Más con menos mediante un gasto público eficiente

Imagen Hernan de Solminihac

"Las ineficiencias en el uso de los recursos públicos deben abordarse desde lo más general a lo más específico, de manera de plantear soluciones estratégicas y estructurales que permitan priorizar los recursos".


A través del gasto público, el Estado asegura la ejecución de políticas y la operación normal de la administración del país, para una prestación oportuna de los servicios que entrega a la población. Este tema fue abordado recientemente en un seminario de Clapes UC, donde los expositores hicieron su análisis y entregaron sus recomendaciones para mejorar su eficiencia.

Dentro del presupuesto del país, una parte importante de los recursos se destina a compras públicas y contrataciones. Si bien, el Estado ha implementado una serie de medidas para robustecer el marco general de la Ley de Compras Públicas, los avances han sido acotados y con poca profundidad y solidez para abordar de forma transversal las falencias existentes.

Estimaciones del BID sobre la ineficiencia técnica traducida en pérdidas asociadas a filtraciones en transferencias, malgasto en compras públicas y en remuneraciones a empleados, muestran que en América Latina y el Caribe ésta equivale en promedio a un 4,4% del PIB, cifra que en Chile alcanza el 1,8%.

Asimismo, según la última Encuesta de Presupuesto Abierto, el país alcanzó 60 puntos en la categoría transparencia, 57 en supervisión del presupuesto y 24 en participación pública, aún por debajo de los 61 puntos del estándar mínimo.

Los programas ejecutados con recursos públicos también son parte del actual talón de Aquiles de la ineficiencia del gasto. De unos 700 programas ejecutados en 2021, de acuerdo a un informe de finanzas públicas, un 16% exhibió indicadores deficientes en sus formulaciones. Comparando el logro del propósito respecto del periodo 2019-2020, en tanto, un 20% de la oferta pública presentó un empeoramiento de sus resultados.

Para detener dicho círculo vicioso, urge revisar e intervenir los programas mal evaluados antes de que puedan ser incluidos en la Ley de Presupuestos. En aquellos que tienen indicadores deficientes, es prioritario desarrollar mediciones concretas de desempeño, que es lo básico para poder asegurar que cada programa se evalúe y mejore correctamente.

Las ineficiencias en el uso de los recursos públicos deben abordarse desde lo más general a lo más específico, de manera de plantear soluciones estratégicas y estructurales que permitan priorizar los recursos. En esta línea y como lo sugirió la Comisión de Gasto Público, el debate presupuestario debe avanzar desde una mirada micro, con foco en los programas presupuestarios, hacia una mirada macro que permita un análisis más robusto.

Asimismo, es importante que el Estado se anticipe a los efectos que puede producir las alzas de inflación en los contratos, como las que hemos tenido en el último tiempo, porque pueden afectar el desarrollo de los proyectos, costos, plazos y empleos.

En paralelo, debemos continuar el trabajo de fiscalización para avanzar en materia de transparencia y probidad, en la modernización y digitalización de los datos entre las instituciones, incorporando a todas las entidades del sector público en el sistema de compras para extender la regulación. La idea es hacer más con menos, con un gasto público eficiente como aliado.

Profesor Titular de Ingeniería UC y miembro del Comité Ejecutivo de Clapes UC

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