Germán Codina, alcalde de Puente Alto: “Ojalá el mundo municipal tuviera una oportunidad para presidir el país”

Erigido como una de las figuras políticas mejor evaluadas según la última encuesta CEP, el edil RN no descarta probar una aventura presidencial. Analiza el estado actual de la derecha y critica con fuerza el manejo del orden público por parte del gobierno. "Hay que volver a la mesa de seguridad, más allá de que estemos indignados con los errores que ha cometido el gobierno con los indultos", dice.


“No descarto nada”. Elevado al segundo lugar del ranking de los personajes mejor evaluados según la última encuesta CEP -solo superado por la mandamás de Providencia, Evelyn Matthei-, el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, utiliza la típica fórmula de los políticos para contestar si es que tiene aspiraciones presidenciales.

Este será su último periodo al frente de la populosa comuna de Santiago y, ante ello, se le abren varias opciones. Su partido, Renovación Nacional, ya apuesta a perfilarlo como una figura que vaya más allá de su trabajo como edil. Él dice que le preocupa el momento por el que pasa el país, pide a la derecha “ser implacable” en el tema de la seguridad y “tratar de construir un proyecto que se aleje de los fanatismos”.

¿Cuál es su evaluación de Chile Vamos actualmente?

Me preocupa particularmente la situación de RN, se ha debilitado. Hoy no tiene la preponderancia que tenía hace algunos años en el mapa político y lo que quiero es contribuir a que vuelva el territorio y a que sea más gravitante en profundizar los cambios responsables que Chile necesita.

¿Chile Vamos está en sintonía con las prioridades ciudadanas? Se les ha visto enfocados en el proceso constituyente y, recientemente, en empujar acusaciones constitucionales.

Yo creo que en el tema de la seguridad hay que ser implacable, tenemos que seguir insistiéndole al gobierno en lo que los mismos chilenos están indicando que es su principal preocupación. Por eso me parece una aberración que el Presidente un mes diga que va a ser un perro contra la delincuencia y dos meses después, entregue indultos a los mismos delincuentes.

¿Usted es partidario de revocarlos?

Sí. Esta es una humilde sugerencia al Presidente: que para que recupere la confianza de las chilenas y chilenos en él como Jefe de Estado y en el combate contra la delincuencia, debería revocar al menos aquellos indultos que le entregó a delincuentes que tienen amplio prontuario delictual.

¿Cómo se toma que Chile Vamos se haya bajado de la mesa de seguridad y que aún no haya vuelto a sentarse?

Yo he insistido estos días en que, si bien es cierto que quien destruyó la mesa fue el mismo Presidente al indultar a los delincuentes, nuestro sector debe quedarse en la mesa de trabajo. La delincuencia le está pegando muy duro a la ciudadanía. La gente hoy tiene miedo de salir a las calles en la noche. Más allá de la indignación que podamos tener con el Presidente, tenemos que sentarnos a trabajar en una solución. Lo que me preocupa es que el gobierno trate de confundir a la población eludiendo su responsabilidad y radicándola en una mesa de trabajo que no tiene atribuciones. Las atribuciones radican en el Ejecutivo, en el Presidente, en el Ministerio del Interior.

¿Usted ha recomendado directamente a Chile Vamos que vuelva a la mesa?

Sí.

¿A quiénes?

Prefiero mantener la reserva, pero lo que he hecho en conversaciones con diputados y autoridades de partido es indicarles que hay que volver a la mesa, porque es una preocupación de los chilenos, más allá de que estemos indignados con los errores y las torpezas que ha cometido el gobierno con los indultos.

¿Qué riesgo ve en que eso no ocurra?

El principal riesgo es que una vez más el gobierno trate de culpar a otros por su incapacidad de resolver los problemas. Hay que desenmascarar al gobierno, sentarse en la mesa y mostrarles a las chilenas y chilenos todas las acciones que creemos que es necesario que emprenda el gobierno con las atribuciones que tienen para enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y tantos otros tipos de delitos.

¿Cuál es la evaluación que hace de la ministra Tohá en comparación con la exministra Siches? ¿Notó cambios significativos?

Creo que la ministra Tohá ha demostrado una mayor experiencia política para desenvolverse a cargo del Ministerio del Interior, pero me preocupa que en el acuerdo nacional por la seguridad ha habido mucha demora y que el comité político de La Moneda no haya sido capaz de advertir al Presidente el tremendo error que estaba cometiendo con los indultos.

“Chile Vamos tiene que tratar de construir un proyecto que se aleje de los fanatismos”

En consideración de la alta aprobación que tuvo en la encuesta CEP, ¿qué planes tiene una vez que termine su período en el municipio, que va a ser el último? ¿Le gustaría probar suerte con las elecciones parlamentarias presidenciales?

Yo estoy concentrado en cumplir con mis vecinos de Puente Alto. Soy un alcalde presente, permanentemente en terreno. Claro que me preocupa la realidad nacional. Desde la experiencia y lo que uno pueda aportar, estoy tratando de contribuir. Estaré siempre colaborando, tratando de poner un sello de unión, una impronta que creo que es muy importante para Renovación Nacional. En cuanto al futuro, prefiero quedarme con las palabras de Serrat: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar...”.

Pero no descarta nada a priori, entonces.

No descarto nada. Mi compromiso día y noche es con la comuna de Puente Alto, pero a la vez entiendo que Chile está sufriendo una crisis como pocas, necesita la contribución de todos, y eso pasa por involucrarse.

¿Ve posible que la próxima figura presidencial de la derecha venga del mundo municipal? Quizás entre Evelyn Matthei, Rodolfo Carter, usted…

Claro. Evelyn tiene una tremenda trayectoria y el mundo municipal es una escuela hermosa que permite estar cara a cara con el sufrimiento diario de miles de personas y entender las políticas públicas por dentro y la burocracia que tenemos que superar para ser un país más justo. Ojalá el mundo municipal tuviera una oportunidad para presidir el país.

¿Considera que la derecha debería construir un proyecto electoral con o sin republicanos? Es lo que se ha debatido en las últimas semanas, pensando particularmente en la elección de consejeros.

Chile Vamos tiene que tratar de construir un proyecto que se aleje de los fanatismos que hoy día están sepultando la democracia. Por lo tanto, sólo creo que existiría espacio para algún tipo de acuerdo en la medida que haya compromisos reales con actuar con extrema responsabilidad y salirse de los extremos intransigentes.

O sea, para ir en una lista una condición sería que republicanos se comprometa verdaderamente con el proceso constituyente.

Yo creo que el proceso constituyente es necesario para Chile, para sanar las heridas. Aquellos que no logran entender la necesidad de hacerlo es porque tal vez no están lo suficientemente conectados con la realidad como para darle prioridad a un proyecto de esa naturaleza.

¿Ve como una amenaza el levantamiento de esta derecha que es más radical frente a la derecha más tradicional?

Me preocupa que haya algunas personas en particular que se estén dejando seducir por situaciones como las que sucedieron en Brasil, así como también me preocupa una izquierda que se deja seducir por modelo totalitarios de Estado.

¿Pero le preocupa que Chile Vamos se deje seducir por eso?

No, yo creo que la política de futuro se va a definir entre dos grupos importantes: aquellos que son demócratas y que van a respetar el ordenamiento jurídico a todo evento y aquellos que esconden tras banderas de supuesta justicia social acciones que son totalmente contrarias al Estado de derecho y la sana convivencia democrática. Esas acciones, provengan de la extrema izquierda o la extrema derecha, tenemos que ser capaces de aislarlas completamente.

¿Ve posible que Chile Vamos forme una alianza con Demócratas y Amarillos?

No hay que cerrar la puerta a alianzas con quienes tengan un férreo compromiso democrático.

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