Municipio de San Pedro interpone recurso ante la Corte para que se aplique eutanasia a perros abandonados

Según el alcalde Justo Zuleta, la población canina de carácter permanente en las calles oscila en los 4.500 perros.


La Municipalidad de San Pedro de Atacama ingresó un recurso de protección a la Corte de Apelaciones de Antofagasta para que la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud ordene la eutanasia de todos los perros que se encuentren en calidad de abandonados en esa comuna.

Según el escrito dado a conocer por varios medio locales como Timeline, “la comuna de San Pedro de Atacama se ha transformado en una zona peligrosa para sus habitantes, a causa de la presencia constante y creciente de población de perros asilvestrados en varios sectores, siendo posible observar perros en las calles durante las 24 horas del día, cuestión que a estas alturas es una situación insostenible de conculcación de derechos para quienes vivimos en la misma”.

En el recurso, interpuesto por el alcalde Justo Zuleta Santander (independiente y que en las elecciones representó al pacto Chile Digno Verde y Soberano), se añade que la comuna se ha transformado en una zona peligrosa para sus habitantes y que las calles no se encuentran habilitadas para albergar poblaciones animales de modo constante o permanente, “por ser ello una fuente de riesgo e insalubridad ya que existe una población canina de carácter permanente en las calles, cuyo número oscila en los 4.500 perros, los que además de hacer sus necesidades en cualquier lugar, son potenciales portadores de infecciones y del vector de la rabia, constituyendo una grave amenaza para la salud de los habitantes de la comuna”.

También se argumenta en la presentación que dichos perros junto con orinar y defecar, provocan riñas en la vía pública, protagonizando episodios de agresiones o mordeduras a las personas de carácter grave.

Y para ello, hace referencia a tres casos conocidos públicamente a través de los medios de comunicación, entre los que menciona que “con fecha 14 de octubre del año recién pasado, una mujer de 27 años fue atacada por una jauría de perros en el sector extensión lickanantay, con resultado de muerte por desgarros y daño corporal despiadado”.

Y prosigue: “En la misma fecha anterior en otro sector de la comuna, correspondiente a la ubicación del Pozo 3, fue atacado un niño de 3 años, resultando con la mutilación de una de sus orejas” y que “el 4 de enero del presente año, una mujer de 25 años (turista brasileña), en el sector de las afueras del cementerio, fue atacada por perros sufriendo heridas gravísimas de desgarros en su pierna derecha”.

Respecto al canil municipal, Zuleta argumenta en el recurso que se encuentran haciendo las gestiones pertinentes para su puesta en marcha lo antes posible, pero que aun así consideran que “albergar a perros que actualmente se encuentran asilvestrados y son de gran peligrosidad para los habitantes de la comuna no solucionaría el problema, al contrario, generarán problemas conductuales entre los mismos y mayores casos de abandono, además de ser un potencial peligro para la vida de los funcionarios que ejerzan funciones en el canil”.

La municipalidad dirige sus dardos a la Seremi de Salud y señala que la autoridad ha tomado medidas solo con los animales que se han visto involucrados en los ataques, “quedando una gran cantidad de perros abandonados que se constituyen en peligrosos para la integridad física de los habitantes de la comuna”.

El recurso de protección se encuentra en calidad de ingresado, a la espera del pronunciamiento de la Corte de Apelaciones respecto a su admisibilidad.

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