Desmunicipalización en pausa y una evaluación deficiente: las razones detrás de la caída de Jaime Veas de la Dirección de Educación Pública

Foto: Juan Farias /La Tercera

El profesor de Historia había comenzado a perder peso hace un tiempo y su labor no era bien evaluada. Y aunque ya estaba en la cuerda floja, lo cierto es que el protocolo de acuerdo que frena la desmunicipalización escolar que él encabeza supuso su lápida.


Alguien tenía que pagar”.

La frase resuena como un mantra entre quienes estuvieron al tanto de la salida de Jaime Veas de la Dirección de Educación Pública (DEP), la institucionalidad que por ley desde 2017 comenzó el proceso de desmunicipalización escolar. Al profesor de enseñanza media en Historia y Geografía se le pidió la renuncia no voluntaria a su cargo de director de la DEP el lunes por la tarde, pero su salida, lo cierto es que se comenzó a gestar mucho antes que eso, justo en medio de la crisis que azota al Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Atacama, que está a su cargo, y al protocolo de acuerdo firmado la semana pasada entre gobierno y parlamentarios que ralentiza la reforma que el propio Veas encabezaba.

“Hay que ajustar varias cosas, apretar varias tuercas y me pareció importante estar encima de eso en materia de economía, seguridad, salud, educación, y por eso decidí quedarme”, había dicho, a modo de adelanto, el Presidente Gabriel Boric la semana pasada, cuando explicó por qué no asistiría a la COP 28.

Ese ajuste de tuercas -o el apriete definitivo, si se quiere- se produjo la tarde del lunes, cuando dos hechos terminaron de consumar la salida de Veas: la visita a La Moneda del ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), donde zanjó junto al Presidente Boric el devenir de la DEP, por un lado, y, por otro, que posterior a esto el mismísimo Mandatario le solicitó la renuncia no voluntaria. “El gobierno de Chile agradece el trabajo desempeñado en su cargo”, fue la escueta despedida que le regaló el Ejecutivo.

Inmediatamente Veas comenzó a comunicarles la decisión a las jefaturas de la DEP más cercanas durante la misma tarde-noche de lunes. Y este martes prosiguió informando de esto al resto de los funcionarios, con quienes sostuvo una reunión en la que, según presentes, en su estilo “cercano” les pidió seguir trabajando “con fuerza” por la educación pública de Chile.

Casi en paralelo, en el grupo de WhatsApp que comparte con los directores ejecutivos de los SLEP ya creados, Veas hizo lo propio, comentándoles esta mañana la decisión de La Moneda.

Pero incluso antes de estos últimos días el ahora exdirector de la DEP ya estaba en la cuerda floja, con varias razones de por medio. La severa crisis del SLEP atacameño puso contra las cuerdas a todas las autoridades educativas del país que tuvieran algo que ver. A los cuestionamientos al ministro Cataldo por su manejo del paro docente se sumaron críticas a la labor de la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, y al propio Veas. Los últimos dos fueron, inicialmente, los rostros más visibles en Atacama de la búsqueda de soluciones de un conflicto que se extendió por casi 80 días, con el profesor de Historia -no así la subsecretaria- perdiendo poder de interlocución con el gremio docente poco a poco.

Y aunque las movilizaciones se depusieron, lo cierto es que el hecho de que las mismas hayan abierto la puerta a cuestionar en general el proceso de desmunicipalización, al punto de frenar su puesta en marcha -impensado hasta hace no mucho-, fueron un viaje sin retorno para el futuro de Veas en la DEP. “Esto no podía salir gratis y el hilo siempre se corta por lo más delgado. ¿Vas a cambiar a un ministro que lleva tres meses? ¿Vas a cambiar a una subsecretaria que poco tiene que ver?”, señalan conocedores de las decisiones.

Justamente, el nuevo escenario de la desmunicipalización escolar, al que se le puso freno la semana pasada, fue la estocada final para Veas. La lectura de las autoridades fue que ante una nueva realidad se necesita un nuevo liderazgo. “Hay que dar señales potentes”, reseñan en las entrañas del gobierno, donde quieren abordar esto con nuevas personas a la cabeza.

Coincidentemente con la crisis atacameña, antes también se había visto que Veas empezaba a perder ascendencia puertas adentro entre algunos directores ejecutivos, con un hecho que, señalan en el entorno de la DEP, grafica esta situación: todos los lunes a las 3 de la tarde había una reunión virtual entre él, su jefe de gabinete (Fernando Ochoa) y todos los directores de SLEP, pero en el último mes solo se realizó una. Todas las otras fueron suspendidas por Ochoa, incluida la del lunes 27 de noviembre. “Algunos directores ejecutivos se empezaron a sentir solos”, señalan en el entorno de ellos, a varios de los cuales les llamó la atención que Veas se encontrara en Magallanes supervisando la instalación del SLEP en el peor momento de la crisis de Atacama.

De esto también tomaron nota en el Mineduc, así como en La Moneda: el profesional había sido nombrado por el Presidente Boric apenas en octubre de 2022, luego de realizarse el respectivo concurso por Alta Dirección Pública, pero al poco andar los problemas en la instalación de la reforma supusieron un desafío al que el exdecano de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Central nunca pudo darle la vuelta.

Y así, el lunes por la tarde y después de un año, un mes y una semana, a Veas se le pidió la renuncia, quien trabajará hasta el viernes y dará paso de manera subrogante -por ahora- a Rodrigo Egaña, quien llegará a la DEP a una jefatura de unidad y desde ahí subrogará el cargo de director. Esta tarde se reunirá con el Presidente Boric.

¿Quién es Egaña? La persona que inició todo en cuanto a la Dirección de Educación Pública: militante del PS al igual que Veas y nombrado por la entonces Presidenta Michelle Bachelet, entre noviembre de 2017 y noviembre de 2018 fue el primer director de la DEP y actualmente se desempeñaba como académico y director de Asuntos Económicos y Gestión Institucional en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile. Con el ministro Cataldo coincidieron en el Mineduc cuando Adriana Delpiano era ministra y fue él quien lo propuso, puesto que ya conoce todo desde adentro.

Es ingeniero comercial de la Universidad Católica y, además de haber estado a la cabeza de la DEP, fue director ejecutivo de la Agencia Internacional de Cooperación Internacional (AGCI) del Ministerio de Relaciones Exteriores, lideró la Comisión Nacional del Medio Ambiente (1997-2000), fue director ejecutivo del Proyecto de Reforma y Modernización del Estado, subsecretario general de la Presidencia (2003-2006) y director del Servicio Civil.

En 2019, de hecho, ya fuera de la DEP, Egaña fue citado a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados luego de las primeras auditorías en que se detectaron irregularidades en los SLEP pioneros.

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