La evolución de los compromisos de Boric en sus cuentas públicas

El primer mensaje presidencial del Mandatario tuvo el objetivo de desplegar su programa. En 2022 las reformas para conseguir las "transformaciones sociales" prometidas fueron el centro de su discurso. Al año siguiente, todo cambió. El Jefe de Estado optó por mostrar hechos concretos, anunciar menos cosas y mostrarse creíble con resultados en áreas tan sensibles como la seguridad pública y la reactivación de la economía.


“Como esta era una cuenta de hechos concretos había un poquito más que contar, pero ya estamos en la recta final”. Con esas palabras, hace justo un año, el Presidente Gabriel Boric llegaba casi al fin de su segunda cuenta pública.

A diferencia de lo que fue su primer mensaje presidencial, el año pasado el Mandatario ejecutó una estrategia distinta y, ya con un año de administración en su cuerpo, quiso exponer al máximo los logros conseguidos bajo lo que llevaba de mandato. Esa fue la razón por la cual su discurso duró casi cuatro horas y se transformó en el más largo desde el retorno a la democracia.

La opción de hacerlo así de inmediato marcó un contraste evidente con lo que había sido su alocución previa. Esa vez el Mandatario, quien aún creía que su programa tenía espacio político para concretarse, optó por desplegarlo y comprometer ante el país que sus promesas de campaña iban en serio.

Por eso, además de hacer constantes alusiones al estallido social y guiños a su base de apoyo, Boric fue directo al grano y comprometió para ese mismo año el envío de la reforma previsional, la reforma tributaria, una reforma a Carabineros que definió como un cambio “por la institución y no contra la institución”, un “plan de condonación de la deuda educativa de manera gradual y justa”, cambios al sistema de financiamiento a la educación superior, un sistema nacional de cuidados, entre otras.

Incluso, se atrevió a decir que “había llegado el tiempo” para una “reforma integral a la salud”, comprometiendo la presentación de un “proyecto de ley para crear un fondo universal de salud”. Años después, ese proyecto no ha sido ingresado y, en cambio, el Ejecutivo se tuvo que resignar a buscar votos en el Congreso para aprobar un salvataje a los seguros privados de salud a través de la ley corta de isapres.

Más hechos, menos promesas

Un año después, en 2023, Boric tuvo que volver enfrentar al Congreso pleno. Esta vez cargando con el trauma de haberse farreado el primer proceso constitucional y con una dura derrota política bajo sus hombros: el rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria, la llave que financiaría el resto de las “transformaciones sociales” comprometidas. Eso lo llevó a sincerar el nuevo escenario de su administración.

De hecho, en el discurso del año pasado no se habló de reforma tributaria, sino que de pacto fiscal. Si bien en la alocución del Mandatario amarró el fin del CAE a esta reforma, el escenario nuevamente cambió. Ahora el plan para terminar con el CAE es autocontenido y el gobierno ha dicho que los recursos no se sacarán de dicho pacto fiscal, el cual avanza lento en el Congreso.

Ya en su primera cuenta pública, antes de la dura derrota del 4-S, comenzó a asomarse tibiamente el golpe de timón que se vio obligado a hacer -meses después- para encaminar su gobierno a temas que antes nunca estuvieron dentro de sus planes.

Uno de ellos fue la seguridad. El 1 de junio de 2022, ante el Congreso pleno, Boric habló reiteradamente sobre la seguridad pública, escapándose del marco inicial que tuvo sus primeros meses, cuando ese término lo asociaba a la seguridad social. En ese marco abordó la necesidad de una reforma a Carabineros, anunció la inversión de más $ 5 mil millones en equipos para la policía uniformada y afirmó que la violencia armada y los portonazos “no serían tolerados” en el país.

Esa señal que dio a meses de haber asumido su cargo solo se ha ido profundizando. Por eso, al año siguiente, en su mensaje de 2023, se dedicó a exponer hechos más que promesas. Así fue como dedicó largos minutos para destacar que ha fortalecido las instituciones que trabajan en la seguridad pública, “aumentando el presupuesto de seguridad y orden público en un 4,4% para este año, que ha sido el primer incremento después de cinco años de estancamiento o incluso de reducción de los recursos”. Lo mismo hizo con la renovación de la flota vehicular de Carabineros.

También recordó que en 2022 se propuso como meta aumentar en un 40% el ingreso a la Escuela de Suboficiales de Carabineros, lo cual, dijo, se logró. “Además, tomamos medidas para incentivar mayores postulaciones. Así, entre enero y mayo de 2023 aumentaron en un 144% las postulaciones comparadas al año anterior”, dijo el Mandatario. El trasfondo de todo eso ha sido el apoyo cerrado que Boric le ha dado a Carabineros y, sobre todo, al general director, general Ricardo Yáñez. Atrás quedaba su intención de reforma a la policía uniformada.

Pese al interés por mostrar resultados, también comprometió el envío de 14 proyectos de ley y a cumplir metas en casi 90 temas distintos. Varias de ellas estuvieron centradas en reactivar la economía, el empleo y las ayudas sociales. Así fue como dijo que reforzaría la creación de nuevos empleos a través de incentivos a la contratación con una inversión de $ 50.000 millones. También tocó temas vinculados con la seguridad en las fronteras, diciendo que iba a reforzar el control de esas zonas y destacó que en su gobierno se había disminuido el 56% de los ingresos irregulares al país.

Su mensaje presidencial del año pasado cerró con un tema especialmente simbólico para Boric. Destinó un espacio relevante para referirse a los 50 años del Golpe. Ese es un terreno que le permitía lucirse. Ya lo había hecho antes con su plan nacional de búsqueda, el cual volvió a destacar. Junto con eso dijo que su gobierno iba a modernizar y fortalecer el Servicio Médico Legal, con una inversión de $ 14 mil millones para el 2024. Además, añadió que al final de su mandato espera contar con un Archivo Nacional de la Memoria.

La prometida reforma previsional ha estado presente en todos sus discursos. Primero la anunció. Luego, en 2023, hizo un llamado al Congreso a “concretar la reforma de pensiones, luego de más de 15 años de incapacidad de ponernos de acuerdo se ha vuelto una urgencia nacional y prioridad de nuestro gobierno”. Este año este tema volverá a estar presente, pero el escenario no ha cambiado. La reforma está en su segundo trámite, trabada en el Senado, aún no se vota en general y la ministra Jeannette Jara (PC) parece estar cada vez más lejos de conseguir un acuerdo.

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