Los desafíos económicos clave del próximo gobierno, gane quien gane

Tanto Gabriel Boric como José Antonio Kast deberán focalizar sus esfuerzos en apuntalar el crecimiento y el empleo a partir de 2022, mejorar la situación fiscal y reducir la inflación, y generar las condiciones legislativas para avanzar en las reformas tributaria y de pensiones.


A partir del 11 de marzo de 2022, el nuevo gobierno deberá enfrentar uno de los desafíos económicos más importantes de los últimos 30 años. En medio de la incertidumbre sobre quién asumirá las riendas de La Moneda, los expertos anticipan cuáles serán los tres desafíos económicos de los próximos cuatro años.

Mientras algunos expertos posicionan al crecimiento y la inflación como los desafíos más urgentes, otros creen que la salud fiscal y el empleo se configuran como temas relevantes a tratar desde “el minuto uno”. Sin embargo, otros economistas van más allá y creen que las reformas tributaria y de pensiones son las metas clave y más profundas para un gobierno que buscará consolidar su sello de transformaciones.

Con todo, bajo la mirada del banco de inversión más grande el mundo, el futuro del país hoy se ve mejor aspectado, más allá del candidato que hoy salga electo. “Mucho se ha hablado sobre Chile convergiendo al resto de la Latinoamérica en los últimos trimestres, sobre todo cuando la narrativa política puso en duda todo lo bueno que el país género en las últimas tres décadas, que se evidenció en reducción de pobreza e inequidad. Pero la elección legislativa y la revisión de los programas parece ofrecer una perspectiva más constructiva hacia el futuro”, opina Diego Pereira, economista jefe para el Cono Sur de JP Morgan.

Crecimiento y empleo

Se trata de dos temas que han ido ganando importancia en los programas económicos desde el resultado de la primera vuelta, especialmente en el plan de gobierno de Gabriel Boric.

“Todos queremos crecer, y para crecer necesitamos estabilidad. Pero para tener estabilidad necesitamos instituciones legítimas. El corazón del programa de Gabriel Boric es relegitimar nuestras instituciones, particularmente la economía”, afirma Diego Pardow, coordinador programático del candidato de Apruebo Dignidad.

De hecho, en último “Acuerdo de Implementación Programática”, el comando de Boric anunció un plan de estímulo económico 2022 para potenciar el crecimiento, recuperar el empleo femenino y el dinamismo de las pymes a través de programas y subsidios laborales e inversión “verde”.

El programa de José Antonio Kast, a su vez, ha enfatizado con fuerza que su prioridad es el crecimiento y el empleo. “El principal desafío del próximo gobierno en lo económico es potenciar el crecimiento, de manera de generar un círculo virtuoso de mayor inversión, creación de empleo y mejora de los salarios. No existe ninguna posibilidad de satisfacer las demandas sociales si el país no vuelve a crecer”, afirma la asesora económica del comando de Kast, Cecilia Cifuentes.

Para el coordinador de Área Macroeconómica de Clapes UC, Hermann González, Chile ha liderado la recuperación de la pandemia este año, pero ese costo ha sido muy alto. “De acuerdo con las proyecciones del último Ipom, el próximo gobierno enfrentará dos años de crecimiento muy bajo (en torno a 1% promedio), con caídas de la demanda interna, retroceso del ingreso per cápita y, por el momento, al menos un año de reducción de la inversión. De esta forma, uno de los principales desafíos será reimpulsar el crecimiento económico, para lo cual se requiere en primer lugar reconocer la importancia de este tema, para luego avanzar en medidas que permitan reducir la incertidumbre política y económica, junto con entregar las señales adecuadas de certeza y los incentivos correctos al sector privado, sin el cual ninguna reactivación es posible”, afirma el economista.

En este contexto, González destaca que un desafío urgente también es recuperar los empleos perdidos durante los últimos dos años. “Aún hay 600 mil empleos menos que antes de la pandemia y eso sin considerar que durante este período aumentó la población en edad de trabajar. Sin crecimiento económico, no podremos recuperar estos empleos, no habrá las suficientes oportunidades y existe el riesgo de generar decepción y frustración en la población”, alerta.

Gasto fiscal e inflación

En una semana marcada por la brusca alza de tasas del Banco Central (125 puntos base) para enfrentar el sobrecalentamiento de la economía y detener una inflación que hasta ahora no da tregua, los analistas estiman que el alza de precios y la consolidación fiscal serán problemas inevitables desde el primer momento de la llegada del nuevo gobierno a La Moneda.

El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, no tiene dudas de que la trayectoria casi “desbocada” de la inflación será un tema urgente que enfrentar dado que su incremento se transforma en un “impuesto que afecta a los más pobres”.

“El primer desafío es contener la inflación, es un tema muy complejo y que está en franco desarrollo. Llegará a una cifra cercana al 7% este año”, afirma Alarcón.

Clave para esta normalización de la trayectoria inflacionaria serán las señales de consolidación fiscal que entregue el próximo gobierno, más allá de la baja del 22% en el gasto fiscal 2022, especialmente en materia de una deuda pública que se ha disparado durante los últimos años.

“La sostenibilidad fiscal es realmente importante porque entendemos que gastar con deuda hoy es utilizar la posibilidad de gasto de generaciones futuras (…) El actual nivel de la deuda pública no es un número tan preocupante a nivel internacional, lo preocupante es cómo nos movimos desde los 20 puntos del PIB al nivel actual. Nuestro compromiso es cambiar esa trayectoria y lo vamos a hacer con un horizonte de consolidación fiscal”, afirma Diego Pardow.

En la misma línea, Diego Pereira dice que es probable que la deuda pública siga creciendo a mediano plazo. “Pero lo relevante a tener en cuenta es la proporción de recursos que la sociedad debe destinar a afrontar la deuda pública. Mantener entonces un bajo riesgo crediticio es clave. Bajo credibilidad fiscal, las políticas destinadas a elevar el crecimiento tendencial serán fundamentales. Y entre esas políticas, descuento transferencias sociales y una mayor redistribución que cimente un tejido social más eficiente. Finalmente, enfatizar que un marco fiscal sostenible no solo se determina por los resultados fiscales esperados, sino también por una carga tributaria sobre el sector privado que no erosione la capacidad de inversión e innovación”, afirma el experto de JP Morgan desde Nueva York.

Cecilia Cifuentes cree que la responsabilidad fiscal también es un tema que deberá abrazar con fuerza el próximo gobierno, especialmente en materia de crecimiento de la deuda pública. “Nosotros aspiramos a que la deuda se mantenga bajo el 50% en el mediano plazo”, dice la representante de la candidatura del Frente Social Cristiano.

“Desde el punto de vista fiscal, el desafío es cumplir con la trayectoria de consolidación fiscal, que implica avanzar en la reducción del déficit estructural y estabilizar la deuda pública en niveles sostenibles. Más allá de la buena disposición que han manifestado ambos candidatos en esta materia, sabemos que en los últimos años esto no ha sido fácil de cumplir en la práctica, por lo que será un desafío importante para la próxima administración”, añade Hermann González.

Reformas tributariay de pensiones

Sin embargo, el sello más permanente del gobierno que asuma en marzo será el cambio en materia tributaria y de pensiones que se implemente.

Mientras el programa de Boric promete una ambiciosa reforma tributaria de 5 puntos del PIB durante cuatro años, el plan de gobierno de Kast desestima la posibilidad de bajar impuestos al menos en el corto plazo y apunta a la revisión y/o eliminación de exenciones tributarias. En materia de pensiones, el programa del candidato de Apruebo Dignidad apunta a eliminar a las AFP y crear un sistema de reparto con un administrador público, a diferencia del programa de Kast que mantiene el sistema de cuentas de capitalización individual e incorpora competencia en su gestión.

“En los próximos trimestres quien gobierne deberá articular la agenda de mediano plazo, con las urgencias devenidas de lo inmediato. Priorizar la agenda me parece entonces una condición indispensable. Los costos de no priorizar y, por ejemplo, querer llevar a cabo varias reformas a la vez pueden devenir en un escenario de estrés asociado a falta de gobernabilidad, con efectos adversos sobre la inversión, el tipo de cambio y las tasas, lo cual profundizaría los desafíos de corto plazo. Priorizar y coordinar la agenda reformista debe acompañarse de articulación con la oposición, dados la distribución de poder en el Congreso. Pero también la Convención (constituyente) juega su papel. Parecería apropiado esperar a la nueva Constitución para afrontar las reformas más profundas. Dicho ello, parece haber espacio común en avanzar con la discusión sobre pensión universal y algunas revisiones impositivas”, afirma Diego Pereira de JP Morgan.

Alejandro Alarcón matiza y dice que ve con distancia una reforma tributaria de gran magnitud y recuerda que la realizada por la expresidenta Bachelet recaudó mucho menos de lo que se esperaba. “Más que cambiar tasas tributarias yo mediría bien la recaudación que produce. No tenemos que pensar que una reforma que cambie tasas va a mejorar la recaudación y la situación de los más pobres”, afirmó.

“La reforma de pensiones primero, y un perfeccionamiento tributario serán temas ineludibles para la nueva administración, aunque la nueva configuración del Congreso obligará al nuevo gobierno a tener mayor flexibilidad y gradualidad en sus cambios más radicales. Un tema muy importante es mantener un sistema de pensiones basado en el ahorro, ya que permite mejores pensiones, por su contribución al desarrollo económico”, concluye Cifuentes.

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