50 años: Comunidad Judía llama al respeto irrestricto a los derechos humanos

"Fue la enemistad cívica la que derivó en una peligrosa dinámica de odio, que a su vez llevó al enfrentamiento entre chilenos. Debemos fortalecer las instituciones democráticas, rechazar la violencia política y respetar de forma irrestricta los derechos humanos”, planteó Ariela Agosin, presidenta de la organización, en ceremonia de Tefilá por Chile.


La Comunidad Judía de Chile realizó la noche de este este martes la ceremonia litúrgica Tefilá (Oración) por Chile, en la sinagoga de Viña del Mar. La actividad fue encabezada por la primera presidenta de la CJCh, Ariela Agosin, que, a su vez, es oriunda de la Región de Valparaíso. El acto también contó con la presencia del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, y su par de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren.

Durante la ceremonia, ad portas de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Ariela Agosin, también destacada abogada, lamentó la polarización que está viviendo el país e hizo un llamado a la unidad, a reflexionar sobre hechos dolorosos del pasado y mirar hacia el futuro.

“Probablemente no hay consuelo posible para quienes sufrieron con los hechos de nuestro pasado cercano, pero debemos recordar que fue la enemistad cívica la que derivó en una peligrosa dinámica de odio, que a su vez llevó al enfrentamiento entre chilenos. Debemos fortalecer las instituciones democráticas, rechazar la violencia política y respetar de forma irrestricta los derechos humanos”, planteó.

La líder de la CJCh agregó que los chilenos deben ser capaces de convivir con su historia “y aprender de ella”.

“Abogamos por el respeto a las diversas culturas, religiones, creencias, respeto en definitiva a todas las minorías y a su derecho a vivir de manera tranquila y plena. Debemos avanzar como sociedad hacia una legislación que promueva la sana convivencia, que sancione de manera clara la discriminación, la violencia hacia el que es o piensa diferente y a los discursos que incitan al odio”, indicó.

Sus palabras se dieron en el contexto de la plegaria por el bienestar de la nación y sus gobernantes, que realiza la Comunidad Judía de Chile desde 2010, que es el equivalente al Tedeum de la Iglesia Católica, y contó con la presencia de aproximadamente 300 personas.

Entre las personalidades asistentes figuró el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, la delegada presidencial en la Región de Valparaíso, Sofía González, los presidentes de Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente, los senadores Francisco Chahuán y Javier Macaya, el timonel y diputado de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, los senadores Fidel Espinoza y Rafael Prohens y los diputados Helia Molina, Marta Bravo, Sergio Bobadilla, Miguel Ángel Calisto, Eduardo Durán, Jorge Guzmán, Daniel Lilayu, José Carlos Meza, Rubén Oyarzo y Luis Sánchez.

En la ocasión el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, quien recibió un obsequio de la Comunidad Judía, manifestó la importancia de una oración que “da cuenta de la diversidad religiosa que existe en Chile”.

“Además, (tiene lugar) cuando conmemoramos los 50 años del quiebre democrático, donde debemos aprender de las lecciones del pasado para construir un futuro que siempre tenga en el centro la dignidad de las personas. La principal riqueza de Chile es su diversidad. Y los problemas de la democracia se resuelven con más democracia. Espero que este sea el acervo cultural para las próximas generaciones. Eso significa fortalecer la democracia y valorar la diversidad como nuestra principal riqueza”, expresó el secretario de Estado.

La ceremonia tuvo lugar en la sinagoga de la Comunidad Israelita de Valparaíso, en la comuna Viña del Mar, como una señal de descentralización y reconocimiento al aporte que hacen las regiones al desarrollo del país.

Durante el rezo, los rabinos de Chile elevaron plegarias por la paz, la esperanza, la solidaridad, el bien común, el diálogo y el entendimiento. El acto terminó con una oración interreligiosa entregada por los representantes de todos los credos.

“Fue un acto muy representativo y además fue una oportunidad de conocer también toda la labor de solidaridad que realizan las instituciones judías en Chile. Y yo creo que la presencia aquí de representantes de distintos credos demuestra también un espíritu amplio que recoge la diversidad que tiene Chile, y obviamente la comunidad judía aporta de una manera muy significativa a esa diversidad”, afirmó el canciller Van Klaveren.

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