El Bolsonarismo se alista para un nuevo round

Los partidarios del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participan en una protesta en la Avenida Paulista, en Sao Paulo, Brasil, el 25 de febrero de 2024. Foto: Reuters

En São Paulo miles de personas se reunieron en rechazo a las acusaciones de “golpista” en su contra, una suerte de demostración de fuerza y popularidad de cara a las elecciones municipales de octubre.


Vistiendo camisetas verdes y amarillas y portando las banderas de Brasil, alrededor de 185.000 manifestantes se reunieron en la Avenida Paulista el domingo pasado en apoyo al expresidente Jair Bolsonaro, quien había convocado a un acto en busca de respaldo por las investigaciones de la Policía Federal en su contra por un presunto intento de golpe de Estado en 2022, tras ser derrotado por Luis Inàcio Lula da Silva en las elecciones presidenciales. En la marcha quedó de manifiesto las intenciones del expresidente de mantener su influencia en la política brasileña de cara a las próximas elecciones municipales del 16 de octubre, donde se espera la postulación de sus candidatos para las alcaldías.

“Había muchísima gente y muy movilizada. Las personas llegaron con mucho ánimo, se veía que el antipetismo en Brasil sigue siendo muy alto”, cuenta a La Tercera, Brian Winter, editor en jefe de Americas Quarterly y analista que el pasado domingo asistió a la manifestación.

El expresidente está inhabilitado para postularse a elecciones hasta 2030. En junio de 2023, el Tribunal Superior Electoral (TSE) lo declaró inelegible por abuso de poder durante su presidencia. Y el pasado 8 de febrero, la Policía Federal -autorizada por la Corte Suprema- retuvo su pasaporte y le prohibieron salir del país, aunque no está imputado por ningún delito.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hace un gesto junto a su esposa, Michelle Bolsonaro, durante una protesta en la que convocó a sus seguidores a reunirse en la avenida Paulista, en Sao Paulo, Brasil. 25 de ,febrero de 2024. Foto: Reuters

Según la investigación en curso, los sospechosos de asaltar el Congreso en su apoyo planearon desacreditar el sistema de votación electrónica antes de las elecciones en 2022, y después prepararon un golpe de Estado contra el Gobierno de Lula. En la manifestación, el expresidente pronunció un discurso en el que se refirió a sí mismo como víctima de una “persecución” de sus opositores, sin nombrarlos explícitamente.

“Un golpe es un tanque en la calle, es un arma, es una conspiración. Nada de esto se hizo en Brasil. ¿Por qué me siguen acusando de golpe?”, sostuvo. El ex ocupante del Palacio de Planalto dijo que buscaba la pacificación del país y pidió amnistía para los detenidos por el atentado golpista del 8 de enero de 2023, según Folha de Sao Paulo.

Para el analista estadounidense que escuchó la alocución en persona, el expresidente “dio un discurso bastante blando y diferente. Fue más tranquilo y menos confrontacional, en comparación con otros discursos que escuché a lo largo de estos años. Principalmente porque Bolsonaro tiene miedo de irse preso. El discurso dejó claro que al menos por ahora está dispuesto a buscar ese camino más pacífico en términos relativos”.

Para Sylvio Costa, analista político fundador del sitio Congresso em Foco, el persistente apoyo a Bolsonaro se explica en que sus partidarios “lo ven como alguien perseguido por un sistema político corrupto. Él es la víctima y el héroe. Los villanos son todos aquellos que se levantan contra él: el Supremo Tribunal Federal, el Gobierno electo, la prensa o el Ministerio Público, los intelectuales. Por tanto, está mal ‘el sistema’, al que se señala como podrido y ‘comunista’”.

Partidarios del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participan en un evento en Sao Paulo, Brasil, el 25 de febrero de 2024. Foto: Reuters ​

Bolsonaro candidato

En las encuestas, Bolsonaro se mantiene como líder de la oposición, aunque no pueda presentarse a ninguna elección. Aunque para los expertos el exmandatario ya mira de cara a las municipales. De hecho, según una encuesta del Monitor do Debate Político no Meio Digital de la Universidad de São Paulo (USP), un 47% quiere que el expresidente lance un candidato en la carrera por la alcaldía de São Paulo, cuyas elecciones municipales serán el próximo 16 de octubre.

Denilde Holzhacker, politóloga de la escuela de marketing ESPM, considera que otro elemento que explica el respaldo es su fuerte presencia en redes sociales. “A lo largo de su candidatura y luego de su presidencia construyó una red de seguidores a los que constantemente alimenta con información. Eso refuerza mucho su presencia con este público y la conexión emocional con ellos”, indica la analista.

Al no poder postularse, “la pregunta es si esa popularidad que todavía tiene es capaz de ser trasladada a los políticos que serán los herederos de él, de su gestión y de sus agendas. Y esto sólo lo sabremos cuando tengamos la prueba en las urnas y en las elecciones municipales”, afirma Holzhacker.

Para la analista, la capacidad de movilización de Bolsonaro debe ser vista desde “su capacidad de articularse con diferentes políticos que buscan su apoyo para poder trasladarlo a las elecciones. Lo estamos viendo en las elecciones de São Paulo, en las que el candidato a la alcaldía Ricardo Nunes, vinculado a la derecha, busca el apoyo de Bolsonaro para poder oponerse al candidato de izquierda, apoyado por Lula”.

Un partidario de Jair Bolsonaro sostiene un crucifijo durante una protesta contra su derrota en la segunda vuelta presidencial del país, frente a una base militar en Sao Paulo, Brasil, el jueves 3 de noviembre de 2022. Foto: Archivo

Un grupo clave en el respaldo a Bolsonaro es la comunidad evangélica, que conforma alrededor de un 30% del electorado. “Eso por sí solo le da peso a este contingente de votantes”, dice Holzhacker. Costa explica que además los evangélicos están “muy involucrados en la lucha política. Basta decir que la llamada ‘bancada evangélica’ representa alrededor del 30% de la Cámara de Diputados”.

“No por casualidad fueron las iglesias evangélicas las que organizaron el evento de ayer y no un partido político”, destaca Winter, en relación con las gestiones realizadas por el pastor pentecostal televangelista Silas Malafaia, amigo y consejero de Bolsonaro.

“Fue cuando se acercó a los evangélicos, absorbiendo el ‘discurso familiar’, que Bolsonaro dejó de ser una especie de líder corporativo, defensor de la dictadura militar, para convertirse en un líder nacional más amplio”, explica Costa.

“Se trata de votantes que votan en bloque, siguiendo a los líderes religiosos que votan en las nominaciones. De modo que esta fuerza casi colectiva y muchas veces hegemónica se convierte en un candidato por la fuerza”, describe la politóloga de ESPM.

Si bien Bolsonaro no puede ser candidato, los expertos estiman que no todo está perdido para él. La decisión del TSE “siempre puede cambiar. Entonces sería un error descartar el futuro de Bolsonaro. Vimos a un hombre que parece saber que en la próxima elección, no será candidato. Y que tiene que pensar en su sucesor”, concluye Winter.

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