello, el estudio logró determinar la existencia de un núcleo semántico. Mascareño comenta que alcanzaron a descifrar ese núcleo a través de las semánticas distintas que aparecen en los discursos. De esa forma, dijo que el “núcleo semántico no se cierra a una palabra, sino a un conjunto de términos que remiten a un significado”. Con ello fue que lograron que las respuestas dadas por los encuestados se dividieran en “procesamiento del pasado” y “expectativas de futuro”.

Lo anterior hace referencia a que argumentos, como que la Constitución vigente “fue hecha en dictadura” o que la propuesta de nueva Constitución fue redactada “por personas elegidas democráticamente”, encajan dentro del procesamiento del pasado, mientras que las expectativas de futuro son relativas a los motivos centrados en la inclusión de, por ejemplo, “derechos sociales”, “mejoramientos de convivencia”, “derechos de las mujeres” o el “enfoque ecológico”.

Entonces, a raíz de ello, se pudo crear un núcleo semántico hacia los adherentes de la opción Apruebo que apuntó, según los autores, a “crear un cambio político y social; un cambio general de cómo funcionaba el país”. Esta intención de transformación, afirman, se podría haber reflejado en la concreción de modificaciones en el sistema político, el gobierno y en las instituciones que se relacionen con derechos sociales. Además, en este discurso se incluye la concepción del “origen dictatorial de la Constitución vigente, lo que genera que la ilegitimidad de origen no pueda combatir con la legitimidad de ejercicio”.

El estudio, además, logró determinar que también está la existencia de una dimensión afectiva en el voto y la intención de votar Apruebo, reflejado en “expectativas de futuro”, relativa a términos de “esperanza, merecimiento, ayudas sociales y futuro de los hijos”. Según el análisis, los votantes de esta opción tuvieron como palabra clave el “progreso”, donde la aprobación de la propuesta constitucional respondía al “punto de partida para el progreso”. “El voto afectivo en favor del apruebo es un voto en contra una Constitución asociada a Pinochet (...) Esa es una de las dimensiones afectivas importantes en los votantes del apruebo, el hecho de sacar la dictadura de Pinochet, de que ya no exista más un legado”, agrega Mascareño.

Decepción en el Rechazo

Los métodos de estudio utilizados en el Apruebo se ejecutaron de misma manera en el Rechazo.

Los autores lograron contemplar que esa opción primó una “manifestación de decepciones”, que se concreta en que la propuesta constitucional no gustó ni logró generar confianza. Asimismo, el “trabajo de los convencionales” fue el segundo motivo principal de justificación del voto en los votantes del Rechazo. Ello no va necesariamente relacionado con las acciones performativas de los convencionales, establece el estudio. Su desglose se centra en el “antagonismo de las discusiones, clausura política del bloque de izquierda en la Convención y propuestas radicales de reorganización política del país”.

La “recarga normativa de la propuesta constitucional”, junto al “modelo político” ahí explicitado se acompañaron como motivos por los cuales los votantes optaron por rechazar el texto. En una profundización de las justificaciones políticas que explican esta decisión por parte de los participantes de la encuesta, se encuentra que era vista como “elusiva, vinculada a partidos y sobrecargada de derechos que no podrían ser implementados”. En lo último referido a los convencionales, estuvo la creencia de que éstos “no contaban con la suficiente idoneidad” para el cargo.

Otro de los puntos relevantes que el estudio pudo rescatar es la marginal resistencia que tuvieron los votantes del Rechazo hacia temas como la distancia de la política, el gobierno, derechos de las mujeres, o el enfoque ecológico. Es decir, estos puntos no incidieron considerablemente en la intención de votar por la opción.

Entonces, en resumen, la distancia con la propuesta fue por su “disgusto”, el “modo de trabajo de los convencionales” y elementos distintos referentes a la política, como la “organización del sistema político, los Sistemas de Justicia o la eliminación del Senado”, que fueron los motivantes principales para el voto negativo hacia la propuesta constitucional.

Puntos comunes

El estudio concluye que las expectativas de cambio en ambas opciones eran considerablemente similares.

El “cambio social y político”, “el foco en los derechos sociales como eje de transformación” y la “expectativa política de trabajo serio” (relacionada a no favorecer divisiones, enfrentamientos o transformaciones radicales), son los puntos que los autores encontraron transversalmente en los encuestados.

Los autores plantean que estos desencuentros no deben verse como “absolutos”, sino como “diferencias de grado”, ya que “no parece haber oposición desde los partidarios del Rechazo hacia los derechos sociales, sino diferencias de énfasis y componentes”.

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