Río Santa Cruz

Las alfombras sí pueden ser mágicas. Esta pieza comisionada para la trienal de la National Gallery of Victoria en Melbourne, Australia, es un acto de conservación de la naturaleza.




Alexandra Kehayoglou / 2017

Para Alexandra tejer alfombras es el medio en el que se pueden expresar la naturaleza y el mundo. Es una figura casi literal y poética, porque las hebras de lana se disparan desde pistolas industriales por el reverso del ‘tamiz’; ella teje desde atrás y el paisaje que crea se va revelando en la superficie, un poco como hace la tierra cuando vemos surgir las hebras de pasto, la hierba hacia la superficie.

Su trabajo es impresionante, por las proporciones de cada empresa –esta alfombra, por ejemplo, ‘Río Santa Cruz’, mide 10 x 4.6 metros–. Por el trabajo que implica, aquí su estudio de cerca de 8 personas trabajó alrededor de 5 meses. Pero sobre todo por el nivel de detalle, de compromiso del que se impregnan. El cuidado a la naturaleza y el medioambiente se expresa en las temáticas que escoge: la tierra. En este caso el río Santa Cruz y sus territorios aledaños, amenazados de muerte por la instalación de represas que inundarían el rico hábitat de esta zona de la Patagonia. Y entonces la alfombra se vuelve relato, documentación y estudio de un paisaje que desaparecerá. Un paisaje que se teje a modo impresionista con las formas, los colores, construidos a partir de puntadas de distintos tintes. Es como decodificar el paisaje en pixeles de lana y volver a reconstruirlo con toda esta fuerza expresiva que Kehayoglou le imprime al tejido. alexandrakehayoglou.com

Nieta de inmigrantes griegos, esta diseñadora y artista argentina toma la herencia del telar, de la tradición de tapices de su familia, y lo transforma en maravillosas obras textiles como ‘Pastizales’, ‘What if All is’, ‘No Longer Creek’ y tantos otros trabajos que le han valido el reconocimiento internacional.

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