“Mayorga comenzó a presionar”: arquitecta declara en Fiscalía que creó grupo de WhatsApp con tasadores de Sierra Bella a petición de alto funcionario de Santiago

Frontis de la Clínica Sierra Bella.
Frontis de la Clínica Sierra Bella.

En su declaración ante el Ministerio Público, Loreto Fernández, otrora funcionaria de la Corporación para el Desarrollo de Santiago, entregó nuevos antecedentes respecto de la existencia de un grupo en la aplicación de mensajería en que se sospecha se coordinaron precios que luego Contraloría declaró "abultados". Según sostuvo fue Luis Mayorga -entonces jefe de Secplan- quien le pidió crear el grupo para apurar el proceso. "Era demasiado importante el tema de cortar cintas", dijo respecto a la fallida "clínica municipal" que levantó la administración de Irací Hassler.


Como un asunto gravísimo fue catalogado por querellante del caso Sierra Bella el hecho de que los tasadores del inmueble reconocieran haber sido parte de un grupo de WhastApp, junto a una funcionaria de Santiago, mientras desarrollaban las labores. Y es que si bien a estas alturas de la investigación que lidera el fiscal Patricio Cooper aún no se ha determinado que utilizaron ese canal para coordinarse o llegar a un precio determinado, se estimó que aquello constituía un pésimo precedente.

Por lo mismo, el persecutor ordenó que se le tomara de inmediato declaración a la funcionaria en cuestión: Loreto Fernández Albornoz, arquitecta y exdirectora de Gestión Urbana de la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan).

Dicha diligencia se concretó el pasado 1 de agosto y fue ahí donde la profesional, en calidad de imputada, aseveró haber creado el grupo dado que el entonces jefe de la Secretaría de Planificación (Secplan) de la municipalidad, Luis Mayorga, le había pedido contactarlos y, más tarde, apurarlos en sus labores. Junto con esto, además, reconoció conocerlos a todos desde hace años, y que incluso una de ellos era su amiga cercana.

Todo comenzó, según relató Fernández, cuando Felipe Esbir, en esa época director ejecutivo de la Cordesan, le pidió apoyar en todas las tareas que Mayorga le solicitara. Y habría sido bajo esa premisa que la mujer contactó a los tres tasadores para que evaluaran el inmueble ubicado en calle Carmen n° 35 -el primer recinto que Santiago sondeó para la instalación de su primera clínica municipal- y luego para que emitieran informes sobre la exclínica Sierra Bella. Sin embargo, como aseguró, durante esa segunda tarea encomendada fue que el exjefe de la Secplan le fue exigiendo mayor rapidez en el proceso.

“Mayorga comenzó a presionar por la entrega de informes, y dada la anterior tasación y considerando que no había nadie más intermediando el tema, decidí armar un grupo de WhatsApp primeramente con Mylena Cárcamo y María José Sepúlveda para coordinar y compartir la información. No recuerdo bien si esto lo hice para coordinar desde la visita en adelante o desde la entrega de documentos. Luego de unos días María José me pidió que agregara a Patricio Gajardo para no tener que enviarle ella las cosas. Lo agregamos al grupo y comencé a mandar la información. Les envié todo lo que tenía y les pedí urgencia”, aseguró la exfuncionaria.

En paralelo, agregó, “Mayorga me seguía presionando o consultando por la entrega de los informes. Estaba preocupado por el precio porque, según me comentó, el vendedor de Sierra Bella quería venderla al precio de su tasación, que eran como 8.600 millones aproximadamente, y la Municipalidad no tenía esa plata. Por eso Mayorga me pedía que le consultara a los tasadores cómo iban y más o menos cuándo tendrían los informes para apurarlos”.

Fue por esa razón, de acuerdo con su relato, que les envió “un mensaje al grupo con los tasadores preguntando más o menos cuándo estaría lista la pega porque de la municipalidad estaban apurando (...) Mylena compartió su informe en PDF en el grupo y María José dijo algo así como que había llegado a un monto similar. Probablemente, aunque no recuerdo con exactitud, esos informes se los reenvíe a Mayorga también por WhatsApp. Yo los informes no los leí”.

Irací Hassler, alcaldesa de Santiago.
Irací Hassler, alcaldesa de Santiago. Foto: Francisco Paredes / Agencia Uno.

Conocidos de años

En medio de su declaración, además, Loreto Fernández aseguró que conocía a Sepúlveda desde la universidad y que eran amigas desde 2004. Por ella, según relató, conoció a Gajardo, dado que ambos fueron compañeros de trabajo, aunque “no amigos”. En 2016, en tanto, dijo haber conocido a Cárcamo, mientras esta se desempeñaba como revisora en el Serviu Metropolitano.

Los tres fueron quienes tasaron el recinto de Carmen n° 35 y la exclínica Sierra Bella. En ninguno de los dos casos los directivos municipales, como contó Fernández, solicitaron antecedentes sobre la trayectoria de los profesionales. Aunque una vez estallado el caso en cuestión le pidieron los currículums y detalles de cómo había sido la solicitud del trabajo.

“María José me llamó por teléfono preguntando qué estaba pasando y le dije que no tenía idea, y ella me mandó una foto de un diario donde aparecían sus nombres. Ahí recién me preocupé, principalmente porque María José y Mylena eran cercanas y Patricio un referente en el área de las tasaciones. Volví a ir donde Felipe Esbir para preguntar qué estaba pasando y me dijo que no sabía mucho del asunto. Hablé con Mayorga también, que me dijo que esto no era nada, que era solo un problema político, que le dijera a los tasadores que mil disculpas pero que era un tema político, nada que ver con ellos. Además, recién ahí me pidió que le enviara los CVS de los tasadores y que mostraran la experiencia que tenían”, relató.

Pese a que eso la dejó tranquila, dijo, la semana del 23 de enero la contactó Nicole Araya, jefa de gabinete de la alcaldesa, y quien le pidió se tomaran un café.

“Fui muy enfática en decirle que todos ellos eran muy buenos profesionales y que me incomodaba muchísimo estar en el medio. Luego me preguntó cómo fue la petición de los tasadores y le expliqué cómo fue todo desde un inicio. Fue insistente en preguntarme por Mayorga y si él me exigió algún precio. Yo le contesté que no, porque Mayorga no me pidió que le dijera a los tasadores que concluyeran un precio determinado. Lo único que me dijo que él esperaba que fuese un precio un poco más bajo porque la Municipalidad no alcanzaría a la cifra que pedía el dueño y que el tiempo en esto era demasiado importante por el tema de cortar cintas”, agregó.

VÍCTOR HUENANTE / AGENCIAUNO

“Nido de ratas”

Luego de eso Fernández aseveró haberse ido de vacaciones, aunque a su regreso notó que las reuniones por el caso iban en aumento. “Las reuniones con Mayorga y Esbir aumentaron, donde Mayorga notablemente estresado decía que la municipalidad era un “nido de ratas”, y estaba preocupado por ver la cronología de los hechos, cuestión que él ya sabía porque la habíamos conversado en reuniones”, relató.

Todo empeoró tras el pronunciamiento de Contraloría por el caso, momento en que en el municipio, como dijo la profesional, decidieron culpar a los tasadores.

“Me llamó Felipe Esbir y me dice que a raíz del dictamen de Contraloría tendrá una “reunión chica”, refiriéndose a gabinete con la alcaldesa, y me pide que le cuente más o menos qué opino del dictamen, cosa que hago a la rápida. Luego Esbir me volvió a llamar y me dice que les echarían la culpa a los tasadores. Luego María José me mandó un pantallazo con el anuncio de la municipalidad afirmando que interpondrían querellas contra los tasadores. Le pedí explicaciones de inmediato a Felipe Basadre, quien me dijo que era para la tele nomás, que me quede tranquila”, manifestó ante los investigadores.

Tras eso, aseguró que nunca más volvió a hablar con Luis Mayorga y que inicialmente le aseguraron que ella no sería desvinculada. Eso cambió, de todas maneras, con la llegada de Marcos Barraza al municipio, pues, según relató, fue él quien zanjó su despido.

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