Diputados UDI suspenden participación en actividades por los 50 años del golpe tras renuncia de Patricio Fernández

Diputados Flor Weisse, Daniel Lilayú, Cristián Labbé y Juan Antonio Coloma.

Desde la bancada gremialista señalaron que "una vez más el gobierno del Presidente Gabriel Boric ha cedido a las indecentes presiones ejercidas por el Partido Comunista". El periodista dimitió como asesor esta tarde, en medio de cuestionamientos del PC y agrupaciones de DD.HH. que lo acusaban de eludir una condena a los hechos previos al 11 de septiembre de 1973.


“Una vez más el gobierno del Presidente Gabriel Boric ha cedido a las indecentes presiones ejercidas por el Partido Comunista (PC), que en su afán de imponer una sola verdad de los hechos acontecidos en aquella época, recurrieron nuevamente a la cultura de la cancelación, esta vez en contra del señor Patricio Fernández, quien de manera absolutamente legítima decidió abrir el debate respecto a las graves circunstancias y acontecimientos que fueron derivando en un quiebre institucional en nuestro país, y que quedaron expuestos cuando la Cámara de Diputados declaró como ilegítimo el Gobierno de Salvador Allende”.

Con ese párrafo inicia la declaración que envió este miércoles la bancada de diputados de la UDI, comunicando que suspenderán indefinidamente su participación en las actividades de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado tras la renuncia de Fernández como encargado del gobierno para la organización de ese hito.

A través de un comunicado, la Dirección de Comunicaciones y Prensa de la Presidencia de la República informó que el asesor presentó su renuncia voluntaria a las funciones desempeñadas. “El Mandatario comprende las razones que han llevado a Patricio Fernández a tomar esta decisión y valora su espíritu democrático, su compromiso con los derechos humanos y agradece públicamente el rol que jugó en la organización y en la construcción del mensaje central de esta conmemoración, el que se resume en las palabras Democracia, memoria y futuro”, decía el comunicado.

En las últimas semanas tanto el Partido Comunista como agrupaciones de derechos humanos venían presionando por la salida de Fernández, acusándolo de eludir una condena a los hechos previos al 11 de septiembre de 1973.

Todo lo había gatillado una entrevista en la que Fernández fue consultado por el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Manuel Antonio Garretón sobre si “es posible encontrar mínimos comunes (en el marco de la conmemoración) cuando tienes un porcentaje no menor de la población que te dice: ‘Eso (el Golpe) fue necesario (...)’”.

Férnández respondió: “O sea, ¿cuál creo que es el empeño central al que estamos retados a estas alturas? Tú, la historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado. Eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo. Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Okey, tú, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”.

Desde entonces esos sectores venían pidiendo su salida, asegurando que “relativizó” la dictadura.

“Tal como históricamente han actuado, por ejemplo a través de la presentación de un proyecto de ley (negacionismo) que amenazaba de manera grave la libertad de expresión y que, por consiguiente, fue rechazado en su trámite legislativo por el Tribunal Constitucional, esta vez el Partido Comunista ha pretendido arrogarse el derecho a ser ellos quienes definan el relato oficial que se instalará con ocasión de los 50 años del 11 de septiembre de 1973″, añade el comunicado de los diputados UDI, agregando que “con la salida forzosa del señor Fernández, el único que queda en una posición de cuestionamiento es el propio Presidente Boric y su gobierno, considerando que se había comprometido públicamente a que se trataría de una fecha de “reencuentro” y no de “división” en el país, lo que evidentemente no se consigue claudicando a dichas presiones.

Apuntan también a la “Comisión Asesora para la Desinformación” del gobierno, asegurando que “toda vez que colectividades como el Partido Comunista ya consiguieron remover de su cargo a una persona sólo por pensar legítimamente -y en buena hora- distinto a ellos, no resultaría extraño que episodios como estos, que atentan gravemente contra derechos fundamentales como la libertad de expresión, se vuelvan una constante en nuestro país”.

“Por lo mismo, y en virtud de lo anteriormente descrito, como Bancada de Diputados de la UDI acordamos suspender indefinidamente nuestra participación de toda actividad oficial”, concluyen en el documento difundido.

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